Algunas personas tienen que esperar años antes de que su orquídea florezca. Sin embargo, la orquídea es una planta resistente que sólo requiere de algunos cuidados especiales para florecer. Las especies más cultivadas en jardines o interiores son de origen tropical. Las variedades más fáciles de mantener son la Phalaenopsis o la Cymbidium, pero nada asegura que florezcan si se las descuida.

La mayoría de las orquídeas necesita cierta amplitud térmica entre el día y la noche; esto, junto con un ambiente húmedo, favorece la floración. Pero cuidado: la orquídea no soporta tener las raíces sumergidas en agua, ya que esta situación puede pudrir sus raíces.

Cómo cuidar de una orquídea

Para crecer, todas las plantas necesitan luz. Las orquídeas no son la excepción, pero se debe evitar la exposición directa a la luz solar, ya que las hojas se marchitan si están en contacto con el sol. Como de todas maneras necesitan una luz viva, es aconsejable instalar la orquídea en un lugar bien iluminado. La pieza en la que esté la orquídea debe tener una humedad elevada durante el día pero menor al 15% durante la noche.

El riego debe efectuarse con agua no calcárea más o menos cada diez días, o cuando el sustrato esté seco. Evite regar las flores y las hojas y dirija el agua hacia las raíces; es ideal rociar con agua de lluvia. Bañe la orquídea una vez por semana colocándola en un recipiente con agua. Déjele allí durante unos minutos, hasta que dejen de aparecer burbujas de aire en la superficie; esto permite humedecer las raíces.

El trasplante de la orquídea

Bien mantenida, una orquídea puede permanecer en la misma maceta durante 2 o 3 años. Luego de ese tiempo se la deberá trasplantar. Atención: el sustrato debe ser ligero porque las raíces de las orquídeas necesitan mucha aireación; el compost especial para orquídeas está adecuado a esta particularidad y está hecho con corteza de pino, entre otras cosas. El trasplante se realiza en general en primavera, cuando las plantas comienzan a vegetar. En cuanto al fertilizante, hay que suministrarlo una vez al mes y optar por abono especial para orquídeas; no hay que olvidar que se debe evitar la aplicación del fertilizante después de la floración.

También se debe tener en cuenta que las orquídeas no son inmunes a las enfermedades: pueden instalarse en ellas insectos dañinos como pulgones, ácaros o cochinillas, y en ese caso es necesario el uso de insecticidas para orquídeas.

Cómo hacer que una orquídea reflorezca

Hay dos técnicas para acelerar la floración de una orquídea. Al final de la primera floración, identifique sobre el tallo los brotes pequeños, llamados chupones; puede cortar el tallo por debajo de uno de los chupones. Esta medida favorecerá una floración aproximadamente dos meses más tarde.

Ya no aparecerán más chupones sobre el tallo después de una segunda floración: es el momento de cortar el tallo a la altura de las hojas; también puede esperar que se seque y entonces cortarlo. Luego sólo queda esperar la aparición de un nuevo tallo.

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Publicado en Guía de flores por Alejo el 15 Jun 2011