Aunque el mantenimiento de las flores en maceta no exige mucho trabajo, las condiciones de riego dependerán del período de plantación y de floración. En algunos casos se debe regar de manera abundante, mientras que en otros alcanza con un riego regular para que las flores prosperen. No existe una norma común para todas las plantas, ya que cada una tiene sus propias necesidades de agua.

El riego de las flores en maceta no es del todo sencillo, ya que algunas flores necesitan una importante cantidad de agua y otras no. Cualquiera que sea la naturaleza de la planta, nunca se debe regar el follaje para evitar el desarrollo de enfermedades como el oídio, que atacan directamente a las hojas: lo que corresponde es regar las plantas directamente en la base.

La frecuencia de riego para las flores en maceta

En principio, es necesario proceder al riego cuando la tierra esté seca. En exceso, el agua perjudica a las plantas y puede dañar las raíces. Si las macetas han sido colocadas en cubremacetas sin agujeros de drenaje, vacíelas con regularidad para que el agua no se estanque. Además, el exceso de agua no absorbida por el suelo y la tierra desbordará de la maceta, llevándose sales minerales esenciales para la planta. Para hacer revivir una planta que no ha sido regada por algún tiempo, tome un recipiente lleno de agua y sumerja en él la maceta, asegurándose de que el agua esté a temperatura ambiente. Las raíces y el cepellón deben empaparse de agua hasta que no haya burbujas de aire. A continuación hay que asegurarse de drenar bien el exceso de agua, y luego colocar la planta al abrigo de la luz solar y de las corrientes de aire.

Cuándo regar las flores en maceta

No hay momento ideal para regar las flores en maceta, pero todo depende del tiempo y de la estación. En verano, se debe regar en las últimas horas del día, ya que si hace todavía demasiado calor, el riego provoca un enfriamiento rápido de las raíces que produce una disminución en su capacidad de absorción. Además, las gotas de agua que hayan caído sobre las hojas funcionan como lupas que pueden quemar las fibras vegetales. En cambio, si se observa que las flores y las hojas de algunas plantas se marchitan y debilitan hay que regarlas tan pronto como sea posible, ya que esto implica que tienen sed. Un riego a ras del suelo les hará mucho bien sin dañarlas. En invierno hay que regar durante la mañana las plantas en maceta, ya que a la noche la humedad estancada noche puede causar una bajar de la temperatura de las raíces. Lo mejor es regar a fondo y no muy a menudo, en vez de poco y demasiado seguido. De esta manera, las plantas acumulan reservas de agua y pueden soportar fácilmente no ser regadas por 2 o 3 días.

 

 

Etapas para instalar un sistema de riego enterrado 

Los distintos pasos para la instalación exitosa de un sistema de riego enterrado

Existen diversos dispositivos de riego enterrado, que van desde los modelos más simples a los más sofisticados. Estos últimos pueden incluir un sensor de humedad o un temporizador electrónico. Además, dependiendo del objetivo del riego, se podrá elegir entre un aspersor de altura regulable y un aspersor de altura fija. El primero es adecuado para el riego del césped, mientras que el segundo es ideal para huertos y hierbas altas.

Antes de instalar un sistema de riego subterráneo hay que medir el caudal y la presión del suministro de agua. Es fundamental contar con estos datos, ya que de ellos depende el número de circuitos a conectar. En general, el caudal está establecido en el contrato con la empresa de aguas. Para controlarlo, tome un cubo de 10 litros y mida el tiempo requerido para llenarlo. El valor del caudal se obtiene dividiendo el volumen del cubo por el tiempo de llenado y multiplicando el resultado por 3,6. La presión también está indicada en el contrato. Para controlarla se recomienda llamar a un plomero para que instale un medidor de presión en el suministro de agua. La medición de la presión se realiza con el resto de los grifos cerrados. Para un rendimiento óptimo, la presión debe estar entre 2 y 5 bares. Una vez que tenga estos datos, haga un plano del jardín que incluya la instalación y el suministro de agua. La red debe cubrir al menos el 30% de la superficie para lograr una distribución homogénea.

Herramientas y equipo de riego

Usted debe tener a su disposición una pala para cavar los canales. Para apisonar la tierra, utilice un pisón. También deberá disponer de un destornillador, tijeras de podar y una carretilla. Prevea igualmente un overol y guantes protectores. En cuanto a los equipos de riego, la mayoría de los elementos están incluidos en el sistema de rociadores. Esto incluye los tubos para la canalización, y para ello lo se recomiendan tuberías blindadas de 19 mm. Los enlaces funcionan como derivadores y como soporte de fijación de los aspersores. La instalación de la red necesitará diferentes tipos de empalmes, en T, en L y rectos. En cuanto a los aspersores, existen dos tipos: toberas para pequeñas superficies y turbinas para las grandes. Es inútil mezclar toberas y turbinas en la misma red. El sistema de riego también incluye un selector, que permite la creación de múltiples redes, funciona como programador y controla las electroválvulas, que sirven para abrir y cerrar el paso del agua. El colector, por su parte, se instala entre las electroválvulas y el suministro de agua. Por último, la salida enterrada permite la conexión entre la válvula de suministro de agua y la tubería de alimentación de las electroválvulas.

El montaje del dispositivo de riego

Comience por el trazado de la red, dibujando el plano en el suelo con polvo de yeso, y marque la ubicación de los aspersores. El polvo de yeso también servirá para trazar las canalizaciones. Una vez hecho esto, hay que pasar a cortar placas de césped de 20 cm de ancho y 50 cm de largo. Use una pala para separar las placas, cortando las raíces horizontalmente. Deje las placas de lado sin apilarlas, y cave el canal a unos 30 cm de profundidad. Asegúrese de estar lejos de setos y árboles para evitar dañar sus raíces. Consiga láminas de plástico para recoger la tierra excavada. Una vez terminado el canal, coloque fondo de arena y gravilla y luego proceda a desplegar las tuberías. Utilizando las tijeras, corte el tubo en ángulo recto, previendo un margen de error de 5 a 10 cm aproximadamente, y luego limpie el interior de las tuberías. Fije los empalmes a medida que va desplegando la tubería. Para los ángulos rectos use empalmes en L, y utilice empalmes en T para separar la red. Para conectar dos tubos, es recomendable utilizar un enlace de unión. Coloque un tapón al final de la tubería en el extremo de la red. Conecte el grifo de alimentación en el inicio de la red enterrada, y despliegue una tubería desde el comienzo hasta las electroválvulas. A continuación, monte el colector utilizando los empalmes para conectar el suministro de agua a las electroválvulas. En la entrada del colector, conecte el suministro de agua y enganche el inicio de la red a las electroválvulas. Si usted no dispone de un grifo al exterior, existe la posibilidad de conectar el sistema de riego a la red doméstica.

La instalación de los aspersores

Para cada aspersor, fije los enlaces utilizando las tuercas proporcionadas. Usando un taladro, haga un agujero 8 a 12 mm de diámetro en la parte superior de la tubería al interior del enlace. Atornille la extensión adaptada al aspersor y atornille luego el aspersor. Asegúrese de que la superficie superior del aspersor se encuentre en la misma altura que el suelo. No olvide cubrir las roscas con teflón, para asegurar su impermeabilidad. En el punto más bajo de la instalación, atornille un tornillo de purga en un enlace. Instale el programador al abrigo de la lluvia, y conecte los cables de las electroválvulas al programador. Quite las boquillas de los rociadores y abra manualmente las válvulas para permitir que el agua evacue los eventuales desechos en las tuberías. Vuelva a colocar las boquillas de aspersión y proceda al test de funcionamiento del dispositivo de riego. Revise si hay fugas y ajuste la dirección de los aspersores. Usted podrá utilizar barreras plásticas de advertencia para proteger su instalación. Vuelva a cubrir los canales colocando cuidadosamente el césped. Riegue abundantemente para que el suelo se asiente bien y recurra por último al pisón.

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Publicado en Guía del riego por Alejo el 22 Jun 2011