El cerezo es un árbol frutal originario de Europa y Asia occidental. El cultivo de cerezos ofrece muchas ventajas sobre otros árboles frutales. De hecho, el árbol produce frutos carnosos, apreciados por su sabor dulce y su riqueza en vitamina C, y posee una bella floración muy estética que beneficia al vergel. Por último, el cerezo es una especie resistente fácil de cultivar que requiere poco o ningún mantenimiento y es adaptable a todos los climas.

El cerezo crece idealmente en un terreno con buena exposición al sol al abrigo de los vientos fuertes, y soporta una altitud de hasta 1000 metros. Los cerezos ácidos (Prunus cerasus) se benefician de un suelo calcáreo, mientras que su plantación en suelos pesados ​​tiene el efecto de aumentar la secreción de goma.

Presentación del cerezo

Las dos especies más conocidas de cerezo son Prunus cerasus (cerezo ácido) y Prunus avium (guindo o cerezo silvestre). Son árboles decorativos, con una bella floración primaveral de pequeñas flores blancas, agrupadas en pares o en grupos. Hay diversas variedades de cerezas. El cerezo de Montmorency da frutos sabrosos ideales para la preparación de tartas como el Clafoutis. La Sweetheart se usa para preparar numerosas conservas y postres.

En todos los casos, su denso follaje caduco hace del cerezo un árbol de sombra, que toma un color rojo en otoño. En un vergel tradicional, el cerezo puede plantarse en combinación con otros árboles frutales. Su forma estética lo hace encajar perfectamente en macizos de arbustos o en setos libres. Sus ramas floridas permiten fabricar bellos ramos, como suele hacerse en el ikebana.

Las técnicas para el cultivo de cerezos

La plantación de cerezos de raíz desnuda se realiza de octubre a abril, en hoyos de 50 a 60 cm de profundidad. Los cerezos deben plantarse con una distancia de entre 8 y 12 metros para los árboles de tronco alto y de entre 6 a 8 metros para los ejemplares a medio viento. Para tener buenos frutos, se recomienda mezclar las variedades al plantar para incitar a la polinización cruzada. La instalación de un ejemplar polinizador para varios árboles es suficiente para cubrir un radio de 25 metros. Si opta por plantar un solo individuo, debe plantar una variedad autofértil como la Prunus avium \’Summit\’ para conseguir la fructificación.

El cultivo en balcón o terraza es posible si se utiliza una variedad enana. La bandeja de plantación debe ser ancha, de unos 40 centímetros de lado. La tierra debe consistir en una mezcla de mantillo para rosales y tierra de jardín en cantidades iguales. Como sus órganos fértiles se destruyen a -3°C, el cerezo no puede ser plantado en zonas donde el invierno es duro. La primera cosecha se realiza en los árboles de tres años, pero la producción máxima se observa a partir del sexto año.

Mantenimiento de las plantaciones de cerezos

La poda debe llevarse a cabo en invierno, sobre los ramos, dejándoles aproximadamente 50 centímetros de longitud. Los cortes deben ser tratados con algún producto cicatrizante. La poda de formación se realiza al inicio del crecimiento vegetativo después de la floración o en otoño, mediante la eliminación de las ramas más grandes a fin de dar una forma armoniosa al cerezo. En otoño, un suministro de abono orgánico, seguido de un aporte de abono especial para frutales en primavera, asegura una buena fructificación.

Una de las enfermedades que pueden atacar al cerezo es la moniliosis o podredumbre parda. El tratamiento preventivo consiste en el uso de caldo bordelés. Los pulgones también dañan a la planta, ya que al acumularse sobre los brotes jóvenes impiden su desarrollo, causando la deformación de las hojas. Si la infestación es muy intensa se recomienda un tratamiento antipulgones. En lo que concierne a las moscas de la cereza, el uso de cebo de feromonas o de un insecticida suele ser eficaz.

Algunas recomendaciones a seguir

Para obtener una buena ramificación de las ramas, se recomienda dejar crecer naturalmente al cerezo en el año que sigue a la plantación. Como el cerezo pierde su goma por derrame, es mejor podarlo lo menos posible, limitándose a cortar las ramas más vigorosas y los ramos que se cruzan en la cima. Las plántulas a raíz desnuda que no se planten en un plazo de ocho días se deben almacenar en una zanja para renuevos bajo sombra en el jardín.

Las cerezas son apreciadas por los pájaros, que son capaces de diezmar una plantación entera en unos pocos días. El control preventivo consiste en el uso de una red para volver inaccesible la plantación. El material está disponible en las tiendas especializadas. La instalación de objetos brillantes tales como CDs u hojas de papel de aluminio también es eficaz sin ser una solución radical.

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Publicado en Plantación de frutales por Alejo el 14 Jun 2011