Para el uso de plaguicidas, es indispensable contar con el equipo de jardinería adecuado, y por buenas razones, no sólo para tener un resultado satisfactorio sino también por una cuestión de seguridad. En términos de seguridad, es obligatorio el uso de mascarilla y gafas protectoras y de guantes y botas de goma. En cuanto al equipo de trabajo, será necesario contar con una regadera o un pulverizador, un dosificador y una espátula.

El uso de herbicidas permite luchar contra las malas hierbas y reduce en gran medida las tareas de escarda. Existen varios tipos de herbicidas, que pueden agruparse en dos grandes categorías de acuerdo a sus especificidades. La primera categoría incluye a los herbicidas selectivos, que sólo eliminan las malas hierbas sin dañar a las otras plantas. La selectividad de los herbicidas es especialmente útil en el caso de cultivos intercalados. Lo importante será asegurarse de que entre los herbicidas a utilizar hay por lo menos uno que sea selectivo para cada planta. Hay diferentes tipos de herbicidas selectivos, cuyo uso depende del tipo de malas hierbas que se busque combatir. Los herbicidas para césped, por ejemplo, no se aplican en las raíces sino en las hojas. Los herbicidas totales, el segundo grupo de estos productos, pueden eliminar o impedir el crecimiento de todas las plantas indiscriminadamente. Este tipo de herbicidas se pueden aplicar en diversos momentos del ciclo de cultivo, y pueden utilizarse como tratamiento localizado o masivo.

La acción, el tipo de tratamiento y el período de aplicación de los herbicidas

Como para los herbicidas selectivos, la elección del producto depende de la especie a eliminar. Para destruir especies perennes, por ejemplo, se proponen herbicidas sistémicos como el sulfosato o el glifosato. En el caso de una vegetación constituida de plantas anuales, los productos de contacto como el glufosinato de amonio son suficientes para destruirla. Los diferentes tipos de herbicidas actúan de forma diferente, y por ello deben ser elegidos según el resultado deseado. Hay, por ejemplo, herbicidas que penetran en las raíces, que deben aplicarse sobre el suelo y se introducen por las raíces, las plántulas o las semillas. Los herbicidas que se aplican sobre el follaje, por su lado, penetran a través de los órganos aéreos de la planta, es decir las hojas y los tallos. La acción de los herbicidas de contacto, en cambio, es a nivel de los tejidos y después de la penetración. Esta variedad de herbicidas no migra de un órgano a otro. Los herbicidas sistémicos actúan también después de la penetración, pero migran de órgano a órgano. En cuanto a los tipos de tratamientos aplicados, por lo general hay tres cuya aplicación masiva se lleva a cabo sobre toda la parcela para cultivar, mientras que la aplicación localizada se hace en una parte localizada del suelo. Por último, la aplicación dirigida se realiza generalmente con un herbicida selectivo. Las variedades de herbicida también difieren en el período de tratamiento. Los herbicidas pre-siembra se aplican después de haber preparado el terreno y antes de sembrar, mientras que los post-siembra se aplican justo después de sembrar. En cuanto a los herbicidas de preemergencia y de post-emergencia, se utilizan respectivamente antes y después del despunte de la planta, tanto de las malezas como de los cultivos. En cuanto a los herbicidas de postemergencia temprana, se aplica cronológicamente entre el despunte de las malezas y el despunte de los cultivos. Este tipo de tratamiento combina un herbicida de preemergencia y uno de post-emergencia.

Los insecticidas

Los insecticidas han sido desarrollados con el objetivo de eliminar los insectos que pueden dañar el cultivo. Diversas variedades de insecticidas están presentes en el mercado y se diferencian de acuerdo a sus modos de acción. Entre ellos se incluyen por ejemplo los insecticidas sistémicos, los insecticidas de contacto y también los que atacan el sistema nervioso. Se pueden clasificar de acuerdo a su acción sobre el insecto. Hay insecticidas naturales que son absorbidos por la planta y circulan en la savia. Los insectos que chupan la savia de la planta tratada morirán inmediatamente. Los insecticidas de acción directa, por su parte, actúan como su nombre lo indica directamente sobre el insecto. Para que sean eficaces, se deben regar todos los rincones de la planta.

El uso de insecticidas según las especies de insectos

La composición de algunos insecticidas ha sido especialmente elaborada en función de la especie de insectos dañinos para la planta. Además, el modo de empleo de estos insecticidas también difiere en función de las especies a eliminar. Los hormiguicidas, por ejemplo, contienen una sustancia que atrae a estos insectos y que una vez transportada al hormiguero actúa como un veneno eliminando toda la colonia. Usted puede rociar el producto directamente en el hormiguero o en el camino recorrido por las hormigas. Las hormigas son dañinas para las plantas porque conducen los pulgones a las ramas de los árboles. Para eliminar las babosas que se alimentan de las plantas, debemos optar por un insecticida resistente a la lluvia.

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Publicado en Los productos para el jardín por Alejo el 14 Jun 2011