En sus diversas subvariedades, la acelga (Beta vulgaris var. cicla) es una hortaliza rica en fibras y vitamina C. Su consumo es especialmente beneficioso para el tránsito intestinal. Las plantas jóvenes se pueden consumir crudas en ensalada, y el resto cocidas (pencas y hojas). Pero además de ser reconocida por sus virtudes nutricionales, actualmente la acelga es cada vez más cultivada como planta ornamental a causa de los contrastes del colorido del follaje que ofrecen sus diferentes variedades.

La acelga es una planta herbácea bienal cultivada con fines culinarios por sus hojas comestibles. Es una variedad de la misma especie que la remolacha (Beta vulgaris), una amarantácea de la subfamilia amarantácea. Florece el segundo año en verano, de julio a septiembre, dando un tallo floral de dos metros de altura con flores pequeñas de color amarillento; las semillas se pueden recoger en otoño. Actualmente están disponibles más de una decena de subvariedades, algunas de las cuales están contraindicadas para las personas que padezcan de artritis, reumatismo o cálculos porque contienen un elevado índice de ácido oxálico.

La siembra de la acelga

La acelga se reproduce exclusivamente a través de la siembra, que se hace generalmente en primavera, en abril y mayo. Se puede sembrar en semillero al voleo; el trasplante se realiza dos semanas después, cuando las plántulas ya hayan germinado y producido sus primeras hojas. Para ello, es útil preparar el terreno de cultivo de antemano, ya que la acelga crece bien en suelos ligeros, frescos y ricos. Después de la siembra es conveniente cubrir la tabla de cultivo con una fina capa de hierbas secas para mantener una humedad regular en el suelo. Al retirar esta cubierta vegetal hay que prestar mucha atención para evitar arrancar las plántulas por inadvertencia. También es posible sembrar directamente en plena tierra en hileras; en este caso, el terreno deberá ser preparado en otoño antes de sembrar. Se recomienda proceder a una enmienda con compost y abono orgánico, ya que ser cultivada por sus hojas la acelga requiere un suministro de abonos nitrogenados. Antes de la siembra, que se realiza a flor de tierra, hay que volver a trabajar y ablandar el suelo en profundidad. A continuación hay que cubrir las semillas con una fina capa de sustrato para no entorpecer la germinación y luego regar en abundancia pero suavemente, de preferencia con un pulverizador para no perturbar las semillas.

Trasplante y mantenimiento de la acelga

El despunte tiene lugar entre 10 y 12 días después de la siembra. Para las plantaciones directas en la tabla de cultivo, las semillas se colocan por grupos de a 3, dejando 30 cm de espacio hacia todos los lados. Tras el despunte sólo hay que conservar la mejor de las tres plántulas. Las que se hayan retirado pueden ser plantadas de nuevo respetando los mismos espacios. La distancia a respetar es la misma para el trasplante de plántulas de semillero. El hoyo de plantación se realiza con una varilla de madera o incluso con un dedo. En esta fase, la tabla debe estar protegida de los rayos del sol por una rejilla de malla fina mantenida en altura.

El mantenimiento de la acelga consiste principalmente en el riego, la bina y la escardadura. El riego debe ser regular a fin de no afectar la planta, en caso contrario corre el riesgo de echar semillas. Es recomendable proceder a un acolchado de la taba de cultivo para retener la humedad del suelo y limitar el crecimiento de malas hierbas. De todas formas, la bina regular será necesaria para airear y aflojar el terreno. Cuando las plantas estén lo suficientemente desarrolladas se podrá quitar la malla de protección para que puedan beneficiarse del sol. Con respecto a las enfermedades, la acelga puede desarrollar mildíu, cercosporiosis o roya; por ello, es indispensable supervisar la plantación para descubrir eventuales síntomas y aplicar entonces un tratamiento curativo. El caldo bordelés se puede utilizar a título preventivo o curativo. Por otra parte, las plántulas que se vean atacadas por áfidos serán tratadas con soluciones antipulgones a base de piretro.

Siembra escalonada y recolección de la acelga

Entre dos y dos meses y medio después de la siembra, las hojas de acelga pueden extraerse una a una a medida que vayan creciendo. Para las variedades de hoja suelta hay que cortarlas toda la planta, ya que nuevas hojas aparecerán posteriormente. La cosecha podrá escalonarse de esta forma hasta las primeras heladas del otoño. La siembra, por su parte, se puede escalonar de abril a octubre, pero al comienzo (abril) y al final del período (octubre) se recomienda la utilización de una cajonera o invernadero frío. Las últimas plantas cultivadas pueden pasar el invierno a cubierto y ser cosechadas la primavera siguiente. El período de cosecha puede extenderse del mes de junio hasta el mes de febrero. También es bueno saber que las acelgas son sensibles a la presión y no deben amontonarse durante su conservación. De todas formas, deben ser consumidas al cabo de dos días.

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Publicado en Verduras por Alejo el 14 Oct 2011