La pasionaria o pasiflora (nombre científico Passiflora) es un género de liana tropical y es apreciada por los frutos acidulados de la Passiflora edulis (maracuyá) y las hojas medicinales de otras de sus especies. Originaria de América del Sur y Asia, esta planta trepadora florífera necesita principalmente calor y agua para crecer. Por otro lado, su cultivo exitoso en las regiones frías requiere el suministro de una serie de cuidados durante todo el año.

Perteneciente a la familia Passifloraceae, la pasiflora es una liana que mide generalmente de siete a ocho metros. En todo el mundo hay varios cientos de especies (más de 500), entre las que encuentran la Passiflora antioquiensis, la Passiflora caerulea (mburucuyá, burucuyá o pasionaria azul), la Passiflora edulis o maracuyá. También existen numerosos híbridos, como por ejemplo la Passiflora x violacea. Durante la floración, la pasiflora da flores de color rojo, rosa, púrpura, violeta, azul o blanco según la especie. La Passiflora edulis o maracuyá produce una deliciosa fruta acidulada llamada también maracuyá o fruta de la pasión. Es importante tener cuidado, ya que los frutos de muchas especies del género Passiflora no son comestibles. De hecho, sólo los frutos de Passiflora edulis y Passiflora caerulea se pueden comer sin el menor peligro, aunque los de esta última especie son más bien insípidos. Con su porte elegante y abundante floración, la pasiflora es una planta trepadora que adorna singularmente bien las fachadas soleada de las casas, así como los muros de piedra de los jardines. Muy versátil, conviene también tanto a enrejados como a pérgolas, a condición de estar expuesta a la luz del sol. Como la pasionaria puede fácilmente convertirse en invasora debido a su rápida floración, no es adecuada para un balcón. Sin embargo, en las regiones más frías se puede cultivar en macetas para facilitar su desplazamiento a interiores en invierno.

Cómo elegir las especies más adecuadas

Nativa de regiones tropicales, la pasiflora es una planta perenne de follaje persistente que lamentablemente no es muy resistente y que sólo puede florecer si se beneficia de una exposición directa al sol. Si usted vive en una región donde el clima es más bien templado y con mucho sol, podrá optar por especies como la Passiflora edulis o  la Passiflora quadrangularis o badea, que se plantarán en el suelo. Con sus hermosas flores blancas, púrpuras y violetas, estas magníficas lianas decorarán enrejados y pérgolas del verano hasta el otoño. Sin embargo, si usted vive en un área propensa a las inclemencias del tiempo o las heladas, prefiera más bien especies como la Passiflora  antioquiensis , la Passiflora caerulea o la Passiflora violacea. Ideales para verandas e invernaderos (tanto fríos como templados), estas plantas se pueden plantar en macetas para facilitar la invernación.

Pequeños consejos para la plantación correcta de su pasiflora

No hay manera de exagerar al insistir en el hecho de que la pasiflora necesita el sol y el calor, independientemente de que se la cultive en el suelo, en macetas, en una veranda o en un invernadero. Si se la expone demasiado al frío, lamentablemente tenderá a marchitarse y pudrirse progresivamente. Para evitar esto, asegúrese siempre de que sus plantas estén colocadas mirando hacia el sur, hacia la luz del sol. Con respecto al tipo de suelo, la pasiflora es una planta que se desarrolla bien en tierras neutras, ricas en humus y bien drenadas. Para que sus raíces están suficientemente desarrolladas antes de su primera exposición al frío, la pasiflora debe plantarse en otoño. Sin embargo, dada la rapidez de su enraizamiento, también se puede esperar hasta la primavera para la plantación. Al plantar la pasionaria hay que asegurarse de que no esté enroscada sobre sí misma, ya que de ser así puede llegar a atraer muchos insectos perjudiciales para su desarrollo futuro.

El mantenimiento de la pasionaria

Luego de la plantación hay que regar abundantemente la planta los primeros días. Durante todo el verano es necesario asegurarse de que reciba un suministro adecuado de agua; además de sol y calor, la pasiflora necesita una abundante cantidad de agua. Luego de la floración es conveniente ir retirando las flores marchitas a medida que se vayan secando para que la planta tenga más vitalidad. Como algunas especies de pasiflora sufren particularmente con el frío, será necesario conservar las más frágiles al abrigo de las heladas durante el invierno. Para las especies más necesarias no será necesario recurrir a la invernación, siempre y cuando se preserve correctamente la planta. Para ello, asegúrese de que las raíces sean protegidas de las heladas y la humedad cubriendo el suelo con un acolchado o mulching grueso. Con respecto a las regiones más frías y más expuestas a los elementos, se recomienda el uso de un velo de protección. Para limitar su rápida expansión, será necesario recurrir regularmente a la poda. También será necesario podarla al final de cada verano para que recupere su vigor y  la floración recomience. Por último, es bueno saber que el método de multiplicación más eficaz es el estaquillado. Rápida y sencilla, esta operación debe llevarse a cabo en el verano para que la pasionaria esté mejor preparada para enfrentar el invierno.

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Publicado en Enredaderas por Alejo el 25 Jul 2011