Los cactus y el resto de las crasas o plantas suculentas son vegetales que presentan la particularidad de tener tejidos carnosos ricos en agua. Su capacidad de almacenar agua en las células los hace resistentes a las condiciones climáticas secas y áridas. Es posible cultivar estas plantas en una maceta para decorar interiores, siempre y cuando se conozcan las técnicas de mantenimiento que permitan por ejemplo la adaptación a un nuevo medio ambiente en lo que respecta a la luminosidad y la frecuencia de riego.

Los cactus son las plantas que conforman la familia de las cactáceas, que posee más de 200 géneros; algunos de los más conocidos son Opuntia, Cereus y Epiphyllum. El resto de las crasas, por su lado, tienen necesidades en agua más importantes, y podemos mencionar entre ellas los áloes, los agaves, las crassulas y las echeverias. Al desarrollar flores de hermosos colores y desprender un aroma particular, las crasas atraen a los insectos polinizadores.

Información general sobre los cactus y las crasas

Originarias de América, las cactáceas son plantas suculentas introducidas en Europa en el siglo XVII. Utilizado como cerco defensivo o en la alimentación en sus regiones de origen, los cactus y las crasas en general se han convertido en plantas decorativas por derecho propio para interiores, terrazas o jardines de diversas partes del mundo. El período de latencia, útil para el crecimiento y la floración, es el período de reposo invernal. Para no perturbar esta etapa, las plantas deben estar en un ambiente luminoso, fresco y seco, con temperaturas que no excedan los 12°C. La aclimatación debe llevarse a cabo a mediados de mayo, colocándolas de forma gradual en el exterior. Este procedimiento es indispensable para evitar quemaduras en las hojas. Una aclimatación insuficiente se evidencia en la aparición de manchas de color amarillo después de la exposición de las plantas a la luz solar. La temperatura nocturna de las plantas durante su invernación debe ser de 5°C para obtener bellas floraciones.

Informaciones de cultivo y mantenimiento para lograr plantas hermosas

La propagación de las crasas puede hacerse tanto por germinación de semillas como a través de esquejes. De acuerdo al calendario de cultivo, el momento ideal para la siembra es la primavera, en un sustrato predominantemente mineral. Las semillas deben distribuirse de manera uniforme sobre el sustrato para luego ser cubiertas con una capa de arena. El riego necesita ser llevado a cabo con regularidad hasta el despunte de la germinación, y luego hay que colocar las plantas en macetas en un lugar ventilado para secar el sustrato. El riego debe hacerse de forma racionada para evitar que las plantas se sequen o por el contrario que se ahoguen. La segunda técnica, el estaquillado, consiste en extraer esquejes de una planta madura utilizando un cuchillo. La estación ideal para realizar la operación es la primavera, pero también puede hacerse en verano, previendo un trasplante en la primavera siguiente. Las estaquillas deben ponerse a secar en un hangar fresco y seco, lejos del sol. El tiempo de secado varía según el tamaño de los esquejes, y puede ser desde de una semana hasta un mes y a veces más. Las estacas se colocan en un sustrato al que se haya agregado arena gruesa, y hay que regarlo regularmente para asegurar el desarrollo de la raíz. El mantenimiento incluye regar, quitar el polvo de las hojas y hacer un suministro de fertilizante. El riego debe realizarse cada 15 días entre la primavera y el otoño, lo que corresponde al período de vegetación. La frecuencia debe reducirse a una vez por mes durante los meses de invierno. La eliminación del polvo con un cepillo suave es útil para facilitar la penetración de la luz y el calor a través de las hojas. Se recomienda hacer un aporte de fertilizante líquido durante la floración, desde abril hasta septiembre. El fertilizante en gránulos NPK es adecuado para ser mezclado con el sustrato durante las operaciones de trasplante.

Consejos para una plantación exitosa de crasas

Para lograr una buena tasa de germinación se recomienda el uso de semillas frescas. Cada tres años, se recomienda proceder al trasplante reemplazando el sustrato. El objetivo es proporcionar a la planta un sustrato más rico compuesto de tierra y arena y también permitir que las raíces se desarrollen bien. Con este fin, lo mejor es colocar una capa de gravilla o de bolas de arcilla en el fondo de la maceta antes de añadir el sustrato para facilitar el drenaje. Para completar el dispositivo, una capa de piedras pequeñas que cubra la superficie del sustrato favorecerá el almacenamiento de calor y la estabilización del agua de riego. Al realizar el trasplante hay que asegurarse de que la base de la planta no quede enterrada. En resumen, el cultivo de cactus y suculentas es ideal para los entusiastas de la jardinería en la búsqueda de originalidad, que así lograrán tener hermosas plantas exóticas en su hogar.

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Publicado en Suculentas por Alejo el 10 Aug 2011