Cultivado principalmente con fines culinarios, el ruibarbo es una hortaliza muy popular por sus bellos pecíolos carnosos. Sin embargo, gracias a las grandes hojas que posee, el ruibarbo también puede ser utilizada con fines ornamentales para embellecer parterres con su follaje verde. Fácil a mantener, esta planta originaria de Asia no presenta ninguna dificultad especial en lo que es de su cultura.

Cultivada por sus tallos comestibles, el ruibarbo es una planta del norte de Asia (Siberia) y del este de Europa (Ucrania), utilizada principalmente en cocina para la preparación de mermeladas o postres. Gracias a las numerosas propiedades de su follaje, el ruibarbo puede ser utilizado con fines muy diferentes, como la fabricación de insecticidas. Particularmente tóxicas en ingesta directa, las hojas de esta hortaliza nunca deben ser consumidas. Cosechada hacia el final de la primavera o al comienzo del otoño, el ruibarbo es también interesante por su alto contenido de vitaminas y fibras, que le confiere algunas propiedades purgantes. Aunque hay muchas especies de ruibarbo en los viveros, suele ser preferible privilegiar determinadas variedades tales como la valentino, la rojo oscuro o la Canadá Rojo. Para obtener mejores resultados conviene comprar el ruibarbo en viveros. Después de la plantación, se recomienda dejar que la planta crezca durante dos años antes de comenzar a efectuar cosechas regulares.

Las condiciones de cultivo del ruibarbo

Para lograr un desarrollo armonioso y buenas cosechas, hay que poner las plántulas de ruibarbo en un lugar poco soleado y ligeramente sombrío. Además, es imperativo que la tierra, sea fresca, bien drenada y generosamente enmendada con compost antes de la plantación. A fin de obtener un cultivo perfectamente satisfactorio, es importante plantar el ruibarbo en primavera, antes de que el calor se instale definitivamente, o en todo caso en otoño, antes de la aparición de las heladas. También es útil saber que, para crecer bien, el ruibarbo necesita estar profundamente arraigado en la tierra. Por lo tanto, al momento de plantar es preciso excavar agujeros bien profundos para que la ramificación sea más profusa. Por último, conviene regar bien alrededor de la planta recién plantada y dejarla descansar durante algún tiempo. Para obtener nuevas plantas, lo mejor es recurrir a la división de mata.

Mantenimiento del ruibarbo

Tras la aparición de las primeras hojas, el ruibarbo sólo requerirá un mantenimiento bastante limitado a lo largo del año. Lo primero es suprimir las malas hierbas que hayan eventualmente proliferado alrededor de la planta. En segundo lugar, es preciso verificar de manera regular que no se vea atacada por parásitos o insectos. Además, como el ruibarbo es especialmente florífero en verano, es importante asegurarse de eliminar toda nueva inflorescencia para que la planta pueda conservar toda su vitalidad y producir pecíolos aún más carnosos. En términos de riego, es necesario evitar regar con demasiada agua para reducir los riesgos de descomposición. También es aconsejable enmendar el suelo y enriquecerlo en la primavera para que los tallos de la planta se desarrollen bien. Por último, hay que saber que el ruibarbo es una planta rústica que soporta en general mucho mejor el frío que el calor. En consecuencia, no hace falta proporcionarle ningún cuidado particular durante toda la duración de la temporada de invierno.

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Publicado en Verduras por Alejo el 14 Oct 2011