El ciclamen (nombre científico Cyclamen) es una planta que puede vivir durante varios años. Cultivable tanto en exteriores como en macetas, esta planta ornamental es apreciada por sus hermosas flores de diversos colores, que oscilan entre el blanco, el morado, el púrpura, el salmón y el rojo. En resumen, la elección es muy amplia en cuanto a las variedades de ciclamen, que se diferencian en el color y el período de floración, que abarca la mayor parte del año sumando a todas a las variedades.

El ciclamen, violeta persa o violeta de los Alpes puede ser cultivado en macizo, en una rocalla o como cubresuelos, y se desarrolla bien tanto a pleno sol como a la sombra. Sin embargo, no tolera el exceso de calor, ya que ralentiza su crecimiento e impide su floración. Así, durante los grandes calores del verano el ciclamen entra en período de latencia.

Cómo plantar ciclámenes

Los ciclámenes son plantas muy resistentes, capaces de soportar temperaturas de hasta -5°C. De todas formas, por lo general se los cultiva a temperaturas alrededor de los 15°C, en suelos humíferos bien drenados. Para la plantación, se puede elegir entre los tubérculos y las semillas. Los tubérculos deben ser enterrados a unos 5 cm de profundidad y espaciados de 15 cm, y luego hay que cubrirlos con una mezcla de mantillo y tierra de jardín. Salvo en caso de sequía persistente o calor abrasador, el ciclamen no necesita ser regado, y no debe serlo durante el período de letargo.

Si opta por la siembra, asegúrese de dejar las semillas en agua caliente durante un día para garantizar la germinación. La siembra debe realizarse en los primeros tres meses del año para que la floración sea en diciembre. Las semillas deben ser enterradas en una mezcla de mantillo, arena y gravilla. Si la plantación es en maceta, asegúrese de que no haya demasiada humedad para no ahogar las plántulas de ciclamen. Para impedir que la planta pueda llegar a pudrirse, coloque la maceta en un plato con agua para que sea absorbida por la acción capilar. Cuando el fondo está bien humedecido, vacíe el plato. Al igual que para las plantas al aire libre, hay que dejar de regar en invierno. En otoño hay que proceder al trasplante, fertilizar la mezcla de tierra, arena y grava y retomar el riego. Los ciclámenes adultos se pueden dejar en su maceta pero las plántulas necesitarán más espacio, por lo que habrá que trasplantarlas a una maceta más grande.

Cómo mantener ciclámenes

Las hojas amarillas y las flores marchitas deben ser eliminadas. El polvo puede ser retirado con un paño suave, sin usar ningún producto limpiador. Para prosperar, los ciclámenes necesitan sólo oxígeno, un poco de humedad y una temperatura fresca. Si son atacados por pulgones verdes, utilice el agua de cocción de las patatas, agua jabonosa o agua en que se haya dejado macerar tabaco. Si esto no funciona, siempre puede recurrir a los insecticidas. De todas formas, siempre será conveniente, como medida de precaución, esparcir posos de café a los pies de cada ciclamen.

Alcanza con ver las hojas para ver si el ciclamen es saludable o no. Cuando la ventilación no es suficiente, es posible que se desarrollen hongos de color grisáceo en el follaje. En ese caso hay que cortar las hojas afectadas, tratar el resto con fungicida y colocar la maceta en un lugar con mejor ventilación. Cuando las hojas toman un color amarillento, o bien la temperatura es demasiado alta o bien el ciclamen está en un lugar muy oscuro. Si tienden a marchitarse con facilidad, es que la planta está en un lugar demasiado cálido. Si en cambio están secas puede que el aire no esté lo suficientemente húmedo o que la iluminación sea demasiado intensa.

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Publicado en Flores de bulbo por Alejo el 13 Jul 2011