La alcachofa forma parte de las hortalizas de fácil cultivo, más aún si se tiene en cuenta que un ejemplar puede dar cosecha durante un período de entre 3 a 5 años. Lo único importante es elegir la variedad que mejor se adapte al microclima de la región. Así, la alcachofa violeta, muy sensible a la humedad, se desarrolla idealmente en las zonas soleadas con poca lluvia, mientras que la cabeza de gato soporta las temperaturas rigurosas de las regiones frías y húmedas. La variedad más cultivada en España es la blanca de Tudela, muy temprana.

El período de cosecha cambia según las regiones y las variedades cultivadas. En Francia, por ejemplo, la cosecha (de alcachofa violeta) se realiza entre abril y junio en las regiones del sur, mientras que para las variedades cultivadas en otras regiones francesas se lleva a cabo entre julio y septiembre. En España, la blanca de Tudela se cosecha en otoño e invierno.

Cómo obtener buenas alcachofas

El cultivo de alcachofas puede hacerse según tres métodos: a partir de plantas en macetas, de retoños o de semillas. Para el cultivo a partir de semillas hay que hacer una siembra en interiores durante los primeros meses del año y al aire libre en abril-mayo, a razón de tres semillas por hoyo. El trasplante debe realizarse una vez que la plántula tenga dos hojas. Vale la pena señalar que este método de cultivo no se recomienda porque los resultados suelen ser pobres, así que es mejor procurarse las plántulas o retoños. Por otro lado, es bueno saber que la alcachofa es una planta invasora; un ejemplar joven llega al metro y medio de altura en pocas semanas y se desarrolla igualmente a lo ancho. Se trata además una planta que exige muchos nutrientes, por lo que hay que enriquecer el suelo con estiércol antes de plantar. La operación debe ser repetida en otoño, y si hace falta también hay que suministrar abono nitrogenado en primavera. En cualquier caso, hay que evitar volver a plantar alcachofas en el mismo lugar durante al menos 5 años después de la última cosecha.

Los debutantes harán mejor en optar por las plantas en macetas disponibles en los comercios o por retoños. Estos últimos, también llamados chupones o hijuelos, son nuevos brotes que aparecen en la base de una planta de alcachofa. Al extraerlos hay que asegurarse de que el retoño tenga raíces. No hay que sacar los hijuelos del centro de la planta, ya que de ellos depende la próxima cosecha. En cuanto al terreno de cultivo, la alcachofa crece bien en suelos labrados en profundidad, bien drenados y ricos en materia orgánica. Por ese motivo, es importante agregar compost o estiércol de vaca al preparar la tierra. El momento propicio para la plantación depende de la variedad: septiembre para las alcachofas violetas y marzo y abril para las demás. Para conservar el suelo se recomienda cultivar lechuga y achicoria junto a las alcachofas.

Para que cada ejemplar se pueda desarrollar adecuadamente hay que dejar al menos 1 metro entre cada planta en el momento de la plantación. Si se plantan hijuelos hay que colocar dos en cada hoyo y a una profundidad máxima de 3 cm. En el caso de ejemplares de maceta, en cambio, alcanza con una planta por hoyo, y luego hay que regar abundantemente. Asegúrese de que el suelo nunca esté seco durante las primeras semanas; para ello, es posible realizar un acolchado o mulching, que mantendrá la humedad y controlará las malas hierbas. En invierno hay que hacer un montículo si el suelo es ligero y poner un acolchado o pajote si es pesado. Para cosechar, extraiga las yemas florales (parte comestible de la planta) antes de que las brácteas se abran.

Cómo cuidar sus plantas de alcachofa

La alcachofa puede verse infestada por pulgones negros y verdes; los primeros se instalan en las cabezuelas y los segundos en las hojas. Para luchar contra ellos conviene privilegiar los métodos naturales, como rociar una mezcla de agua y guindillas, agua y jabón o agua de cocción de las patatas. También es posible la introducción de depredadores naturales de los pulgones como crisopas y mariquitas. Para evitar que las babosas se instalen en las alcachofas alcanza con instalar trampas anti babosas.

En cuanto a las enfermedades causadas por hongos, el mildiu se caracteriza por la presencia de manchas en las hojas que se van oscureciendo y pasando del amarillo al marrón, principalmente en los chupones y plántulas. La mancha harinosa (hongo Ramularia phaseoli), por su lado, es otra enfermedad criptogámica que se manifiesta a través de manchas blancuzcas en el follaje. En ambos casos, el tratamiento consistirá en la aplicación de un fungicida adecuado.

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Publicado en Hortalizas de verano por Alejo el 01 Sep 2011