Si usted de aquellas personas que quisieran un espacio verde pero sienten que no tienen suficiente tiempo ni espacio, el cultivo de plantas trepadoras puede ser la solución que necesitaba. No demasiado exigentes, las enredaderas bien cuidadas embellecen los espacios que se desee resaltar. Sus flores, colores otoñales y perfumes son una excelente razón para cultivar madreselvas, clemátides y pasifloras.

Según la creencia popular, toda planta que invade un muro es perjudicial y sólo puede tener consecuencias negativas, ya que debilitaría la pared causando humedad y sus raíces dañarían el cemento y aflojarían los ladrillos. Sin embargo, con las plantas y el mantenimiento adecuado se pueden lograr verdaderas obras de arte dignas de Patrick White, el creador del concepto de \”pared de cultivo\”. Por otra parte, las enredaderas se utilizan desde hace unos 200 años para mejorar el aspecto de las obras arquitectónicas. De hecho, importantes edificios ilustres y parques reales están decorados con plantas trepadoras. Hoy en día este método es muy popular, debido a la necesidad de zonas verdes relacionada con la falta de espacio en la ciudad. La exposición mundial de Shanghai es un excelente ejemplo de esto. Pero más allá de la necesidad de espacios verdes, las enredaderas también son un objeto decorativo, y son de gran ayuda para embellecer una glorieta, ocultar una pared un poco triste o adornar una barandilla.

Cultivar enredaderas

La parte más difícil es decidirse a hacerlo. Las plantas trepadoras pueden crecer tanto en exteriores como en interiores, en cuyo caso se deben tomar varias precauciones para evitar que animales pequeños (insectos, ratones) entren a la casa. Cuando la plantación es al aire libre, luego de haber elegido el lugar más conveniente (una pared, una cerca, una barandilla o un balcón) sólo hay que cumplir las instrucciones que se proporcionan a continuación.

En primer lugar se debe cavar un hoyo tres veces más grande que la raíz de la planta cerca del soporte elegido. Luego hay que sumergir las raíces en agua durante un momento para garantizar su correcta hidratación. A continuación entiérrelas teniendo cuidado de inclinar ligeramente la planta hacia donde desea que crezca. Si hace falta puede cubrir la superficie con un acolchado vegetal para conservar más tiempo la humedad del suelo. Puede utilizar paja o restos de una poda de césped. En los días que sigan a la plantación lo más importante será mantener húmeda la tierra sin exagerar, de manera que la planta pueda desarrollarse correctamente.

Qué enredadera elegir

Todo depende del propio gusto y del efecto que se quiera causar: es su jardín, úselo para expresarse. Hay mucho donde escoger: se pueden elegir especies caducifolias como los ceanothus o las camelias, con colores brillantes como la enamorada del muro, perfumadas como la madreselva o de floración generosas como las clemátides. También puede optar por enredaderas leñosas como la glicina, la enredadera de trompeta o la madreselva, o por plantas herbáceas como el guisante de olor, la manzana amarga, las ipomoea, que necesitan ser replantadas. La orientación de la pared es sumamente importante para estas plantas: si la pared mira al norte, por ejemplo, el jazmín de invierno es una opción posible. Si en cambio está orientada al norte, la campanilla o los solanum crecerán fácilmente. Una orientación hacia el este es propicia para el cultivo de la madreselva o de la enamorada del muro, mientras que un muro en dirección al oeste es adecuado para la glicina, el rosal trepador o la enredadera de trompeta.

Cómo cuidarlas

Una vez pasada la sorpresa inicial de tener plantas creciendo en la pared, los cuidados que requieren las enredaderas, pocos pero específicos, pueden resultar desconcertantes. De todas formas no son plantas difíciles de mantener. Lo principal es tener en cuenta que necesitarán una que otra poda correctiva-sobre todo cuando se desvían de su camino-, un poco de limpieza; la poda ligera de ramitas en otoño también es útil. Las enredaderas necesitan fertilizante sólo cuando el suelo es extremadamente pobre. Una planta que florece en primavera no debe ser podada en invierno para proteger a los brotes jóvenes. No es el caso de las plantas de floración estival, que se ven fortalecidas por la poda invernal. Algunas plantas leñosas necesidad bastante espacio, por lo que no debe dudar en sacrificar unas pocas ramas. Las enredaderas no deben llegar al techo o a los canalones, ya que las hojas pueden obstruir las vía de desagote del agua de lluvia. También es importante guiar y sostener ciertas plantas como la glicina para que no se enreden en los canalones o las cañerías, ya que se corre el riesgo de dañar el soporte. Con un poco de atención y respetando las consignas básicas del mantenimiento regular se puede obtener un jardín vertical del cual estar orgulloso.

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Publicado en Plantas verdes por Alejo el 15 Jun 2011