La primavera, \”la estación de las flores\”, es naturalmente asociada con el despertar de la naturaleza y los colores vivos. De una gran variedad, las flores de primavera son fáciles de plantar y mantener gracias a las bondades de la estación, una mezcla ideal de calor, viento, humedad y luz solar. He aquí algunos consejos.

Las flores de primavera son muy numerosas. Algunas se plantan en primavera y crecen muy rápidamente en la misma estación, como el lirio del valle. Algunas flores se despliegan con la llegada de la primavera habiendo sido plantadas mucho antes, en invierno o incluso en otoño. Otros florecen en verano pero deben ser plantadas en primavera, en marzo o abril. Independientemente del tipo de flor de primavera que elija, es indispensable averiguar cuáles son las épocas y terrenos favorables para cada especie y cuáles son los cuidados a prodigarles para que tengan una espléndida floración.

La floración primaveral

Hay diversas especies que son ideales para plantar en primavera, empezando por el lirio del valle. Esta pequeña campanilla blanca que invade las calles el 1 de mayo florece en abril y mayo. Para optimizar la plantación hay que elegir un lugar ligeramente sombrío, como un sotobosque, con tierra normal húmeda. Luego está el Muscari, con sus campanillas azules que florecen fácilmente, ya que sus pétalos marchitos caídos al suelo alcanzan para revivir la flor. Este género de herbáceas perennes y bulbosas se desarrolla mejor en un suelo drenado y con una humedad normal. Las nomeolvides, por su lado, crecen en pequeños racimos y son de color rosa, blanco o azul, florecen de abril a junio y se desarrollan bien con luz solar y en un suelo húmedo. Los narcisos florecen entre marzo y mayo tienen un aroma particular que les da su encanto. Hace falta agregarles un poco de fertilizante en el momento de la plantación; el mantenimiento posterior incluye la eliminación de flores marchitas. Estas flores se plantan en zonas que sean a la vez soleadas y con sombra. Los iris bulbosos provienen de las regiones del Sur de Europa (Portugal, España y la costa mediterránea francesa) y florecen hasta julio. Estas flores de color blanco, púrpura, azul o amarillo requieren mucho sol.

Las plantas que deben cultivarse en marzo o abril

Cuando la primavera se asoma, las flores también. Para el mes de marzo, el cultivo de flores de primavera es más favorable para la siembra en el suelo, y se puede optar entre amapolas silvestres, Aquilegia, amapolas, salvia, Gypsophilas y el rosal de raíz desnuda. La siembra en el suelo conviene especialmente a flores frágiles como la amapola silvestre. Otras flores que se pueden sembrar en este período son el canastillo de plata, la capuchina, la Malcolmia maritima, la campánula (género Campanula), la Matthiola incana y el Thlaspi. En abril es preferible realizar la siembra en la tierra con otras variedades de flores como gladiolos, dalias, Lavateras, fucsias y lirios, todas flores que se puede descubrir en verano.

Siembre las semillas en primavera y coseche en verano

Existen varias técnicas para sembrar semillas, que diferirán según la especie. Las semillas grandes como las del guisante de olor o la capuchina deben dejarse en remojo desde la víspera de la siembra; al día siguiente deben ser secadas y plantadas en grupos de 3 o 4, añadiendo aproximadamente 2 cm de tierra por encima. A las semillas de tamaño mediano como la de la caléndula, o la Matthiola incana hay que mezclarlas con la mano antes de sembrarlas de forma aleatoria en la tierra; medio centímetro de tierra es suficiente para cubrirlas. Con las semillas pequeñas como las de la Malcolmia maritima o la amapola silvestre proceda igual que con las semillas de tamaño medio y cúbralas con tierra después de la siembra, sólo necesitan un poco.

Las flores de la primavera plantadas en otoño

Los bulbos de primavera como tulipanes, narcisos y jacintos deben plantarse antes del invierno, hacia el mes de septiembre, cuando el suelo todavía no está afectado y debilitado por las heladas. Esto permite que los bulbos se enraícen hasta el momento de su floración a comienzos de la primavera. Para plantarlos hay que cavar hoyos de 20 cm de profundidad y colocar los bulbos ligeramente inclinados para evitar que el agua se estanque y haga que la flor se pudra. Elige un terreno situado hacia el Sur y fertilice la plantación con abono de tomates. Además de los lirios del valle, los tulipanes y los narcisos existen muchas otras variantes de flores de primavera como las Camassias, las Fritillarias, los crocus y los Galanthus. Para estos dos últimos es suficiente un agujero de 5 cm para depositar las semillas.

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Publicado en Flores de primavera por Alejo el 15 Jun 2011