Las especies vegetales que requieren de un medio ácido para prosperar están agrupadas en la categoría de plantas de tierra de brezo. El suelo de un jardín clásico es entonces inadecuado para estas plantas, a menos que esté en una zona donde el suelo es fresco y ácido a la vez. Además, este tipo de plantas no se beneficia demasiado de la luz del sol, y crece mejor cultivado en un área sombreada y protegida de las ráfagas de viento.

Para asegurar un buen crecimiento de las plantas de brezo se necesita contar con un suelo con un pH de 6 o menos. No es frecuente encontrar este tipo de suelo en el jardín, por lo que es recomendable comprar dicho sustrato o prepararlo uno mismo. La técnica de preparación lleva tiempo pero vale realmente la pena y finalmente no cuesta casi nada. Para hacer tierra de brezo hay que comenzar por conservar las hojas de árboles cortadas resultantes de la poda, con excepción del follaje coriáceo y ancho, que tarda mucho tiempo en descomponerse. A continuación hay que dejar que las hojas se descompongan durante un año y medio o dos años, sin añadir ningún producto químico. La tierra vegetal que se irá formando debe ser revuelta con frecuencia, y si es necesario humedecida con agua. Agregue igualmente un poco de tierra de brezo comprada. También se puede hacer compost con mantillo de hojas triturado y humedecido, para luego mezclarlo con un poco de tierra de brezo.

La plantación de las plantas de brezo

En primer lugar, hay que proceder al deshierbe del terreno para para erradicar las malas hierbas. Una vez obtenida o adquirida suficiente tierra de brezo se podrá pasar al siguiente paso, que consiste en cavar un agujero cinco veces más ancho que el cepellón de la planta a cultivar. Desmenuce luego la tierra removida del agujero y retire los guijarros o fragmentos de madera. A continuación, mezcle un tercio de esta tierra con dos tercios de tierra de brezo. Mientras tanto, remoje las raíces de la planta en agua para que también se moje también el cepellón que las rodea. Si las raíces están anudadas, \”péinelas\” suavemente para desenredarla. A continuación agregue abono orgánico para plantas de tierra de brezo en la parte inferior de la fosa. Coloque entonces la planta en el centro del agujero, teniendo cuidado de extender bien las raíces. Si la tierra es muy caliza, ponga una malla geotextil en el pozo para lograr un hoyo con tierra de brezo. Luego llene el agujero la mezcla de tierra de brezo y tierra de jardín. Por último apisone el suelo y riegue copiosamente.

La selección de las plantas de tierra de brezo a cultivar

Las plantas de tierra de brezo se venden en las tiendas especializadas en contenedores o como brotes, con la excepción de las azaleas y los avellanos de bruja (Hamamelis), que se venden en con raíces desnudas. Lo mejor es comprarlas en su fase latente. Al realizar la compra hay que asegurarse de que las plántulas sean vigorosas, y también hay que preguntar la época de floración de la variedad que desee adquirir. Independientemente de la elección que haga, tenga en cuenta que las plantas de tierra de brezo no se cultivan jamás en invierno. Cuando el tiempo sea propicio para la plantación se podrá proceder al cultivo. Con respecto a los requisitos y especifidades de cada especie, las magnolias y la hosta deben obligatoriamente crecer en un medio ácido, al contrario de la Bergenia. El arce japonés y otras especies del género Acer son arbustos ideales para decorar un jardín grande. Para cubrir una estructura conviene optar por la Gaultheria, que combinará muy bien con la hiedra en el invierno. Para dar un acompañamiento tupido a un helecho elija el eléboro, que generalmente florece de noviembre a marzo y requiere un espacio de cultivo a media sombra. El límite del patio puede marcarse con ejemplares de Bola de nieve (Viburnum opulus) utilizados como seto bajo. Si su jardín incluye un estanque y desea decorarlo, los astilbes son una excelente opción porque se desarrollan bien con humedad y sombra. Las plantas de tierra de brezo se pueden cultivar para formar macizos florales si se combinan distintas especies.

El mantenimiento de plantas de tierra de brezo

Las únicas plantas de tierra de brezo que no deben tallarse nunca (más allá de la eliminación de los tallos florales marchitos) son las azaleas. El cornejo y otras plantas acidófilas como las hortensias, por su lado, se podan en marzo una vez por año. Para ello hay que podar los viejos tallos florales y las ramificaciones que estén a 5 cm de la tierra, lo que favorecerá la reanudación del crecimiento. Desmalece el lugar y riegue en verano con agua no mineral o de lluvia para evitar la aparición de clorosis en las hojas. Realice también un acolchado o mulch de la base de los arbustos con corteza de pino. Las cochinillas a menudo invaden las plantas de tierra de brezo (el laurel es una de sus víctimas favoritas), causando la fumagina. Elimínelas con un algodón embebido en alcohol de 90° o con pesticidas sistémicos. No deje de tratar eventuales ataques de pulgones, ya que también causan enfermedades que son incurables. El gorgojo ataca más bien las raíces de las azaleas, y si se da el caso hay que tratar la planta con un pesticida para suelo, asegurándose de pulverizar la dosis necesaria para no debilitar esta planta de tierra de brezo. Por último, recuerde que el calor excesivo seguido de un riego abundante provoca moho polvoriento.

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Publicado en La tierra de brezo por Alejo el 22 Aug 2011