Los pepinos y los pepinillos, más allá de su tamaño respectivo, no presentan mayores diferencias y son prácticamente idénticos. Esto es lógico, ya que se trata de la misma planta, Cucumis sativus; sólo divergen en que los pepinillos se cosechan antes de la maduración. Así, el jardinero tiene la opción de adelantar la cosecha para obtener pepinillos, o esperar a la maduración y obtener pepinos.

Antes de embarcarse en el cultivo de pepinillos, es importante que el jardinero posea conocimientos básicos sobre la planta, cuyo nombre científico es Cucumis sativus y es una planta herbácea de la familia de las cucurbitáceas originaria de Asia. Los pepinillos, pepinos cosechados antes de término, son ideales para ser consumidos como condimento, para sazonar y dar gusto a diversos platos. Para prepararlos, el cocinero frota ligeramente con un paño o bayeta los pepinillos para quitarles las pequeñas puntas negras, y los deja algunas horas en sal gruesa. Luego se los pone en un frasco, se los cubre con vinagre blanco y se los deja encurtir. También es posible añadir estragón, cebolla, ajo, laurel, tomillo, clavo y/o pimienta negra. El condimento obtenido se utiliza para acompañar embutidos, fiambres y ensaladas. Hay varios tipos de pepinillos reconocidos por su calidad, entre otros: Fino de Meaux, Pequeño Verde de París, Mejorado de Bourbonne, Verde de Massy, Vorgebirge y Wisconsin.

La técnica para el cultivo de pepinillos

Para cultivar pepinillos es conveniente preparar especialmente una parte del jardín. El cultivo debe realizarse idealmente en un espacio claro y soleado, ya que el calor es muy positivo para los pepinillos, al contrario del frío. En efecto, la planta de pepino se desarrolla mejor con temperaturas altas. Para un desarrollo óptimo de las raíces y un crecimiento normal de la planta, las fases de siembra y crecimiento necesitan temperaturas de entre 24 y 26°C. En otras palabras, se trata de una planta de verano. Por debajo de 12°C el cultivo no es viable, y tampoco en temperaturas muy altas (por encima de 40°C) o en climas muy húmedos. El suelo, por su lado, debe haber sido preparado antes de la siembra: se recomienda su labrado y la fertilización con humus o abono descompuesto. Hay que evitar sin embargo el uso de fertilizantes concentrados, que no es apropiado para estas plantas. Los siembra debe realizarse en primavera, es decir de mediados de marzo hasta mediados de junio, y la cosecha durante los meses de junio a octubre.

La siembra directa es la técnica ideal para llevar a cabo entre los meses de mayo y junio, aunque la plantación en invernadero es posible desde el comienzo de la primavera. Para la siembra directa hay que trazar líneas en el suelo, dejando una separación de 1 metro entre ellas. A continuación hay que plantar cada 2 metros estacas de metal o madera a lo largo de estas líneas. Luego hay que instalar una cerca de malla de 1,50 m, a la que se fijará el tallo de la planta a medida que crece; esto proporcionará un soporte adicional, ya que la planta se cuelga además con sus zarcillos. La siembra debe realizarse siguiendo la técnica del hoyo de siembra, que consiste en cavar surcos rectos de hasta 3 cm de profundidad, y depositar en ellos cuatro semillas cada 0,5 m. Los pepinillos pueden ser cosechados cuando alcanzan un tamaño de 7 a 8 cm, unos 3 o 4 meses después de la siembra, preferentemente temprano en la mañana. Cuando las plantas tienen de dos a tres hojas hay que seleccionar la mejor de cada hoyo. Si se opta por la siembra en invernadero hay que colocar 4 semillas por maceta y mantener una temperatura mínima de 20°C. Luego de un mes hay que trasplantar en tierra las mejores plántulas, dejando 0,5 de espacio entre cada una, y luego seguir las indicaciones para la siembra directa a partir de la colocación de las estacas de metal o de madera.

El mantenimiento de los cultivos de pepinillos

Para obtener pepinillos de buena calidad, hay una operación que se debe realizar con el fin que los tallos se ramifiquen de la mejor manera. El primer paso, cuando la planta tiene 5 hojas, consiste en cortar el tallo principal justo después de la cuarta hoja, y hacer lo mismo con los nuevos tallos. Luego, cuando los pepinillos se están formando, hay que pellizcar el tallo con los dedos por encima de la hoja inmediatamente posterior a los frutos. Los pepinillos no madurarán todos al mismo tiempo, por lo que se los debe recoger a medida que estén listos. Las plantas necesitarán un riego medio en términos de cantidad pero regular, en la mitad del día. Hay que evitar las salpicaduras de agua sobre las hojas, ya que esto abre la puerta a diversas enfermedades como el mildiu y el oídio. Las plantas ya afectadas deben ser tratadas con un fungicida a base de azufre. Los ataques de pulgones negros, por su lado, se combaten con un anti-pulgón a base de pelitre.

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Publicado en Crear un huerto por Alejo el 15 Jun 2011