La adelfa: plantación, mantenimiento, tamaño y propagación
La adelfa es un arbusto ornamental nativo de la región mediterránea y de una parte de Asia. Es una planta venenosa mortal de la familia Apocynaceae. A pesar de esta toxicidad, se planta en setos en exteriores en zonas con inviernos suaves y se cultiva en maceta en los climas más fríos. La adelfa se beneficia particularmente del sol y el calor. Es una planta que tolera el mal el frío y se congela irremediablemente a menos cinco grados.
A continuación, algunos consejos sobre los métodos de cultivo y las técnicas para el mantenimiento de la adelfa.
Descripción y generalidades sobre la adelfa
La adelfa es un arbusto que crece en forma natural en la región del Mediterráneo y en una parte de Asia, incluyendo a Japón. Es un arbusto de hoja perenne estrechas y lanceoladas. Aunque alcanza un altura de 5 metros en la naturaleza, raramente excede los dos metros en condiciones de cultivo. Se lo planta por sus flores fragantes y muy decorativas, que florecen de mayo a octubre. Estas flores pueden ser de muy variado colorido: rojas, blancas, amarillas… La adelfa pertenece a la familia Apocynaceae. Es una planta muy tóxica que conviene tener alejada de niños pequeños y mascotas.
Técnicas de cultivo y mantenimiento de la adelfa
La adelfa se planta entre octubre y abril. Es una especie heladiza que sólo puede plantarse en tierra en regiones donde el invierno es suave. En otros climas debe ser plantada en macetas o bandeja, y debe pasar el invierno en interiores o en invernadero frío. De esta forma, la planta podrá disfrutar del sol en la terraza o la veranda desde la primavera hasta el otoño, y estar protegida de las heladas en invierno. Elija una tierra de plantación ligera, rica en humus y con un buen drenaje, ya que las raíces de la adelfa sufren con la humedad estancada: puede utilizarse mantillo para plantas de interior o una mezcla de tierra de brezo, tierra para plantación y tierra de jardín. Hay que evitar los suelos arcillosos, y si es necesario se puede enmendar el sustrato con un fertilizante multiuso como el 20-20-20.
Los esquejes pueden ser preparados en otoño y replantados en primavera. También es posible adquirir estacas enraizadas de adelfa en los centros de jardinería. Existen cientos de variedades e híbridos que pueden ser utilizados para realizar diversas composiciones florales. Riegue a fondo después de la puesta en maceta, pero recuerde que un buen drenaje es importante. La adelfa es una planta muy robusta que se recupera fácilmente después de la plantación. No descuide el riego: en maceta, puede ser necesario regar todos los días, mientras que en la tierra alcanza con un riego cada cuatro o cinco días. La adelfa necesita sol y calor, por lo que en un apartamento debe estar cerca de una ventana orientada al sur. La temperatura ideal para su crecimiento es de entre 20 y 24°C, pero la planta puede soportar temperaturas más altas.
Durante los períodos de crecimiento activo, es decir, de abril a octubre, se recomienda suministrar fertilizante cada 15 días. Asegúrese de que la tierra permanezca húmeda. En invierno hay que reducir el riego y suspender el aporte de fertilizante. La adelfa debe entrar en una fase de reposo anual para poder florecer en la primavera siguiente. Una temperatura por debajo de 15°C desencadena la latencia. Sin embargo, la temperatura no debe ser inferior a 7°C, ya que temperaturas demasiado bajas podrían dañar permanente la planta. En invierno, la adelfa necesitará un acolchado para proteger del frío sus raíces y su follaje, mientras que en verano es aconsejable regar abundantemente si hace mucho calor, preferentemente por la tarde o la noche para evitar la evaporación .
La poda y el estaquillado de la adelfa
La adelfa plantada en tierra se poda a principios de la primavera, cuando la planta comienza a despertarse. Para las plantas en bandeja o maceta, en cambio, la poda debe ser realizada de preferencia en el otoño justo después de la floración, antes de llevar la planta al interior. La poda le da vigor a la planta, al mismo tiempo que le proporciona una forma más compacta. Finalmente, la poda favorece una floración más abundante. Las ramas deben ser podadas a 1/3 de su longitud, pero los ramos que hayan florecido deben ser cortados por la mitad. En primavera, las ramas heladas y ennegrecidas deben ser podadas. No dude en reducir fuertemente la mata si es necesario, aunque la floración es menos abundante después de una poda severa.
Las ramas cortadas pueden servir para la preparación de esquejes; sin embargo, se recomienda efectuar el estaquillado en agosto. De ese modo, los esquejes tendrán tiempo de echar raíces en el otoño y tomar fuerzas durante el invierno, y estarán listos para el trasplante en la primavera. El estaquillado en agua de la adelfa es muy fácil. En primer lugar, extraiga ramos terminales de unos quince centímetros de largo; quite todas las hojas de la base, deje sólo las cuatro hojas superiores, y córtelas por la mitad. Sumerja los esquejes en un vaso de agua, manteniendo las hojas fuera del líquido; las raíces aparecerán muy rápidamente. Estos esquejes serán luego puestos en maceta en espacio claro, cálido y húmedo, al abrigo del sol.
Enfermedades de la adelfa
A pesar de la toxicidad de sus hojas, la adelfa puede ser atacada por áfidos, trips y cochinillas. Tampoco es inmune a enfermedades como el chancro, la sarna o la ascoquita (hongos). La pulverización con mezcla de Burdeos en primavera y otoño se recomienda como medida preventiva. La aplicación de tratamientos curativos, insecticidas o fungicidas, puede a veces ser necesaria.
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Publicado en Flores de verano por Alejo el 15 Jul 2011