La poda, escamonda o desrame (operación consistente en cortar ciertas ramificaciones de un árbol o arbusto para reducirlas en largo o en número) se realiza de acuerdo a determinados procedimientos y en períodos que favorezcan el crecimiento de los brotes y de la especie vegetal en cuestión. La poda es una operación técnica que requiere habilidad y experiencia, y cuyo período de realización depende de cada especie de plantas. El objetivo de la poda también puede variar: un árbol se puede podar tanto para modificar su aspecto como para mejorar su fertilidad o airear sus ramas.

La operación de poda y desrame debe ejecutarse siguiendo procedimientos bien precisos, utilizando equipo de jardinería y de acuerdo a cada especie de árbol y arbusto. Los tres tipos específicos de poda corresponderán a los árboles de forma específica, a los árboles frutales y, finalmente a las plantas y arbustos que se utilizan a menudo en la formación de setos. En todos los casos, es necesario saber por qué hay que tallar árboles y arbustos, cómo hay que hacerlo y cuándo. Después de cada operación de poda, es necesario asegurarse de que la cicatriz sea limpia y neta; de lo contrario habrá que corregirla con un corquete para permitir la cicatrización rápida. El paso siguiente es untar la cicatriz dejada por el corte con alquitrán vegetal o pasta fungicida para cortes de poda. La hoja de la herramienta utilizada debe ser desinfectada cuando la poda se realizó sobre un tallo enfermo. Estas medidas se toman para prevenir la propagación de la enfermedad y para proteger la cicatriz de infecciones parasitarias.

La poda de árboles con una estructura particular

Para los árboles de copa robusta y que se presta por ende a ser manipulada, el objetivo de la poda es proporcionar una forma particular. Efectivamente, es triste ver un árbol doméstico mal mantenido, con aspecto desordenado. Para evitarlo, hay que airear el árbol eliminando las ramas dañadas y muertas y las horquillas en V. También se deben podar los chupones con un cuchillo de poda, ya que son tallos aéreos que salen de las raíces del árbol y pueden crear un nuevo ejemplar. Sucede que el objetivo secundario de la poda, y esto es común a todas las plantas, es permitir el crecimiento constante de la planta, y los chupones absorben inútilmente una parte de los nutrientes necesarios para la supervivencia y el desarrollo del árbol. Para podar las ramas débiles, generalmente se utiliza una sierra de mano, una motosierra o un cortasetos. Con el fin de obtener un corte preciso, se hace un tajo por debajo de la rama a serruchar, luego de haber eliminado todas las ramificaciones presentes. El serruchado se realizará desde arriba en dirección del corte.

La poda de árboles frutales

La poda de árboles frutales busca un desarrollo armonioso de la planta para que la producción mejore o siga siendo regular. Se trata de árboles que necesitan luz y aire para una buena producción de frutos buenos y un desarrollo armonioso. Por otra parte, la poda de frutales sirve para acelerar la maduración y retrasar el envejecimiento. Sin embargo, hay que distinguir entre las frutas de hueso y las de pepita. Los árboles de frutas de hueso se podan durante varias semanas y desde que las ramas tienen más de 5 hojas. Si se realiza la poda, darán frutos en un año. Los árboles de frutas de pepita dan frutos luego de 2 años o más. Se puede proceder al tutorado de las ramas para aumentar el crecimiento de los árboles jóvenes.

La poda de setos

Los setos se dividen en dos tipos básicos: las hayas tupidas, formadas por arbustos de rápido crecimiento, como la haya, el laurel cerezo (Prunus laurocerasus) o el ligustro, y los setos espaciados, constituidos principalmente por los rosales. Se trata en ambos casos de arbustos que crecen a lo largo del año. Así, los setos tupidos se podan en cualquier época del año, con el objetivo de que el seto conserve su forma en todas las estaciones. Sin embargo, hay que evitar realizar podas múltiples en una formación compacta, ya que esto podría hacer los setos se vuelvan todavía más espesos. Si se trata de un seto de arbustos cónicos, y por ende de coníferas, se lo debe tallar preferentemente en junio. Es posible realizar una poda alternada, trabajando primero sobre un lado del seto y esperando al año siguiente para podar el otro lado. Es común cortar sólo las ramas gruesas con tijeras de podar, y el resto del seto con cizallas. La poda se realizará en febrero y marzo. Por su lado, los setos espaciados tienen un papel decorativo; se les debe practicar una poda individual, cuya periodicidad depende de cada planta. Algunas especies se podan después de la floración (Philadelphus, Forsythia) y otras en invierno, como los rosales.

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Publicado en Arboles y arbustos por Alejo el 14 Jun 2011