Inseparable de la celebración de Navidad, el acebo es un arbusto de hoja perenne cada vez más presente en los jardines. Reconocible por la forma única de su follaje, este arbusto ornamental produce pequeñas bayas rojas desde el comienzo del otoño hasta finales del invierno. Ideal para setos defensivos, el acebo debe gozar de buenas condiciones de cultivo desde la plantación para mantener su brillo particular durante todo el año.

Perteneciente a la familia Aquifoliaceae, el acebo es un arbusto o pequeño árbol espinoso que se encuentra a menudo en la naturaleza en montes bajos. Apreciado por su hermoso color verde, sus hojas lustrosas y sus pequeños frutos rojos, el acebo está muy presente en los jardines hoy en día por su valor ornamental y su gran resistencia. Tradicionalmente utilizado durante la temporada navideña, el acebo sirve generalmente para decorar las casas y las mesas, pero también para embellecer los ramos de Navidad. Aunque existen actualmente muchas especies de acebo en todo el mundo, la variedad más cultivada es sin duda el \”Ilex aquifolium\”, que se adapta perfectamente tanto a setos defensivos como a macizos y bosquecillos. Bastante discreto, el acebo es un arbusto que rara vez supera los 8 metros en la edad adulta, mientras que su diámetro oscila entre dos y tres metros.

Cómo plantar el acebo

El acebo es un arbusto que conviene cultivar en tierra, en una zona bien sombreada, protegida de la exposición a la luz solar directa. En consecuencia, se recomienda plantarlo preferentemente cerca de árboles más grandes para que pueda recibir toda la sombra que necesita para prosperar. Para cultivar el acebo con éxito, es fundamental elegir un suelo adecuado, evitando por ende las tierras calcáreas y privilegiando más bien las tierras frescas. También es importante plantarlo en un lugar en el que pueda desarrollarse bien durante su crecimiento. Antes de la instalación, asegúrese de que la profundidad del agujero sea más grande que el tamaño de la mata con cepellón, y verifique que las raíces estén bien adheridas al suelo para que la recuperación pueda llevarse a cabo sin dificultad.

Cómo mantener el acebo

De desarrollo bastante lento en los primeros años posteriores a la plantación, el acebo requiere sólo algunos cuidados durante su crecimiento. En lo que respecta al riego, conviene hacerlo muy poco y únicamente cuando la tierra ya se haya secado, especialmente en verano. A diferencia de la gran mayoría de los árboles ornamentales, el acebo necesita una poda importante y regular antes de la llegada de la primavera. Una vez completada la fructificación, será necesario podar una buena cantidad de ramas para asegurar que la vegetación retome su crecimiento. En cuanto al invierno, es útil saber que el acebo suele resistir temperaturas bastante bajas. Sin embargo, las especies más frágiles deberán ser protegidas de las inclemencias meteorológicas y los vientos violentos, para que puedan resistir la época invernal y continuar su desarrollo desde el regreso de la primavera.

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Publicado en Setos por Alejo el 10 Jun 2011