El membrillo es un árbol frutal originario de Asia. Sus frutos homónimos, que crudos son poco jugosos, agrios y astringentes, se consumen preparados y se utilizan también en la fabricación de jarabes y en la fabricación de determinados productos farmacéuticos. El membrillo es un árbol resistente, poco exigente, que crece bien en espacios soleados de los jardines familiares.

El membrillo pertenece a la familia de las rosáceas, y se planta en regiones en las que el viento arrastra poca sal. Los mayores membrillares en españa están en Andalucía y en la Comunidad Valenciana.

Cómo plantar un membrillo

En general, el membrillo crece en todo tipo de terrenos, siempre que no se sequen. Sin embargo, se desarrolla mejor en las tierras menos ricas en calcáreo (8%) con buen drenaje, poco ácidas, siempre frescas y al abrigo del viento. Es muy importante preparar el suelo antes de proceder a la plantación. En efecto, primero se lo debe limpiar eliminando las malas hierbas. Un buen suelo es un factor importante para que el árbol fructifique normalmente y sus sean bien fragantes. Por ello hay que asegurarse de que la tierra esté bien preparada, y luego proceder a la plantación de la manera siguiente. Los plantones tendrán troncos bajos o a medio viento, y serán plantados a una distancia que dependerá del uso que se le dará a los árboles. Si se los cultiva por los frutos, los hoyos deben estar espaciados por al menos 7 metros, para permitir que las raíces, que tienden a extenderse, puedan extraer del suelo los nutrientes necesarios para la fructificación. Si en cambio el cultivo de los membrillos persigue un objetivo puramente ornamental, los hoyos tendrán una distancia máxima de 3 metros. Los árboles crecerán así normalmente, permitiendo que su bella corteza cumpla su función decorativa.

Cómo mantener el membrillo

Para proceder a la plantación hay que enriquecer el suelo con fertilizantes orgánicos. Luego habrá que fertilizar el suelo todos los años, con abono en primavera y estiércol o compost en otoño. Entre agosto y septiembre hay que humedecer el suelo con agua, esto es importante para la fructificación de los árboles. La fumigación, por su lado, debe realizarse teniendo en cuenta las fases de crecimiento de las plantas: la apertura de las yemas, la caída de las hojas en otoño, la eclosión de los ramos de flores y la formación de los frutos jóvenes. En todas esta etapas hay que pulverizar los membrillos con sustancias fabricadas para destruir los hongos microscópicos. Esta operación tiene el objetivo de proteger los árboles de determinadas enfermedades, como por ejemplo la esclerotina, capaz de destruir las flores y momificar las frutas; la entomosporiosis, por su lado, provoca una caída del follaje antes de la maduración. La poda del membrillo no es esencial; sin embargo, facilitará la aireación de la planta mediante la eliminación de las hojas molestas y de brotes jóvenes mal colocados.

La cosecha de membrillos

La cosecha de membrillo se hace en general en otoño, mucho antes de la maduración. En este período, las frutas miden de 7 a 12 cm de largo y de 6 a 9 cm de ancho. Después de la recolección hay que mantener la fruta durante 2 meses en un lugar fresco y oscuro. Algunas personas prefieren dejar que los frutos maduren en el árbol antes de la cosecha. Esto depende de si los frutos se consumirán crudos (después de una mínima preparación) o si se los utilizará para preparar compota, jarabe o dulce.

Entradas relacionadas:

  1. Cómo plantar y mantener un naranjo
  2. Cómo plantar y mantener un cocotero
  3. Cómo plantar y mantener un bambú, una planta exótica
  4. Cómo podar correctamente los árboles frutales
  5. Consejos de jardinería para plantar y mantener con éxito una higuera

Publicado en Plantación de frutales por Alejo el 14 Jun 2011