La topiaria permite dar diferentes formas a un arbusto: animales, personajes y figuras geométricas. Entre las especies que se adaptan a la topiaria, el boj es de las más apropiadas. Se trata de un arbusto poco exigente, que crece en cualquier tipo de suelo y que mejora después de cada poda. El tejo es otra especie que también conviene para la poda ornamental.

La topiaria es considerada un asunto de especialistas, pero en realidad está al alcance de todos, siempre que se respeten los procedimientos específicos. Antes de pasar a la acción, es importante conseguir las herramientas necesarias: tijeras de podar, tijeras de césped, armazones, cordeles. De todas formas, privilegie el cortasetos eléctrico para un trabajo prolongado.

Los preparativos para la poda ornamental

Cualquiera que sea la figura topiaria a lograr, las herramientas deben estar afiladas para producir un corte neto y desinfectadas para evitar la posible propagación de enfermedades. Además, hay que tener talento, pasión y paciencia. La poda se hace casi en cualquier época del año, especialmente a lo largo de un día no demasiado cálido y ligeramente nublado, evitando el frío intenso. Nunca hay que apresurarse: la poda ornamental requiere cierta precisión, y el más pequeño error puede ser irreversible.

Es mejor que los principiantes no comiencen directamente por el boj: pueden empezar por otras especies como ciprés, espino, acebo, tuya, madreselva arbustiva o ligustro. Es importante saber que existe una poda de formación y una poda de mantenimiento. Para la poda de formación, se puede proceder sin necesidad de molde para las formas básicas (bola, corazón, etc.), teniendo en cuenta que es más fácil realizar curvas que ángulos. Para obtener más formas complicadas, hay que utilizar una estructura de alambre como molde.

La realización de una figura topiaria

La poda a mano alzada es perfecta para realizar formas elementales; para los principiantes absolutos, o para aquellos que quieran pasar a formas más complejas, es aconsejable usar un molde. Algunos expertos recomiendan colocar desde la plantación la estructura metálica, que se irá ocultando a medida que la planta crece. Cuando sea completamente invisible podremos pasar a la poda, asegurándonos de que las ramas sobrepasen 2 centímetros del alambre. Haga pausas de vez en cuando para alejarse unos metros y observar la figura con el fin de asegurar la calidad del trabajo. Otros profesionales prefieren instalar la estructura metálica en el momento de la poda: alcanza con colocarla alrededor del arbusto y eliminar las ramas que sobresalgan. Para obtener formas más complicadas, se puede \”dirigir\” el desarrollo de la planta mediante la combinación de la poda con técnicas de guía.

Una vez concluidos los trabajos, es necesario mantener la forma resultante. Para ello, se procede a podas de mantenimiento, cuya frecuencia dependerá del crecimiento del arbusto. La madreselva arbustiva, por ejemplo, crece muy rápidamente y requiere una poda mensual, mientras que el boj crece mucho más lentamente y requiere sólo dos cortes por año, en primavera y septiembre. En todos los casos, hay que podar de arriba hacia abajo y tener cuidado de no modificar la forma original. Si una rama está enferma o dañada, no hay que dudar en eliminarla con tijeras de podar. Utilice los ramos cercanos para ocultar el agujero creado por el corte.

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Publicado en Setos por Alejo el 10 Jun 2011