Para tener éxito en su plantación de rosas, la preparación del suelo es tan importante como el cuidado posterior. Por otra parte, todas las especies de rosas tienen en común tanto la necesidad de un lugar soleado pero protegido de los vientos fuertes y fríos. Los diferentes tipos de rosas comparten también la fragilidad: las enfermedades que pueden afectarlas son muchas, y a esto se suma la amenaza de una invasión de insectos.

Existen seis categorías principales de rosas, cada una con su particularidad: los rosales de flores grandes, los polyantha y floribunda (que dan flores agrupadas en ramos), los rosales trepadores, los rosales llorones y de tallo, los rosales miniatura y los arbustos. El uso y la ubicación de los rosales en un jardín pueden variar de acuerdo a la variedad de la que se trate. Los rosales miniatura, por ejemplo, se plantan para servir de borde o para ser trasplantados a macetas. Los rosales trepadores, en cambio, son ideales para decorar una pared o un muro, mientras que los rosales de flores grandes se utilizan principalmente para formar hermosas ramos. Por último, tenga en cuenta que las distintas especies también se diferencian con respecto al mantenimiento que requieren.

Preparación del suelo

Es importante preparar el terreno al menos unos días antes de la plantación. En primer lugar se debe identificar el tipo de suelo, ya que los rosales no soportan los suelos ácidos y pobres. Después de cavar un agujero cuadrado de entre 30 y 50 cm de ancho, largo y profundidad se recomienda enriquecer el suelo. Se puede utilizar compost, estiércol, cuerno molido o simplemente un poco de harina de huesos. Luego se debe poner una gruesa capa de tierra suelta por encima de los fertilizantes para evitar el contacto directo con las raíces. Si el suelo está muy mojado hay que agregar una capa de arena antes de colocar el fertilizante. La distancia entre los agujeros puede variar entre 50 cm y 3 m, dependiendo de la especie a plantar.

La plantación de las rosas

En el caso de los rosales de raíz desnuda se deben eliminar primero las raíces dañadas con tijeras de podar, y acortar 20 cm las raíces restantes. Luego hay que empaparlas con agua fresca y cubrirlas con un barro espeso compuesto generalmente de arcilla, estiércol de vaca y agua. La rosa así preparada puede ser colocada en el agujero, que será cubierto de tierra fina. Si en cambio el rosal está en un contenedor primero hay que hacer aparecer las raíces y luego proceder del mismo modo que con el rosal de raíz desnuda. El tipo de rosal del que se trate determinará la altura de la rama dejada al aire libre. Por ejemplo, un rosal de flores grandes o un polyantha deben tener una altura de unos 10 cm, mientras que para un rosal trepador la rama deberá estar a 30 cm del suelo. Se debe regar bien los rosales una vez plantados,

El mantenimiento de los rosales

Obviamente, como la mayoría de las plantas, las rosas necesitan agua, así que después de la plantación se las debe regar por lo menos una vez por semana, e incluso más durante las estaciones secas. Sin embargo, es preferible evitar mojar excesivamente las hojas y las flores, que son terrenos fértiles para el desarrollo de diversas enfermedades. También se recomienda fertilizar la base del rosal a principios del verano, luego de haber roto la costra de formada alrededor y de haber regado. Es mejor podar los rosales con regularidad para evitar el uso excesivo de los distintos pesticidas químicos, ya que sigue siendo la mejor manera de combatir enfermedades e invasiones de insectos.

Para podar las rosas se deben seguir ciertas reglas. Las ramas que se cruzan deben ser cortadas para favorecer el desarrollo de los brotes orientados hacia el exterior. Las tijeras de poda deben ser cuidadosamente afiladas y desinfectadas. La poda deberá realizarse siempre en forma sesgada, por encima del brote o yema y en inclinación contraria a él. Los brotes con espinas o con hojas diferentes a las del resto del rosal deben ser eliminados junto con las ramas y hojas muertas. Para reducir la propagación de enfermedades también se aconseja el uso de caldo bordelés luego de haber podado y eliminado las ramas y hojas enfermas.

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Publicado en Los rosales por Alejo el 15 Jun 2011