El huerto es siempre una fuente de placer y hasta de ingresos, pero sobre todo de productos frescos a su antojo, para quien sepa mantenerlo correctamente. Diversas tareas deben ser llevadas a cabo en forma ordenada y escalonada a lo largo del año para que el huerto de una producción óptima. El uso de productos químicos debe evitarse, ya que existen maneras naturales de nutrir la tierra y los productos del huerto.

El jardín es una opción atractiva para quien desee tener a mano productos frescos de la tierra. Los requisitos básicos para que su huerto produzca buenos frutos, verduras y flores son una pequeña parcela de tierra, algunas herramientas y la realización de algunos trabajos.

Organización del espacio del huerto

Las dimensiones del huerto dependerán evidentemente del espacio disponible, pero en todos los casos es imprescindible planear lo mejor posible la disposición y el tamaño de las parcelas que se quiere explotar. En general, el ancho de un macizo no debe exceder la longitud de los brazos de un hombre en cuclillas, para permitir que el jardinero pueda ocuparse de una hilera de un cultivo de línea sin tener que entrar. Se debe evitar la construcción de macizos flanqueando las paredes de la casa, para no poner en peligro los cimientos con el riego. Es importante dejar entre cada macizo o sector de cultivo un espacio suficiente como para circular con material de jardinería, como una carretilla por ejemplo. Con respecto a la planificación de los cultivos, es esencial realizarlos en rotación para evitar que la tierra se empobrezca.

Trabajos menores de preparación del suelo

No todos los suelos convienen a todos los cultivos, por lo que es muy recomendable conocer la naturaleza del suelo sobre el que queremos cultivar. Un suelo demasiado compacto producirá menos que un suelo blando, por ejemplo, y las plantas que requieran un suelo básico no tendrán un buen rendimiento en suelos ácidos; para no cometer errores pueden utilizarse los distintos métodos comerciales para análisis de suelos, que se encuentran fácilmente en las tiendas del ramo. Para cultivar los productos deseados alcanza conque el jardinero enmiende el suelo, sin olvidar la labranza, una operación indispensable que permite quitar las piedras del suelo. El comercio ofrece diversos fertilizantes, pero es aconsejable la utilización de compost y de productos naturales, tanto para colmar las necesidades nutricionales de la planta como para proteger el medio ambiente.

Mantenimiento de los cultivos

Las plantas deben ser cultivadas en un lugar soleado y protegido del viento, y se les debe regar correctamente. Para ello, puede utilizar una regadera o instalar un sistema de riego por goteo. Proceder también a la bina del suelo para airearlo puede ser beneficioso: un adagio dice que una bina vale por dos riegos. Esto se puede combinar con el desmalezado: eliminar las malas hierbas permite que el agua y las sales minerales penetren en la tierra. Por último, desparasitar también forma parte del mantenimiento esencial, ya que son muchos los enemigos de las plantas. Babosas, pulgones, caracoles y otras animales dañinos deben ser combatidos con regularidad a fin de garantizar un rendimiento óptimo ecológico en la cama.

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Publicado en Tareas del huerto por Alejo el 15 Jun 2011