Las judías verdes son hortalizas poco calóricas, ricas en vitaminas y minerales. Fáciles de cultivar, necesitan estar en un lugar protegido del viento, soleado y con una temperatura superior 10°C.  Para crecer bien, las judías verdes requieren un suelo trabajado con una laya para tener una estructura bien aireada. Durante el otoño o el invierno que preceda a la cultura, el suelo debe ser enriquecido en compost.

Plantas originarias de América del Sur, donde fueron cultivadas por la primera vez hace 8000 años, las judías verdes pertenecen a la familia Fabaceae. Muy digeribles y ricas en minerales como el calcio y el magnesio, las judías verdes se consumen como acompañamiento de diversos platos o preparadas en una vinagreta. Las judías verdes son las vainas verdes de la especie Phaseolus vulgaris. Las vainas también pueden ser de otros colores, como es el caso de la variedad amarilla mantecosa (por la tonalidad, no la consistencia). Las diversas variedades pueden ser enanas (arbustivas) o de enrame (trepadoras). Las judías verdes son valoradas por sus virtudes medicinales contra la diabetes, la hipertensión, las disfunciones renales o la picazón.

El cultivo de judías verdes según un calendario preciso

La siembra se efectúa cuando la tierra está suficientemente caliente, desde la segunda quincena del mes de abril hasta el final del mes de julio. Las semillas deben estar espaciadas de 10 a 15 centímetros, a lo largo de un surco con una profundidad de entre 3 a 4 centímetros. Luego de colocarlas hay que cubrirlas con tierra, apisonando ligeramente. El suelo debe ser mantenido húmedo hasta que se produzca el despunte. La aporcadura, que consiste en amontonar tierra alrededor de las plantas jóvenes para formar un pequeño montículo, se efectuará cuando las plántulas hayan alcanzado un tamaño de 20 cm aproximadamente. Para que sus judías verdes estén tiernas, coséchelas hacia mediados de crecimiento a fin de evitar que se pongan fibrosas.

Cómo mantener las plantas para tener una buena producción

Entre los principales cuidados que deben proporcionarse a las judías verdes figura el riego, que debe efectuarse de 8 a 10 semanas después de la siembra. El riego debe hacerse en forma de lluvia fina hasta la nascencia, luego de lo cual hay que regar a los pies de las plantas para evitar enfermedades. La instalación de rodrigones será necesaria para determinadas variedades, mientras que el mulching o acolchado permitirá mantener la humedad del suelo, evitando la evapotranspiración. La cobertura de las plantas es indispensable en caso de una disminución brusca de la temperatura.

Algunos consejos útiles para lograr una buena producción

El remojo de las semillas en agua fría o tibia durante una decena de horas facilitará su germinación ablandando la cubierta que las rodea. Prevea un espacio suficiente de 50 cm entre las filas de siembra para facilitar la circulación en el momento del riego y limitar la competencia de las plantas. El calendario de siembra debe ser respetado, ya que el exceso de humedad o de frío puede comprometer la germinación de las semillas. El escalonamiento de las siembras durante el período recomendado permite tener una cosecha prolongada que llegue hasta el otoño. Al cavar el surco con un azadón, la tierra debe dejarse a un lado y luego ser utilizada para cubrir las semillas. La utilización de un cordón tendido entre dos pequeños palos permitirá lograr surcos bien derechos. Para los principiantes, la cultura de judías enanas es más fácil porque no exige operaciones de mantenimiento como el rodrigonado. Las judías verdes listas para cosechar se reconocen porque se pueden romper fácilmente en dos con la mano. Para evitar el desarraigo de las plantas durante la recolección, el tallo debe sostenerse con una mano mientras las judías se arrancan con la otra. Los principales enemigos de las judías son las arañas rojas, los pulgones y las babosas, y su presencia puede prevenirse realizando un mulching o esparciendo posos de café permite luchar contra estos últimos. Para optimizar las superficies de cultivo, las judías verdes pueden cultivarse en asociación con maíz y calabazas: al crecer hacia arriba, los tallos del maíz proporcionarán sombra a las calabazas y servirán de rodrigón a los plantas de judías verdes.

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Publicado en Verduras por Alejo el 17 Oct 2011