Como los claveles son flores de olor agradable, los claveles también aportan al jardín un toque decorativo único. A pesar de ser considerados algo anticuados, los claveles adornan admirablemente rocallas o bordes de macizos. Por otra parte, los senderos recuperan toda su belleza cuando son realzados por estas plantas, que aportan un toque de ligereza o extravagancia. El cultivo de claveles es aconsejable, ya que se plantan con facilidad y no requieren mucho mantenimiento.

En general, los centros de jardinería venden los claveles en tiestos, y se los debe plantar preferentemente entre septiembre y mayo. Si usted vive en una zona donde el clima es templado lo mejor es plantarlos en otoño, mientras que si reside en una zona fría donde la tierra es a menudo pesada y arcillosa, es mejor esperar hasta la primavera. En general, todas las variedades de claveles necesitan un lugar soleado y sin obstáculos para la mejor supervivencia de cada planta. Estas flores prefieren una tierra previamente drenada y moderadamente rica, ya que se trata de plantas que son totalmente resistentes a la sequía de verano y toleran bien los suelos calcáreos.

La plantación de claveles

Antes de plantar claveles, prepare el suelo con una laya para quitar las malas hierbas. En caso de tierra pesada, agregue grava o arena gruesa para mejorar el drenaje. Mientras tanto, debe asegurarse de que los tiestos estén sumergidos en un cubo de agua para que la mata de raíces y el cepellón puedan rehidratarse antes de la plantación. Utilizando una pequeña laya, cave un agujero del doble del volumen del tiesto o de unos 20 cm de largo, de ancho y de profundidad para plantar sus claveles. Si la tierra es realmente muy pobre, agregue un fertilizante especial para rosas o flores. La mata de raíces con cepellón será colocada de manera tal que la parte superior está a la misma altura que el nivel del suelo, y luego habrá que llenar el hueco. Por último, apisone la tierra ligeramente con sus manos y riegue para que la tierra se asiente de forma natural. También es posible plantarlos en jardineras o macetas, en una mezcla de tierra vegetal, arena gruesa y mantillo.

El mantenimiento de los claveles

Los claveles son plantas que se desarrollan fácilmente y no requieren mayor mantenimiento. Sin embargo, para que puedan crecer adecuadamente, siempre debe asegurarse de que el suelo esté fresco, es decir ni demasiada agua o ni muy poco. Simplemente hay que regarlas regularmente una vez cada dos días en otoño o primavera, mientras que en verano el riego debe ser más frecuente. No hay un momento específico para la poda, pero las flores marchitas se deben cortar de vez en cuando con el fin de prolongar la floración. Al igual que para todas las variedades de plantas perennes, en época de grandes calores hará falta luchar contra arañas y babosas.

Las diferentes variedades de claveles

Los claveles son bellas flores que pertenecen a una familia muy grande. Algunos de ellos, como los claveles de China, pertenecen al grupo de las plantas anuales, que deben ser renovadas cada temporada. Otros, como el clavel del poeta, tienen un ciclo de crecimiento que se extiende durante dos años. Sin embargo, el clavel común, la clavelina y el clavel coronado viven por muchos años y están entre las especies más fragantes. En general, la planta crece en forma de un cojín grueso, con finas hojas azules. Las flores, simples o dobles dependiendo de la variedad, emergen entre mayo y septiembre. Las ramas que llevan las flores pueden alcanzar entre 20 y 50 cm de alto, y cada una tiene de 4 a 5 corolas de bellos colores abigarrados.

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Publicado en Flores anuales por Alejo el 15 Jun 2011