El cuidado de las plantas comienza ya desde su plantación en un ambiente que satisfaga sus necesidades de crecimiento, y continúa a través del riego, el trasplante y la aplicación de fertilizantes para que crezcan bien. También es importante darles un cuidado diario, favoreciendo el desarrollo de las ramas o mediante la aplicación de insecticidas para luchar contra las enfermedades que pueden atacan las hojas y los tallos. 

La temperatura, la luz, el agua, los nutrientes y el cuidado periódico son otros factores a considerar en el desarrollo de la planta. En resumen, deben crearse las condiciones favorables para que prosperen.

Las herramientas adecuadas para cuidar de sus plantas

Para proporcionar a las plantas las condiciones propicias para su desarrollo, es importante contar con buenas herramientas, comenzando por la elección de las macetas. Prefiera macetas de plástico o de terracota, ya que la mayoría de las plantas no se adaptan a las de cerámica (que no son porosas como las de barro cocido). Otra posibilidad es utilizar bandejas con reserva de agua, que permiten que el sustrato absorba el agua cuando el tiempo es seco en función de sus necesidades. También es posible recoger agua de lluvia en los platos vendidos con las macetas, pero no deje que el agua se estanque, ya que las raíces podrían pudrirse.

Para mantener sus plantas es igualmente recomendable disponer de un termómetro, y así asegurarse de que la temperatura ambiente es propicia para sus plantas. También necesitará una regadera, que servirá además para la distribución de soluciones de fertilizantes, y un spray para las plantas como el ficus, a las que conviene hidratar las hojas.

El riego y los fertilizantes, esenciales para el desarrollo de la planta

El riego compensa la pérdida de agua por evaporación y evita que la tierra de la maceta se seque. Nunca se debe regar en exceso, para evitar el anegamiento y la pudrición de las raíces.

Una aplicación semanal de abono es suficiente para el desarrollo de la planta, y se puede suministrar en forma de polvo, de bastoncillos a enterrar en la maceta o de soluciones líquidas especiales. Las plantas debilitadas se pueden revitalizar rociando una solución de fertilizante en las hojas. Con este método, la absorción es instantánea. No se deben aplicar fertilizantes cuando la planta está en reposo (especialmente en otoño) o cuando está enferma.

El mantenimiento de la planta

Durante su crecimiento, es posible que la planta necesite ser sostenida por un rodrigón, pero hay que tener cuidado de no apretar demasiado las ligaduras. También es necesario trasplantar anualmente la planta a una maceta dos veces más grande que la anterior. Aproveche la oportunidad para sustituir la tierra, enriquecerla y podar las raíces. Luego riegue la planta y colóquela un par de semanas a la sombra. Esta operación debe hacerse en la primavera.

El follaje sale de los tallos, así que hay que pellizcar su parte superior si se quiere obtener una planta más tupida. El tallo se desarrollará luego en varios ramos.

La planta también puede verse amenazada por enfermedades y plagas de insectos, que pueden obstaculizar su desarrollo. Así, conviene utilizar insecticidas y/o fungicidas para hacer frente a pulgones, moscas blancas, arañas rojas y trips. Las cochinillas, que son difíciles de eliminar, pueden ser sacadas con un palo.

La frescura de la planta también puede mantenerse sacando el polvo con un paño húmedo. De hecho, el polvo impide la fotosíntesis y obstruye los poros de las hojas. También se puede hacer que las hojas brillen rociándolas o impregnándolas con productos abrillantadores.

El trasplante de las plantas

Se debe saber que toda planta necesita ser replantadas después de dos años, preferiblemente en una maceta más grande. Para ello, retire suavemente la planta de la maceta de origen, elimine las raíces enfermas y deseche la tierra vieja. Luego ponga la planta en la nueva maceta, teniendo cuidado de dejar previamente el recipiente en agua durante la noche si es de terracota. A continuación, coloque una capa de grava y bolas de arcilla en el fondo de la maceta para ayudar drenaje, y luego agregue la tierra y coloque la planta. El trasplante debe hacerse en primavera o en otoño.

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Publicado en El cuidado de las plantas por Alejo el 14 Jun 2011