La mayoría de las veces, los aficionados a la jardinería se abstienen de cultivar debido a lo exiguo de su terreno. Es una pena, porque es perfectamente posible instalar un jardín incluso en un pequeño espacio. Varias técnicas de plantación y siembra permiten esta posibilidad. Además, muchas variedades de hortalizas crecen muy bien incluso en pequeños cuadros, por lo que es esencial elegir bien las plantas a cultivar y planificar el cultivo.

Ciertamente, establecer un huerto sobre un terreno exiguo no es tan fácil como hacerlo en un espacio más amplio. Sin embargo, no es para nada imposible, y permite incluso obtener buenas cosechas, bonitas y variadas. Para ello, es primordial mantener la calidad del suelo, a través de enmiendas, de suministros frecuentes de abono y asegurando una escarda regular. En segundo lugar, para ganar un poco de espacio, se recomienda plantar en filas, lo que evitará tener que prever pasillos. Por último, se deben planificar los cultivos en función del ritmo de crecimiento de las plantas y de su compatibilidad. Se trata entonces de combinar adecuadamente hortalizas de crecimiento más y menos rápido y de mayor o menor altura.

La elección de las hortalizas a plantar en un huerto exiguo

Cuando falta espacio, sólo una buena planificación de las plantas a cultivar permite optimizar su utilización. La técnica de las siembras sucesivas conviene perfectamente a este fin. Ésta consiste en combinar el ritmo de crecimiento de las hortalizas para obtener producciones sucesivas en el tiempo, teniendo en cuenta las variedades y las estaciones de cultivo. El cultivo de lechugas constituye un buen ejemplo: de abril a septiembre, se la puede sembrar cada tres semanas. Al proceder así, las cosechas se escalonan en el tiempo y conservan un ritmo regular a lo largo del período de cultivo. Esta técnica funciona con cualquier tipo de hortaliza: zanahoria, rábano, nabo, judías verdes, etc. Se trata simplemente de respetar las temporadas de cultivo. Por otra parte, una plantación mixta constituye otra forma de optimizar el espacio de su huerto: hay que asociar en una misma siembra y en las mismas filas hortalizas compatibles. El caso de la zanahoria y el rábano es un buen ejemplo: plantando ambas verduras al mismo momento, los rábanos podrán ser cosechados primero, lo que permitirá el buen desarrollo de las zanahorias. De manera similar, las judías trepadoras y el maíz pueden cultivarse juntos.

La elección de la técnica de cultivo para un huerto exiguo

La técnica de los cultivos intercalares, que consiste en plantar juntas hortalizas de crecimiento más o menos rápido, conviene para un terreno exiguo. Por otro lado, adaptar los cultivos según la altura de las plantas también figura entre las técnicas de optimización del espacio en el huerto. Proceder así permitirá tener una vista clara y dará impresión de espacio, a pesar de lo exiguo del terreno. Para ello, se aconseja cultivar las plantas altas en las partes central y posterior del huerto, y dejar las hortalizas de follaje bajo para la parte delantera. Por otro lado, el efecto de cascada creará una impresión de amplitud, además de permitir una mayor cosecha y dar un mejor aspecto de conjunto.

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Publicado en Los huertos particulares por Alejo el 18 Oct 2011