El cosmos es una planta con flores que hace las delicias de los jardineros gracias a sus numerosas variedades con flores simples o dobles, de diferentes colores que van del blanco al rojo pasando por el rosado, el amarillo, el marrón chocolate o el naranja. En cuanto al terreno de cultivo, el cosmos crece bien en suelos pobres. Por último, aunque el cosmos puede vivir durante varios años, se acostumbra renovar las plantas cada año.

El cosmos es una planta ornamental caducifolia. En exteriores, el cosmos puede cultivarse en rocallas, borduras y macizos. En interiores se adapta bien en jardineras o macetas, siempre que se elija la variedad adecuada.

Presentación de la flor del cosmos

El género Cosmos se divide en varias especies, que poseen a su vez diversas variedades. De la Cosmos sulfureus, por ejemplo, podemos mencionar variedades pequeñas como la Sunny Gold, la Lady Bird y la Sunny Red, que rara vez superan los 40 cm, y otras de tamaño mediano (unos 70 cm) como la Diablo y la Polidor. La Cosmos bipinnatus, por su lado, presenta variedades de gran tamaño que pueden alcanzar los 120 cm de altura como la Early Sensation giant, la Psyché y la Picotee.

Los cosmos se desarrollan muy bien en espacios bien soleados y sobre suelos bien drenados con un pH neutro o alcalino. Así, no conviene cultivarlos en suelos enmendados y ricos en fertilizantes, para evitar que las plantas se desarrollen de manera desproporcionada a expensas de la floración. Se trata además de plantas que crecen idealmente en climas secos y cálidos; de hecho, el cultivo debe hacerse de preferencia a una temperatura de 25°C. La floración se extiende desde junio hasta el comienzo de los grandes fríos, a los que el cosmos es muy sensible.

El cultivo de flores de cosmos

El cultivo de cosmos se hace a partir de semillas. Así, para obtener nuevas plantas de cosmos se puede dejar que las plantas ya existentes florezcan y luego den semillas, que servirán para obtener nuevas plántulas. La siembra y germinación de semillas puede realizarse en macetas en interiores o directamente en la tierra. En interiores, la siembra debe realizarse a mediados de abril, cuando la temperatura es de alrededor de 15°C. Utilice un buen sustrato, idealmente mantillo especial para siembra, y siembre las semillas entre 3 y 5 mm de profundidad. Las macetas deben colocarse en un ambiente con calefacción y con mucha luz, y se debe regar poco pero evitar que el sustrato se seque. El período de germinación no excederá los 10 días.

Cuando los brotes jóvenes sean lo suficientemente fuertes habrá que trasplantarlas de forma individual en un recipiente más grande para el cultivo en interiores. Por último, es importante evitar exponer las macetas a la luz directa del sol. En el caso del cultivo en exteriores, es necesario que las plántulas se acostumbren a las condiciones del medio. Para ello, hay que comenzar por colocar las macetas de siembra durante 15 días en un espacio ligeramente sombrío. Luego habrá que trasplantarlas a un suelo poco fértil o incluso pobre, en un espacio bien soleado a razón de una planta cada 50 cm.

Otra posibilidad es sembrar los cosmos directamente en exteriores en su emplazamiento definitivo, para lo cual hay que trabajar el suelo en profundidad y eliminar las malas hierbas. Luego hay que sembrar y verificar que el suelo permanezca húmedo hasta la germinación. Las plántulas deben tener espacio suficiente una vez que comiencen a crecer para lograr un óptimo desarrollo, por lo que hay que dejar un espacio de 50 cm entre cada planta. La poda debe llevarse a cabo cuando las plántulas sobrepasen los 15 cm de altura para que se ensanchen y sean más resistentes al viento. A continuación habrá que rodrigonar las plantas pertenecientes a las variedades de gran tamaño y a las de flores dobles. Por otra parte, para que la floración sea más abundante será conveniente eliminar las primeras flores. Por último, la poda consistirá en eliminar los tallos secos después de recoger las semillas.

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Publicado en Flores anuales por Alejo el 14 Sep 2011