El crisantemo es una flor exigente: para cultivarla es necesario que se cumplan estrictamente ciertas condiciones. El primer criterio es disponer de tierra relativamente rica y de preferencia poco compacta, con una fuerte exposición al sol pero también con 3 o 4 horas de sombra por día para que se desarrollen bien. Se trata en general de una flor con poco resistencia al frío, aunque algunos tipos de crisantemos no son susceptibles a las heladas y pueden soportar hasta -5˚C.

El crisantemo es una planta en mata con tallos gruesos que puede alcanzar hasta 50 o 60 cm, y las hojas son caducas, y están divididas en lóbulos pinnados. Las flores pueden ser simples o dobles; vienen en varios colores: blanco, amarillo, morado, rojo o bronce, y a menudo pueden ser abigarradas. Existen diversas especies de crisantemos; algunas de las que se cultivan anualmente son las Chrysanthemum carinatum (crisantemo tricolor), segetum, articum, frutescens (margaritón) y sinense. Es útil señalar que diversas especies incluidas anteriormente en el género Chrysanthemum han sido agrupadas en un géneros parte, como por ejemplo el género Glebionis. Todos estos tipos de crisantemos suelen florecer naturalmente desde principios hasta las heladas, pero existen métodos para hacerlos florecer todo el año. La tierra de cultivo ideal debe ser neutra y un poco húmeda para favorecer su crecimiento.

Crisantemos de crecimiento

El cultivo de crisantemos es relativamente fácil de realizar; es posible hacer crecer flores compradas en la floristería, sobre todo si no son demasiado grandes, para facilitar un crecimiento rápido . Se puede poner estas plantas en maceta sobre el suelo, ya que su cultivo no exige el respeto de muchas condiciones. El período de plantación se extiende de primavera a otoño; lo esencial es evitar las tierras demasiado ácidas o calcáreas, ya que los crisantemos crecen bien en tierras neutras, poco ácidas y un poco húmedas. Por otro lado, los crisantemos se desarrollan idealmente en tierras bien preparadas ricas en compost, o bien en tierra de brezo enriquecida con al menos un 20% de estiércol descompuesto, mantillo u hojas. También hay que asegurarse de que la planta esté en un espacio soleado para beneficiarse de la luz solar que favorezca sus tallos y flores. De manera coincidente, como los crisantemos no resisten demasiado el frío la temperatura ideal para su cultivo debe ser entre de 13 y 15˚C durante el día. Es importante asegurarse de que la planta esté protegida en un invernadero y se beneficie de una buena protección invernal, como por ejemplo una película de PVC o un acolchado, por ejemplo.

Riego y fotoperiodicidad

El primer riego del crisantemo es un paso esencial que no debe tomarse a la ligera. Esta operación permite humedecer el sustrato de la planta y asegurarse de que el suelo no tenga bolsas de aire. Los riegos siguientes funcionarán simplemente como una reserva que favorezca la incorporación de minerales. Otra posibilidad es optar por un sistema de riego por goteo para mantener el suelo húmedo sin exceso de agua. Es igualmente importante evitar mojar las flores y hojas, ya que esto puede provocar manchas desagradables y facilitar ataques de insectos y aparición de enfermedades. En lo que respecta a la fotoperiodicidad, no es necesario tomar precauciones si el crisantemo se cultiva en exteriores. En cambio, si la planta es conservada al interior de la casa la situación será diferente. Hay que asegurarse de que la planta cuente con luz artificial para poder completar su crecimiento, especialmente en la fase vegetativa y generativa. Sucede que otra particularidad del crisantemo es que tiene una vida muy corta y necesita un mínimo de 10 horas de luz por día.

Cómo lograr hermosos crisantemos

Para la propagación de crisantemos hay que esperar hasta marzo. En efecto, la operación puede realizarse por división de mata en marzo o abril a más tardar. Por otra parte, efectuando un \”desmoche\” es posible determinar el número de cabezas florales por planta que se obtendrán. Para ello, basta con cortar los brotes terminales a principios o mediados de junio, lo que hará que la planta produzca yemas suplementarias. Para obtener tallos bien rectos se puede hacer un \”desyemado\” seccionando los brotes suplementarios. Esto permite limitar el número de las yemas florales irrelevantes, situadas en el centro de la planta, y promover los botones superficiales. También se puede hacer un \”desbotonado\” mediante la eliminación de los botones auxiliares con el fin de favorecer el crecimiento del botón-corona; esto puede realizarse a finales de agosto. El rodrigonado será indispensable para la supervivencia de los crisantemos, ya que los tallos pueden quebrarse como efecto de un peso excesivo de las flores. Es posible colocar 3 o 4 rodrigones por planta o maceta para mantener la planta en posición vertical y evitar caídas. 

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Publicado en Flores de otoño por Alejo el 02 Sep 2011