Las flores del Crocus alegran céspedes y prados al comienzo de la primavera. Esta planta perenne muy resistente \”revive\” cada año después de dos floraciones: una, temprana, a principios de invierno, y otra, tardía, al final del otoño. El Crocus es apto para el cultivo en parterre, y se compra en bulbos en centros de jardinería. Existen muchas especies e incluso híbridos. Se trata de una planta fácil de plantar y son la alegría de los jardineros.

El Crocus es una pequeña planta bulbosa muy fácil de cultivar. Una vez plantada, una mata de Crocus no requiere más mantenimiento y florece cada año. A continuación usted encontrará una breve presentación de esta planta, y algunos consejos que le ayudarán a lograr los mejores resultados.

Descripción y origen

El Crocus es un género perenne de la familia Iridaceae, y es una planta bulbosa que no supere los 30 cm. Puede florecer muy temprano, al final del invierno, o tardíamente, en otoño. El color de la floración cambia de una variedad a otra, y puede ser blanco, morado, azul o amarillo. Algunos híbridos incluso dan flores variegadas, y existen unas 80 especies de Crocus en el mundo. Una especie de flores amarillas, Crocus sativus, es conocida por ser la fuente de la especia más cara del mundo: el azafrán. Esta célebre especia se obtiene a partir de sus estambres, y el nombre de la planta viene del griego \”krokos\”, que significa \”azafrán\”. El Crocus es originario de Asia y Europa, especialmente del área que se extiende desde el Mediterráneo hasta los Alpes. Algunas especies de Crocus son ligeramente tóxicas, lo que debe tenerse en cuenta para manipularlas.

Técnicas de cultivo

El Crocus es una planta que se puede cultivar durante todo el año. Sin embargo, para las especies que florecen en primavera (Crocus ancyrensis, Crocus angustifolius y Crocus gargaricus), el momento ideal para la plantación es en el mes de septiembre. De esta forma, las plantas arraigarán bien antes del invierno y tendrán una floración de calidad a principios de la primavera. Para las especies que florecen en otoño, se puede comenzar a plantar los bulbos a principios de julio. La tierra debe estar bien suelta, y se podrá enmendar con fertilizante granulado para plantas bulbosas. Este tipo de fertilizante contiene altos niveles de fósforo, necesario para una buena floración. Si el suelo es pesado o arcilloso, usted podrá agregar arena gruesa y compost. Al Crocus le gusta la luz, pero puede adaptarse a un terreno con sombra parcial y crece bien como bordura de macizos o al pie de un árbol. Cuando llegue el momento de la plantación, realice hoyos de una profundidad de 5 a 10 centímetros separados por la misma distancia. La plantación de grupos irregulares de 20 a 100 plantas suele dar efectos espectaculares cuando llega la floración. Plante los bulbos, cúbralos con tierra y luego riéguelos abundantemente. También será posible cubrir el terreno con un acolchado orgánico para proteger los bulbos del frío durante el invierno. El mulching también ayudará a reducir la evaporación y mantener la humedad constante del suelo.

Mantenimiento de los Crocus

Una vez plantado, el Crocus ya no requiere cuidados especiales. Eventualmente, un riego parsimonioso puede efectuarse en verano, para que la tierra no se seque por completo. El riego no es necesario e incluso se lo desaconseja para los Crocus que florezcan a finales de invierno. En efecto, la humedad del suelo puede aumentar el efecto del frío y matar el bulbo. Las floraciones precoces se producen en sitios soleados, donde la nieve se derrite más rápidamente en primavera. Al final de la floración, deje que la planta se marchite en el lugar. Este es el período en que se reconstituyen las reservas para el año siguiente, y la pérdida temprana de las hojas puede serle fatal. Si se lo deja en este emplazamiento, la mata de Crocus estará lista para florecer de nuevo la temporada siguiente. También es posible propagarlo por división de la mata, o plantar otra variedad para combinar distintos tonos de color.

El Crocus en maceta

El Crocus puede igualmente plantarse en maceta. Esto lo hace capaz de aportar un toque de color a principios de año, ya que se lo puede forzar a florecer en pleno invierno. Para ello, basta con simular el inicio de la primavera variando la temperatura y las condiciones de luz. Los bulbos pueden ser plantados en octubre o noviembre. Es preferible utilizar tierra ligera y con buen drenaje. Una mezcla compuesta de tierra vegetal de consistencia media (limo), un tercio de tierra de plantación y un tercio de arena gruesa será ideal. A esto se podrá agregar un poco de fertilizante para plantas bulbosas. Luego hay que conservar la maceta en un lugar fresco y oscuro, preferiblemente a una temperatura de 4°C. No es necesario el riego durante los dos meses siguientes, excepto para evitar que el sustrato se seque completamente. Cuando el bulbo comience a germinar se podrá colocar la maceta en un lugar más iluminado, manteniendo la misma temperatura. También se puede dejar la maceta al aire libre en sombra parcial. Después de un mes, los Crocus estarán listos para florecer. La maceta debe ser entonces llevada al interior y mantenida a una temperatura moderada de 15°C, a la luz. Los botones florales harán eclosión a los pocos días. De esta forma, la floración puede durar de 1 a 2 semanas. Mediante la combinación de diferentes variedades más o menos precoces, usted podrá obtener floraciones durante casi dos meses.

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Publicado en Flores de bulbo por Alejo el 13 Jul 2011