Las coníferas se caracterizan por la producción de frutos de forma cónica, como las piñas que da el pino. Las coníferas, gigantes o enanas, son de una gran diversidad, tanto en color como en forma. La elección de la variedad se basa en la disponibilidad de espacio. En efecto, el crecimiento de ciertas especies como el enebro, que necesitan extenderse, puede verse obstaculizado se las planta cerca del patio.

Las coníferas se presentan en una gran variedad de formas. La poda regular permite además dar forma esférica o cónica a las copas para adornar parques y jardines. Algunas variedades como la pícea blanca tienen un crecimiento natural esférico o piramidal. También hay variedades con sus propias formas específicas como el ciprés piramidal, que crece como una columna que domina los paisajes mediterráneos con su gran tamaño. El falso ciprés de Lawson (Chamaecyparis lawsoniana) en su variante \”Columnaris \” es apreciado por su follaje de un excepcional color verde azulado. El Golden Wonder, por su lado, con su follaje amarillo dorado y su porte fino y esbelto, tiene un gran efecto estético en parques y jardines públicos.

La importancia de conocer bien a las coníferas

Las coníferas son conocidas por estar entre los grupos de plantas más evolucionadas después de los helechos. Se trata de especies cuyo modo de reproducción, a través de sus frutos en forma de pino, es particularmente primitivo en comparación con el de los árboles frondosos. La forma particular de las hojas en forma de agujas los hace altamente resistentes tanto a la sequía como al frío. También existen variedades de hoja caduca, como el alerce, el ciprés calvo y el gingko. Las coníferas son apreciadas por la posibilidad de modelarlas a través de la poda, dándoles forma cónica, redonda o cúbica. Las variedades fáciles de modelar son el Ciprés híbrido de Leyland, el tejo y la Tuya del Canadá; esta última es muy apreciada por su resistencia al aire salado y el viento del mar.

La plantación de coníferas

La cava se lleva a cabo a principios de septiembre, para una plantación prevista para finales del mes. Las plántulas se pueden comprar en semillero, teniendo cuidado de seleccionar ejemplares de flecha (el brote vertical principal) recta y no dividida, ya que el desarrollo de una planta cuya flecha está rota se ve comprometido. Cuando efectúe el trasplante asegúrese de conservar íntegramente las raíces, tratando con mucho cuidado el cepellón. En el caso los pinales o coniferales (resinosos), algunas intervenciones, como la poda de plantón o el garrapiñado, deben ser evitadas en el momento de la plantación. Es recomendable realizar un alcorque al pie del árbol para que el agua de riego se detenga e irrigue bien el cepellón, que debe estar completamente enterrado, con el fin de facilitar la reactivación del crecimiento de la planta. En caso de necesidad se recomienda la instalación de un rodrigón, que debe ponerse al sesgo para no obstaculizar el crecimiento de las raíces.

Las coníferas enanas, una maravilla de la naturaleza

Ya sea en rocalla o en maceta, las coníferas enanas ofrecen una gran diversidad dentro del mundo vegetal. Se trata de árboles en miniatura que se caracterizan por un crecimiento anual lento, que puede limitarse a un centímetro para las plantas en maceta. Las coníferas enanas son plantas adultas cuyo crecimiento vertical se ha frenado. Algunas especies como el enebro enano, que mide apenas 20 centímetros de altura, pueden extenderse hasta una envergadura de 4 metros. Por otra parte, las coníferas enanas permiten crear diversos tipos de jardines; los jardines japoneses, por ejemplo, son auténticas composiciones artísticas que desprenden una gran serenidad. Los jardines alpinos, por su lado, forman un conjunto armónico combinando variedades enanas de coníferas, lirios y rododendros. Las coníferas enanas crecen en principio en rocallas, postradas y en forma de bola o de sombrilla plana. Su uso en combinación con tulipanes y jacintos crea una decoración permanente estética, estructurada y con volumen sobre la rocalla.

El mantenimiento de las coníferas

Las coníferas enanas tienen las mismas necesidades que las coníferas de tamaño normal. El riego debe hacerse de forma regular y moderada, y se deben suministrar fertilizantes en cantidad suficiente. La talla de las coníferas con formas particulares debe hacerse con regularidad para que esta forma no se pierda, ya sea esférica, cónicas, etcétera. Si el tiempo es seco se recomienda rociar las hojas con agua para prevenir su deshidratación. Las coníferas son plantas ornamentales para el jardín, tanto en maceta como en tierra.

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Publicado en Las coníferas por Alejo el 09 Jun 2011