Usted descubrirá aquí las exigencias y límites de un estanque, desde los estudios preliminares hasta la realización, incluyendo las precauciones para garantizar la supervivencia de todos los seres que vivirán allí. Por supuesto que los estanques cambian según las estaciones y las regiones, pero todos aportan un aire romántico, refrescan y mejoran la estética del jardín.

Un estanque es una fuente de vida acuática tan intensa como variada, y su instalación en un jardín será un elemento decorativo y relajante apto para todos los tipos de espacios verdes. Ya sea con o sin bomba, será una verdadera atracción para los niños, que adorarán alimentar a los peces mientras los padres velan por el desarrollo de flores y plantas. Si su diseño inicial se ha desarrollado bien, este hábitat se convertirá en un medio ambiente equilibrado que se desarrollará y funcionará con total autonomía. El estanque traerá una verdadera armonía dando la imagen de una charca natural. Hay varios tipos de estanques prefabricados de poliéster reforzado con fibra de vidrio con plástico, y pueden ser de diferentes tamaños y formas. La instalación es muy simple y rápida, aunque lleva un poco de esfuerzo.

La elección del lugar para el estanque

Un estanque necesita la luz del sol durante unas 5 o 6 horas al día. Esto determinará en gran medida su ubicación, y la necesidad de sol también estará afectada por su profundidad. Sin embargo, cabe destacar que una subida de la temperatura rápida y marcada en verano es perjudicial para la supervivencia de los peces. Por ello es conveniente incluir plantas acuáticas como los nenúfares, bajo los cuales pueden protegerse los peces cuando hace mucho calor. Se debe evitar construir el estanque cerca de un árbol, ya que las hojas caídas provocan la formación de cieno. Tampoco hay que instalarlo en una depresión del terreno, ya que se corre el riesgo de que se llene de agua que chorree desde el jardín, lo que contaminaría este espacio de descanso. La red eléctrica y de alimentación de agua no deben estar lejos ni ser de difícil acceso, ya que esto encarecería el estanque.

Los trabajos de cimentación y el llenado

Como usted deberá cavar, es útil considerar primero qué hará con la tierra extraída. Hay que comenzar por cavar círculos concéntricos en el suelo a partir de la parte que será menos profunda. Es mejor crear cuatro niveles, que medirán entre 10 y 30 cm cada uno. La parte más honda tendrá entonces una profundidad de entre 60 y 90 cm; el sector más superficial se reservará a las plantas del borde y tendrá una profundidad de 10 a 20 cm. Para una mayor protección, es conveniente cubrir el fondo con un fieltro para estanques antes de desplegar la lona, que debe extenderse lo más posible, aunque la presencia de pliegues sea inevitable. Para evitar que una piedra pueda perforarla, se recomienda colocarla sobre una capa de arena de 5 cm de espesor. A continuación hay que llenar lentamente el estanque con agua para que la lona quede bien pegada a las paredes. Para el acabado, cubra los bordes con piedras, que pueden ser cantos rodados para camuflar mejor la lona.

Algunos consejos para el mantenimiento del estanque

Hay algunos consejos e informaciones sumamente útiles que pueden ayudarle a mantener su piscina. Así, conviene saber que, en períodos de altas temperaturas, el agua de su piscina puede volverse verde. Esto se debe al desarrollo de algas microscópicas unicelulares, que no son peligrosas para los seres vivos del estanque. Para remediarlo, utilice una lámpara UV, que debe funcionar a toda hora; los primeros resultados serán visibles después de 2 semanas. Luego de un duro invierno, en cambio, se suele observar el desarrollo de algas filamentosas, que pueden provenir de residuos vegetales, de un exceso de peces o de la falta de plantas acuáticas. Aunque se trata de un fenómeno normal e inofensivo, puede evitarse mediante un buen sistema de filtración. Por otra parte, a lo largo de los meses y los años, el estanque puede acumular residuos provenientes de vegetación en descomposición, excrementos de peces y restos de comida. Es entonces necesario el uso de un sistema de limpieza por oxidación, que consiste en la utilización de la filtración biológica a través de bacterias aerobias. La presencia de bacterias en el estanque es indispensable, ya que purifican el agua y se adaptan a la contaminación. Sin embargo, después de limpiar el filtro, estas bacterias pueden desaparecer y pueden proliferar los nitritos. Como solución, se recomienda cambiar 2/3 del volumen de agua y comprobar si el sistema de filtración instalado se adapta bien al estanque, que por otra parte necesita siempre una buena oxigenación. Para ello pueden utilizarse diferentes métodos: una cascada, un difusor de aire o plantas oxigenantes.

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Publicado en Guía de decoración por Alejo el 19 Jul 2011