La correhuela (nombre común de diversas especies de los géneros Calystegia, Convulvus e Ipomoea, de la familia Convolvulaceae) es una planta vivaz de innegables cualidades ornamentales. Sus flores efímeras, como las dondiego de día, bellas de día, campanillas o convólvulos (nombres dados a las especies Convolvulus tricolor e Ipomoea) alegrarán rejas y macizos de junio a octubre, pero también pueden dar color a un balcón. Las correhuelas del género Calystegia son lianas herbáceas consideradas como eficaces plantas medicinales por sus propiedades diuréticas y laxantes. Sin embargo, como crecen muy fácilmente y a veces de forma espontánea pueden volverse indeseables.

Las correhuelas del género Calystegia son plantas vivaces utilizadas durante mucho tiempo en fitoterapia, pero suelen ser consideradas parásitas por los jardineros. El nombre de \”correhuelas\” o \”corregüelas\” agrupa diversas plantas pertenecientes tres géneros de la familia Convolvulaceae:  Ipomea, Calystegia y Convulvus. La hiedra azul, albol o albor (la correhuela, campanilla o convólvulo de la especie Convolvulus arvensis), la gloria de la mañana, manto de María o campanilla morada (Ipomoea purpurea) y la correhuela mayor (Calystegia sepium) se encuentran entre las especies más conocidas. Estas variedades trepadoras se enrollan alrededor de otras plantas y pueden a veces privarlas de luz. Las hojas de correhuelas en forma de corazón o de punta de lanza son caducas, mientras que sus flores pedunculadas en forma de embudo son de color claro (blanco, azul o rosa).

Cómo cultivar una correhuela

Algunas especies de correhuelas son vivaces y sobreviven el invierno gracias a sus rizomas profundamente enterrados en el suelo. Estos rizomas pueden naturalmente generar retoños cuando la planta siente la necesidad. Otras especies, como el Convolvulus tricolor, son en cambio anuales y se multiplican gracias a sus semillas. Las correhuelas se reproducen principalmente a través de la germinación de semillas o el trasplante de estacas de raíz. La siembra se realiza directamente en el suelo a principios de la primavera, ya que las semillas germinan en esta temporada y pronto la planta se aferra o se envuelve alrededor de la vegetación circundante. Su crecimiento es muy rápido, y en condiciones ideales puede llegar a producir una hoja al día. Las correhuelas crecen particularmente bien en suelos ligeros, frescos y húmedos, y toleran la fertilización pero no la necesitan. Lo que sí les hace muy bien es un riego regular y moderado, y se desarrollan bien en lugares expuestos a del sol. Por otro lado, estas plantas vivaces muy robustas que pueden soportar temperaturas inferiores a -20°C no necesitan una protección especial para pasar el invierno y volver a crecer en primavera.

Usos de la correhuela

La correhuela florece de junio a octubre, y sus flores, si bien efímeras, son muy atractivas. Además, el efecto estético conjunto de sus hojas y tallos la convierte en una planta muy ornamental. En el jardín se la puede utilizar como cortina vegetal sobre una pérgola o para decorar un macizo, pero también es muy llamativa cultivada en maceta para decorar un balcón. Por otro lado, la correhuela es también muy útil en el jardín y alrededor de los huertos porque es una planta muy melífera, y su perfume de almendra amarga atrae a las abejas y otros insectos polinizadores. De todas formas, se la cultiva sobre todo por sus propiedades medicinales. Las hojas y sumidades floridas cosechadas en verano en plena floración y el rizoma recolectado se secan a la sombra o en un secador bien aireado a una temperatura que no supera los 40°C. A continuación se extraen los diferentes componentes activos, tales como glucósidos, taninos y mucílagos, que le confieren sus propiedades terapéuticas. La correhuela es en efecto conocida por sus propiedades laxantes y diuréticas, y se la puede utilizar en caso de congestión, estreñimiento o enfermedad hepática. Se la usa igualmente para tratar leucorreas. Por otra parte, las hojas de correhuela machacadas pueden aplicarse sobre forúnculos para que hagan eclosión más rápido.

Tratamientos para destruir correhuelas

A pesar de sus propiedades medicinales y sus virtudes estéticas, la correhuela es considerada por muchos jardineros como una mala hierba. De hecho, crece espontáneamente en terrenos de barbecho, en el césped y al costado de arriates de huertos. Se desarrolla muy rápido y puede convertirse en invasora. En efecto, se alimenta de los nutrientes destinados a las plantas de jardín, y al desarrollarse puede cubrirlas y privarlas de luz. La escarda y la bina son totalmente ineficaces sobre la correhuela debido a que sus rizomas, profundamente enterrados en el suelo, son muy difíciles de destruir. Incluso se puede causar el efecto contrario, ya que la escarda actuará como una poda, estimulando la regeneración y el crecimiento de la planta. Así, cada fragmento dejado en la tierra puede dar lugar a una nueva planta. La mejor manera de deshacerse de esta planta es tratarla con herbicida cuando aparezcan las flores, en junio o julio. Las raíces tienen un nivel de reservas muy bajo en este momento, y por lo tanto ofrecen menor resistencia. Lamentablemente, los herbicidas químicos son actualmente los más efectivos. Se puede optar tanto por un herbicida total como por un tratamiento específico, respetando siempre las dosis prescritas para llegar a los rizomas. Efectivamente, una sobredosis puede llegar a quemar las hojas demasiado rápido y no alcanzar la raíz. Es aconsejable utilizar un vaporizador para actuar con mayor precisión. Tenga en cuenta que el tratamiento será más eficiente y menos contaminante cuando no hay viento y si no llueve dentro de las 24 horas posteriores a la pulverización.

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Publicado en Enredaderas por Alejo el 27 Jul 2011