Originario de Asia, el pepino es una hortaliza que se puede utilizar cocida o cruda como ingrediente en varias recetas. Esta planta tiene la ventaja de ser fácil de cultivar y sólo requiere que se le apliquen algunas técnicas básicas para madurar correctamente. Ni el jardinero con experiencia ni el aficionado tendrán dificultades ​​para cultivar y mantener esta planta: sólo deben asegurarse de cumplir con el calendario de cultivo y procurarse el equipo adecuado. 

Perteneciente a la familia de las cucurbitáceas, el pepino es una hortaliza rastrera y trepadora que produce en su madurez la verdura del mismo nombre. Aunque habitualmente se la cultiva directamente en el huerto, el pepino también crecer primero en una maceta antes del trasplante en tierra. Los distintos tipos de pepinos pueden agruparse por tamaño: el pepino largo \”tipo holandés\”, de 25 cm o más; el pepino medio \”tipo francés\”, de 20 a 25 cm; y el pepino corto \”tipo español\”. Estos tipos agrupan por supuesto diversas variedades. 

Los pepinos de tipo francés suelen ser variedades alargadas de piel verde y lisa, de mucho rendimiento y sin amargor. La variedad Tanja, por su lado, es apreciada por su digestibilidad y su gran tamaño de hasta 35 cm de longitud, mientras que la variedad Marketer es requerida por su precocidad y su forma cilíndrica. El pepino blanco, por su parte, es estimado por su gusto suave y su color blanco. También existen variedades híbridas, como la Belcanto, resistentes a enfermedades, y otras como la Lemon que resultan muy originales por sus formas y colores atípicos. 

La técnica de cultivo del pepino 

Para el cultivo de pepino en maceta hay que realizar un hoyo de 2 cm de profundidad en la tierra de la maceta previamente fertilizada con estiércol, y luego hay que depositar de 3 o 4 semillas en primavera. Recúbralas luego con tierra y deje la maceta a cubierto, sin olvidar regarla regularmente. El trasplante en el huerto debe llevarse a cabo un mes y medio más tarde, con una separación de 70 cm entre cada planta. Por otro lado, la siembra directa en el huerto requiere tierra bien trabajada y estercolada, y debe realizarse en mayo, cuando el fuerte calor ayudará a que la planta crezca rápidamente y pueda resistir enfermedades. Para proceder hay que cavar hoyos de 20 cm de profundidad espaciados unos de otros por un 1m, en los que hay que sembrar de 3 a 5 semillas. Por último hay que cubrir con tierra, apisonar y regar abundantemente. Un aclareo debe ser previsto después de unos diez días antes de eliminar o trasplantar las plantas nuevas si ha crecido más de una semilla. También es posible comprar plantas de pepino en maceta en los comercios, luego de lo cual se procede de la misma manera que para el cultivo directo en el huerto. La poda debe ser realizada una vez que el pepino tenga cinco hojas. 

El tallo principal debe cortarse después de la 4a hoja, y lo mismo debe hacerse con los tallos próximos. Se recomienda conservar sólo cuatro pepinos por rama para garantizar un crecimiento óptimo. En 12 semanas ya aparecerán los primeros frutos, que deben cosecharse a medida que maduren.

El mantenimiento y tratamiento de las enfermedades del pepino

El mantenimiento del pepino requiere que se coloquen rodrigones para favorecer el crecimiento hacia arriba, facilitar la cosecha y ahorrar espacio. Con este fin, la instalación de una malla sostenida por dos postes permite que los zarcillos se aferren más fácilmente. Por otro lado, el pepino también se beneficia de un acolchado con un material tipo paja de lino para mantener la humedad de la tierra. Después de la cosecha será necesario limpiar el terreno mediante la eliminación de las plantas enfermas, que no deben ser usadas para realizar compost, aunque si se las quema sí se pueden esparcir las cenizas en el huerto porque son ricas en potasio. El riego debe hacerse regularmente, asegurándose de dejar que el terreno se seque entre riego y riego y evitando mojar las hojas.

Las variedades híbridas son las más resistentes a las enfermedades, mientras que las otras son más sensibles a afecciones como el moho polvoriento, cuyos síntomas son la aparición de manchas blanquecinas sobre las las hojas. Para remediarlo, el tratamiento consiste en aplicar un fungicida con azufre a la primera señal de enfermedad. Por otro lado, en un clima cálido y húmedo el pepino también puede verse atacado por el mildiu, que se se manifiesta por la aparición de una especie de vello blanco y marrón en los tallos y las hojas, que comienzan a secarse poco a poco. La aplicación de un fungicida comercial resolverá el problema si se lo trata a tiempo. Por último, el pepino también sufre con la presencia moscas blancas, pero alcanza con plantar caléndulas para espantarlas.

Algunos consejos extra para el cultivo de pepinos

Siempre que sea posible, el jardinero debe evitar la pulverización de agua sobre la superficie de las hojas del pepino, ya que el exceso de humedad favorece la aparición de enfermedades. Los sistemas de riego por goteo disponibles en los comercios son ideales para evitarlo. Del mismo modo, proceder a un mulching o acolchado del cultivo limita la aparición de malas hierbas, que pueden perturbar el el crecimiento normal del pepino. Por otra parte, es mejor para la planta cosechar los frutos sin esperar a que estén demasiados maduros. La cosecha debe realizarse a la mañana para evitar el gusto amargo.

Entradas relacionadas:

  1. Consejos y trucos para tener éxito en el cultivo de enredaderas de trompeta
  2. Cómo tener éxito en el cultivo y mantenimiento del melón
  3. Cómo tener éxito en el cultivo de eucaliptos
  4. El cultivo de plantas exóticas: trucos para tener plantas originales y estéticas en su casa o en la terraza
  5. Cómo tener éxito en el cultivo de cítricos en el jardín

Publicado en Hortalizas de verano por Alejo el 01 Sep 2011