El olivo es un árbol frutal de la familia de las Oleáceas, y puede alcanzar los 4 metros en la edad adulta. La recolección de aceitunas se lleva a cabo desde septiembre hasta diciembre. De naturaleza resistente, este árbol soporta todos los suelos. El cuidado más importante que debe recibir es la poda, que se divide en tres tipos: estética, de fructificación, de formación y de regeneración. También es importante protegerlo de parásitos y enfermedades.

El olivo soporta en general todos los tipos de suelo, incluso los más pobres, a causa de su gran resistencia. Sin embargo, las tierras arcillosas no le convienen demasiado, ya que retienen la humedad, lo que puede pudrir las raíces. Por lo tanto, si decide plantar el olivo en un suelo rico en arcilla y calcáreo, es aconsejable colocar grava en el fondo del pozo para drenar el exceso de agua. Por otra parte, el olivo tampoco tolera bien los lugares fríos situados cerca de un río o a 300 metros sobre el nivel del mar, especialmente en los meses inmediatamente posteriores a la plantación. Para que el árbol se desarrolle entonces lo mejor posible, es indispensable preparar el suelo de cultivo antes de la plantación o el trasplante. Para ello, cave un agujero a una profundidad de entre 0,5 m hasta 1 m, dependiendo del tamaño de las raíces. En segundo lugar, extienda una capa de grava para facilitar el drenaje, y luego coloque una capa de mantillo que contenga 100 gramos de guano fosfatado. Por último, cubra todo con tierra. Lo que de ninguna manera debe hacer es irrigar el hoyo que albergará el olivo, y hay que dejarlo descansar algunas semanas antes de la plantación. También es posible trasplantar un olivo comprado en maceta. Para ello hay que cavar un hoyo que triplique la profundidad y la anchura del contenedor. A continuación hay que ablandar un poco la tierra del hoyo, ya que eso facilitará la reanudación del crecimiento del árbol. No agregue todavía abono a la tierra: un riego abundante será suficiente al principio. Si el suelo está demasiado húmedo en el momento del trasplante, vierta guijarros y arena en el agujero. No hay que plantar el olivo en el fondo del hoyo para evitar que las raíces se sequen rápidamente. Al cerrar el agujero, riegue abundantemente para que la tierra envuelva el cepellón proveniente de la maceta. No olvide colocar un rodrigón para que la planta no se tuerza.

El mantenimiento de un olivar

Si usted es dueño de un olivar, debe haber de 6 a 8 metros de diferencia entre cada uno de los árboles. El riego es fundamental para el cuidado del olivo independientemente de su edad, pero como no soporta bien el exceso de humedad es mejor prever un riego moderado pero regular, para mejorar la calidad y la cantidad de los frutos. Una buena irrigación es esencial para el desarrollo del árbol y el crecimiento de brotes. Se puede evitar que las malas hierbas invadan el espacio alrededor de cada olivo cubriendo el suelo con un celofán de color negro de una superficie de un metro cuadrado. Realice agujeros espaciados a lo largo del celofán para que la lluvia no se evapore sino que que chorree progresivamente hacia la base del árbol. Asegure el celofán con piedras para que el viento no lo desplace.

Los diferentes tipos de poda para el mantenimiento del olivo

Es indispensable podar el olivo, por un lado para airearlo y que esté expuesto al sol,  y por otro lado para facilitar el mantenimiento de cada rama de olivo. Proceder regularmente a una poda de ramas le permitirá cosechar aceitunas de un bon calibre, y la recolección será aún más fácil. En cuanto a la poda estética, es mejor realizarla luego del frío en febrero y marzo. En primer lugar, hay que eliminar los retoños que crecen en la base del tronco, así como las ramas que se inclinan hacia el pie del árbol. A continuación hay que retirar las hojas marchitas para oxigenar las partes ocultas del árbol. También hay que proceder a una poda de formación cada tres años para remodelar la estructura del olivo. Para ello hay que cortar los brotes nuevos que están en la rama principal, sin eliminar las ramas que están en la parte superior de los tallos, ya que constituirán las futuras ramificaciones. Si el olivo mide más de un metro, no toque las yemas apicales de los tallos. Cuando el árbol tenga tres años de edad, usted podrá podar las ramas de nuevo y repetir el mismo proceso de poda de formación. En cuanto a la poda de fructificación, consiste sobre todo en estimular la ramificación del olivo, cortando los tallos que ya han dado flores, lo que favorecerá a los que producirán los frutos para la próxima cosecha. Es importante saber que cuanto más cerca esté un tallo secundario del principal, mejor será la calidad de las aceitunas que produzca. Efectivamente, un tallo joven y sano es fértil. La talla de fructificación es la ocasión para eliminar los chupones, que fatigan al árbol y chupan la savia que debería alimentar el olivo. Cada año deben eliminarse las ramas que están pegadas al tronco del árbol. También hay quitar las ramas orientadas hacia abajo: esto permitirá que circule el aire y facilitará la polinización. La poda de fructificación se efectúa cada dos años o como máximo después de tres años. La poda de regeneración, por su lado, hay que realizarla sólo si el olivo está dañado o es muy viejo. En ese caso, es el momento de rejuvenecer el árbol mediante una poda de tallos viejos y enfermos, en beneficio de quienes aún se encuentran en buen estado de salud. Los tallos a eliminar suelen crecer al pie del árbol.

Enfermedades y parásitos del olivo

La fumagina aparece en las hojas del árbol en forma de manchas negras polvorientas que ahogan el árbol. Trate esta enfermedad mediante la pulverización de caldo bordelés en marzo. El repilo del olivo (Spilocaea oleagina) es el peor enemigo de este árbol, y ataca tanto los frutos como las hojas. El caldo bordelés también puede utilizarse como tratamiento preventivo. La tiña y la mosca del olivo son los parásitos que invaden el de olivo cuando hace buen tiempo; la aplicación de insecticida alcanzará para alejarlos. Sin poda de regeneración, los árboles viejos pueden verse aún más debilitados por una plaga de barrenillo del olivo. El caldo bordelés puede remediarlo. El tratamiento será el mismo en el caso de la cochinilla.

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Publicado en Arboles y arbustos por Alejo el 14 Jun 2011