Los árboles frutales aportarán un toque de frescura a su jardín gracias a sus frutos, que serán un placer para su paladar, además de para sus ojos. No se preocupe por las limitaciones de espacio, ya que podrá optar por frutales pequeños o por arbustos. El viverista le dará consejos útiles y prácticos. De todas formas, es útil saber que las técnicas de plantación varían dependiendo del árbol elegido.

Para crear un vergel fácil de mantener y sin muchas limitaciones para la poda, es aconsejable optar por especies que acepten una poda en rueca, en vaso o en huso. Por otra parte, si desea instalar los árboles en espaldera se verá obligado a podarlos con regularidad. Es mejor evitar los grandes árboles de tronco alto, cuya cosecha es peligrosa. Algunos árboles necesitan ser rodrigonados para resistir el viento y arraigarse bien en el suelo. También hay que pensar en evitar las malas hierbas, para lo cual puede cubrirse la base del árbol con corteza de pino luego de la plantación.

El momento ideal para plantar árboles frutales

Al igual que las plantas ornamentales, la recuperación de los árboles frutales tiene más chances si se los planta en otoño o al comienzo del invierno. En el segundo caso, el árbol aprovecharía el invierno para adaptarse mejor a su nuevo entorno antes de desarrollarse plenamente durante la primavera. Pero esto se aplica sobre todo a los árboles frágiles. Para la mayoría de los frutales vendidos a raíz desnuda, la temporada de plantación se extiende desde octubre a abril. En cambio, los frutales en contenedor se pueden plantar durante todo el año.

Elija un lugar soleado o en su defecto a media sombra para su árbol frutal, y de preferencia que no esté expuesto a los vientos. Si ha seleccionado varios árboles de polinización cruzada como el peral o el manzano, colóquelos en un mismo espacio. Esto promoverá el transporte natural de polen y la floración de los árboles.

El hoyo de plantación y la poda

El hoyo de plantación debe ser excavado con bastante antelación a la compra de su árbol frutal. Esto le permitirá en un primer momento evaluar bien la ubicación de su árbol, y en una segunda etapa preparar el terreno de la mejor manera posible. La profundidad del pozo variará dependiendo del tamaño del árbol. En promedio, hay que prever una profundidad de entre 70 y 80 cm. También será necesario enriquecer el hoyo de plantación con estiércol dos semanas antes de la plantación para facilitar la toma de las raíces. También puede utilizar harina de asta pulverizada o cualquier otro producto orgánico.

Es importante podar su árbol frutal antes de la plantación. Sin embargo, si tiene la intención de conservar su árbol unos días, es recomendable esperar hasta el día de la plantación para podarlo. Basta con cortar las ramas pequeñas a los 30 cm para la poda en cubilete y para la poda en abanico simple. Para mantener el árbol de raíz desnuda antes de la plantación, colóquelo en una fosa temporal y riéguelo con frecuencia. Para los árboles en contenedor, humedezca generosamente antes de plantar. Para algunas variedades, se recomienda la inmersión durante una hora para preparar las raíces antes de plantar.

Plantación de árboles frutales

Los árboles con cepellón no presentan mayores dificultades: basta con colocar las raíces con cepellón en el hoyo de plantación. El nudo de la redecilla se deshace fácilmente, y hay que retirar la cobertura de metal si es que hay una. No es necesario quitar la redecilla, ya que es biodegradable: sólo extiéndala en el fondo del agujero. A continuación, vuelva a colocar la tierra para enterrar el cepellón.

Para los árboles en contenedor, utilice las tijeras de podar para abrir el recipiente. A continuación, desenrede suavemente las raíces inferiores con los dedos. La parte superior del cepellón, ya tapado el hoyo, debe coincidir con el nivel del suelo.

Si su árbol frutal viene a raíz desnuda, un garrapiñado será necesario. Este paso consiste en sumergir las raíces en una mezcla de agua y turba durante 30 minutos. Si lo desea, puede agregar estiércol. A continuación, coloque la planta en el hoyo de plantación, teniendo cuidado de esparcir las raíces correctamente, y luego cúbralas con tierra.

En todos los casos, será necesario aflojar el suelo antes de colocar la planta en el hoyo para conseguir una implantación más rápida de las raíces. Por último, apisone suavemente el cepellón con los dos pies, sin intentar compactarlo. Si deja demasiado espacio vacío, las raíces se pudrirán con mucha rapidez como consecuencia del riego. Si en cambio apisona demasiado, se pueden sofocar las raíces.

Con respecto al riego, asegúrese de realizarlo correctamente: hay que regar abundantemente tras la plantación para que la tierra se apisone de forma natural, utilizando una regadera con alcachofa con 1 litro de agua. Riegue el árbol una vez por semana utilizando de 1 a 1,5 litro de agua. En las olas de calor, aumente la frecuencia de riego y reduzca el volumen de agua.

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Publicado en Vergeles y árboles frutales por Alejo el 14 Jun 2011