La bardana no necesita obligatoriamente ser plantada en maceta: también se pueden plantar las plántulas o sembrar algunas semillas directamente en el suelo. La plantación se realiza a principios de la primavera, pero tomará un tiempo tener una buena cosecha de raíces. Esta planta necesita una tierra profunda o mezclada con arena, en un espacio con sombra parcial o a pleno sol.

La bardana es una planta bienal del género Arctium que pertenece a la familia Asteraceae, también llamada Compositae. Es originaria de los países de Europa y de algunos países templados de Asia. Como es bienal, la bardana tiene una vida bien determinada. En su primer año produce una roseta de hojas grandes. Después del segundo año, el ciclo se completa con una bella floración. La bardana suele cultivarse por su raíz, que es comestible durante el primer año y puede consumirse como una hortaliza. Como el cultivo de esta planta gira entonces alrededor de su raíz, existen métodos de cultivo muy específicos que ayudarán obtener raíces sanas.

El cultivo de la bardana

El cultivo de la bardana es relativamente fácil. Sin embargo, antes de plantar o de sembrar, habrá que tomar algunas precauciones para que las plantas puedan crecer en condiciones óptimas. El primer paso es empezar a preparar las semillas antes de ponerlas en el suelo. Por lo general, esta preparación se hace al menos un mes antes de la plantación. Para realizar esta operación, coloque las semillas en un recipiente y cúbralas con un cuarto  de pulgada de tierra. La tierra puede comprarse en una tienda especializada, pero otra posibilidad es quemar un poco de tierra del jardín con el fin de destruir las plagas existentes o algunas enfermedades ya presentes. Luego hay que colocar el recipiente en un lugar con sombra parcial y regar cada 2 días. Después de una semana las semillas comenzarán a germinar, y cuando las pequeñas raíces sean visibles ya será posible iniciar el trasplante.

Es importante preparar adecuadamente el suelo antes de plantar las semillas preparadas. Asegúrese de que la tierra esté bien floja y perfectamente drenada. Es igualmente recomendable enriquecer la tierra mediante la adición de un poco de materia orgánica. Asimismo, hay que quitar las piedras y guijarros presentes en la tierra. Es aconsejable colocar las plántulas en un lugar bien soleado. También hay que asegurarse de que las plantas tengan una humedad constante a lo largo de su fase de crecimiento. Para poner las semillas en el suelo hay que hacer un agujero de cerca de una pulgada de profundidad, con el fin de que las raíces estén bien ventiladas y puedan crecer con facilidad. Cuando las plántulas comiencen a brotar se debe limpiar el terreno y dejar por lo menos 6 pulgadas entre cada planta. Otra posibilidad es cultivar las plántulas protegidas en interiores hasta que el suelo del jardín se haya calentado lo suficiente antes de ponerlos en el suelo.

La recolección y el consumo de bardana

Las raíces de bardana suelen estar listas para ser cosechadas entre 2 a 4 meses después de la siembra. En principio, no es necesario esperar a que una parte de la raíz sobrepase el suelo para cosecharla, a menos que desee obtener raíces muy grandes. Para cosechar las raíces, se puede cortar al costado de la planta con una laya, y presionar suavemente para no romper la raíz. Para la bardana sembrada en primavera, la cosecha será en verano.

En lo que concierne a su consumo, se pueden agregar algunos pedazos de raíz en una sopa de verduras. La raíz de bardana suele utilizarse a menudo como una hortaliza, y es especialmente apreciada por sus propiedades medicinales. También es posible hacerla al vapor o añadirla como un ingrediente a los vegetales salteados.

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Publicado en Flores anuales por Alejo el 15 Jun 2011