El cultivo de margaritas está alcance de todos, incluso para quienes vivan en apartamentos. Hay dos maneras de propagar las margaritas: por la germinación de semillas en marzo o abril o por división de mata en el mismo período o después de la floración. La margarita es una flor simple, y su cultivo es relativamente fácil de manejar, que crece bien en tierra común aunque sea pobre, necesita la luz del sol y le gusta el agua dura.

Se conoce con el nombre de \”margaritas\” a distintas especies de plantas herbáceas vivaces de la familia de las asteráceas, de géneros como Leucantheum o Bellis, y se encuentran en los países de Europa, en todas las regiones del norte y también en Asia. Las margaritas del género Leucantheum  son flores silvestres de tallo rígido de unos 30 a 60 cm, con hojas basales o caulinares y flores en capítulos de 20 a 30 pétalos blancos. Existen numerosas especies de margaritas dispersas por todo el mundo. Entre las más conocidas se puede mencionar el margaritón o margarita mayor (Leucanthemum vulgare), la margarita común, la margarita japonesa o la margarita silvestre. Las margaritas crecen esencialmente en verano en espacios abiertos y en terrenos relativamente secos, pero también pueden cultivarse en interiores tomando ciertas precauciones para fomentar su crecimiento. En la gastronomía, las hojas jóvenes y frescas de la margarita común (Bellis perennis) se comen en ensaladas. En fitoterapia, las flores secas de esta misma especie se utilizan para hacer infusiones, ya que poseen propiedades calmantes, astringentes y digestivas; lo mismo sucede con la manzanilla, que pertenece a la misma familia.

 El cultivo de margaritas

Para plantar margaritas usando plantas adquiridas en macetas deberá hacerlo en primavera, de abril a junio, época en que el crecimiento es más favorable. También es posible propagar la planta a partir de la germinación de semillas en marzo o abril, o a partir de la división de la mata al final de la floración.

La floración de la margarita tiene lugar luego de dos años después de la plantación, específicamente en junio y julio. La margarita crece mejor en tierra ordinaria o pobre pero con buen drenaje. Prácticamente no necesita abono; sin embargo, el suministro de fertilizantes puede ser útil en la edad adulta, sobre todo para la división de la mata. Es una flor silvestre que soporta igualmente el calcáreo y necesita mucho sol para florecer mejor. Al realizar la siembra anual, asegúrese de regar las plantas con regularidad, sin excederse. Hay que dejar que el suelo se seque ligeramente entre los períodos de riego. En caso de sequía o de calor intenso, es aconsejable regar un poco más a menudo. También se debe garantizar un espacio entre las plantas de 10 a 15 cm para que puedan airearse y desarrollarse bien. Asimismo, es necesario eliminar con regularidad las flores marchitas para que aparezcan nuevas flores. Para un buen cultivo en interiores, la margarita necesita de al menos 3 o 4 horas de luz solar directa por día, por lo que hay que dejarla cerca de una ventana o en una veranda. No conviene plantar margaritas en terrenos ricos,

Rejuvenecer la planta a través de la división de la mata

La división de la mata es una etapa muy importante para favorecer el crecimiento de las margaritas. Se trata en efecto de una acción esencial, sobre todo cuando la planta se vuelve demasiado grande, que permite igualmente rejuvenecer y multiplicar esta especie vivaz. Para realizar esta operación usted necesitará una horca, un cuchillo o un podón, un rastrillo de mano, una laya, un trasplantador y una regadera. Es recomendable hacer una división de mata cada 5 años para evitar el deterioro de la planta; si planea utilizar las plantas obtenidas para un macizo, debe contar con un mínimo de seis ejemplares por metro cuadrado. Para las margaritas mayores, cuando las plantas necesitan una división de mata es recomendable hacerlo al final de la floración. La operación puede realizarse con una horca, levantando delicadamente la mata para evitar dañar las raíces. La división de los renuevos también es una operación delicada; el primer paso es sacar completamente la mata de la tierra con un cuchillo o un podón. A continuación hay que dividir la mata repetidamente para obtener varios renuevos; hay que asegurarse todas las hojas y raíces separadas estén en buenas condiciones.

Cuando haya terminado con la división de mata hay que pasar al paso siguiente, que es la preparación de la tierra. Esta etapa comienza por un buen arado en la ubicación original de la mata, justo antes volver a plantar los fragmentos extraídos. Luego hay que apisonar el suelo con los dedos y regar abundantemente, incluso si la tierra ya está mojada. Los renuevos restantes de margaritas pueden plantarse en otro lugar o en un semillero para hacerlas crecer. Antes de plantar los retoños se aconseja labrar y trabajar la tierra, eliminando las raíces superfluo, las maleza y las piedras de gran tamaño. Será necesario disponer de un trasplantador para plantar los renuevos, que deben ser enterrados hasta la base, dejando afuera hojas y raíces. Por último hay que apisonar el suelo y regar abundantemente.

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Publicado en Flores de primavera por Alejo el 07 Jul 2011