Las Amaryllis, un género ornamental perteneciente a la misma familia que los narcisos (amarilidáceas), son hermosas plantas bulbosas, muy apreciadas por su floración particularmente rápida. Siempre haciendo gala de colores espléndidos, esta planta decorativa es ideal para el cultivo el maceta, la creación de bonitas platabandas o de senderos floridos, tanto en primavera como en verano. Muy popular entre los jardineros aficionados, la Amaryllis está considerada como uno de las plantas tuberosas más fáciles de cultivar.

Cuando se habla de Amaryllis se suele estar pensando en hermosas inflorescencias rojas que brotan de unos tallos de color verde suave y resultan atractivas por sus brillantes colores vívidos. En efecto, esta variedad de Amaryllis es la más cultivada, pero también se puede optar por el cultivo de una multitud de variedades, igualmente originales. En consecuencia, para diversificar y obtener un resultado aún más sorprendente, recuerde combinar los diferentes matices de Amaryllis disponibles en los centros de jardinería mediante la plantación de diversas variedades de diferentes colores. De esta manera, usted logrará platabandas y senderos mucho más coloridos que contribuirán a crear una atmósfera exótica. Para ello, prefiera la asociación de variedades como la \”Susan\”, la \”Lemon Lime\” y la \”Apricot Beauty\”, que siempre podrá combinar con las variedades tradicionales rojas, más comunes. Nativa de regiones tropicales, la Amaryllis es una planta ornamental que siempre alegra y otorga mucha calidez y al lugar donde se cultiva. Muy fácil de plantar y cuidar, quienes deseen hacerla crecer no encontrarán ninguna dificultad de cultivo particular.

Cómo plantar la Amaryllis

Como la Amaryllis es una planta tuberosa, comprarla en bulbos sería apropiado, dado que cada uno de estos bulbos producirá luego tres o cuatro inflorescencias separadas por poco tiempo. Al comienzo de la primavera o principios de otoño usted podrá proceder a la plantación de los bulbos en una tierra rica y con buen drenante. También será conveniente realizar una enmienda del sustrato con mantillo y cubrir bien el bulbo de la tierra después de la siembra. Para una buena recuperación de las raíces, asegúrese de que la planta se pueda desarrollar durante los primeros días en un ambiente cálido y brillante hasta la aparición de los primeros tallos. Cuando la planta ya sea suficientemente fuerte, ponga la joven Amaryllis en la habitación de su elección, privilegiando siempre una exposición soleada.

Cómo mantener la Amaryllis

A lo largo del período de crecimiento vegetativo que precederá a la aparición de las primeras flores, riegue con moderación su Amaryllis joven. Cuando las flores se abran, usted podrá regar de manera moderada, teniendo mucho cuidado de evitar que se ahoguen las raíces. Después de la floración, es esencial no dejar en la planta inflorescencias muertas y eliminarlas periódicamente. Es igualmente importante saber que los bulbos podrán ser utilizados para obtener una nueva floración en la temporada siguiente. Así, alcanzará con dividir los bulbos después de que la flores se hayan marchitado y y colocarlos de nuevo en tierra en un sustrato rico en la temporada siguiente para que puedan producir nuevos tallos y nuevas inflorescencias.

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Publicado en Bulbos de interior por Alejo el 20 Jun 2011