Cultivados tradicionalmente en regiones cálidas y soleadas, los cítricos son árboles frutales de hoja perenne que se pueden encontrar ahora en muchas regiones frías. Reconocibles por su forma redondeada, sus pequeñas flores blancas y sus frutas muy aromáticas, estos árboles pueden crecer tanto en interiores como en exteriores, siempre y cuando se cumplan todas las condiciones necesarias para su cultivo.

Los cítricos se cultivan principalmente en el Mediterráneo y pueden dividirse en tres grande géneros. En primer lugar podemos mencionar el género Citrus, que incluye especies muy extendidas como el limón, la naranja, la naranja agria, la mandarina, la bergamota y el pomelo. Luego está el género Fortunella, al que pertenece el kinoto, y finalmente el género Poncirus, cuya especie más extendida es el naranjo espinoso. Muy apreciados por sus frutas jugosas y aciduladas, los cítricos se distinguen por su forma redondeada, sus troncos pequeños, su follaje brillante y sus flores de un delicado perfume que recuerda el sabor de sus frutos. En general, el período de fructificación de la gran mayoría de las especies plantadas en tierra comienza en noviembre y termina a finales de mayo. Desafortunadamente, la mayoría de los cítricos toleran mal el aire seco de los ambientes calefaccionados artificialmente, y es raro que las especies cultivadas en interiores puedan dar fruto. De hecho, para prosperar, los cítricos necesitan principalmente aire, calor y sol, y es por eso que crecen mucho mejor en las regiones mediterráneas. Sin embargo, es bueno saber que algunas son más resistentes que otras, y por lo tanto son mucho más adecuadas para los climas fríos.

¿Qué cítricos elegir?

Si usted vive en un área donde las temperaturas invernales están alrededor de los 10 grados, podrá optar por el cultivo de naranjos y pomeleros en tierra. En las zonas más frías con temperaturas invernales entre -5 y -10 grados, es mejor elegir especies un poco más resistentes como el limonero, el bergamoto, el mandarino, la pampelmusa y el kinoto. Las especies más resistentes y mejor adaptadas al frío son sin lugar a dudas el naranjo amargo y el naranjo espinoso, que pueden soportar temperaturas bastante bajas sin demasiada dificultad. En cambio, en regiones más inhóspitas en las que las condiciones climáticas en invierno pueden ser extremas, el cultivo de cítricos en el suelo está totalmente desaconsejado. En consecuencia, habrá que privilegiar un cultivo en maceta para que los árboles puedan invernar a cubierto desde el final del otoño.

Cómo plantar los cítricos

Los cítricos se deben plantar principalmente en primavera para que las raíces tengan suficiente tiempo para desarrollarse antes del invierno. Por otra parte, siempre deberán ser colocados lejos del viento en un lugar soleado pero no a pleno sol. Sin embargo, si usted vive en una zona donde los veranos son calurosos, asegúrese de que los árboles estén en un espacio ligeramente sombrío para que las hojas no se vuelvan amarillas. Los cítricos son árboles que suelen desarrollarse idealmente en tierras ricas en humus y bien drenadas, que también podrán ser enmendadas con estiércol. Si el suelo del jardín es más bien calcáreo, asegúrese siempre de añadir una buena cantidad de tierra de brezo. Antes de plantar cítricos, será conveniente humedecer primero el cepellón para rehidratarlo correctamente, luego de lo cual se podrá poner en tierra los árboles jóvenes.

Mantenimiento de los cítricos

Una vez plantado, los cítricos se deben regar con regularidad, sobre todo en verano cuando la tierra tiende a ser más seca. En invierno, la frecuencia de riego deberá en cambio reducirse sustancialmente para evitar el amarillamiento de las hojas. Para que el follaje de sus árboles pueda conservar todo su brillo, será igualmente conveniente rociar semanalmente las hojas con un poco de agua. Bastante exigentes en términos de nutrientes, los cítricos plantados en tierra se desarrollan muy bien en tierras ricas. Por lo tanto, asegúrese siempre de enmendar el suelo con abono orgánico antes de cada floración y cada fructificación. Las especies más resistentes que pasarán el invierno al aire libre deben ser protegidas con un velo de invierno adecuado. Las especies más frágiles deberán imperativamente ser llevadas a invernaderos fríos hasta la primavera. Si usted no tiene un invernadero, alcanzará con llevar los árboles al interior, teniendo cuidado de colocarlos en un ambiente bien ventilado. Desde el comienzo de la primavera es posible podar los cítricos para darles más fuerza. La operación podrá llevarse a cabo cada dos años; usted podrá tanto airear el centro como reducir el tamaño de las ramas de 1 a 2 yemas, así como cortar la madera muerta y aclarar los ramos frágiles. Para evitar que las raíces sufran con la humedad estancada y para mejorar el drenaje, ponga una capa de bolas de arcilla o grava al trasplantar. Para eliminar el polvo, que puede sofocar las plantas, limpie las hojas con una esponja.

Los cítricos suelen ser víctimas de enfermedades y de insectos, principalmente pulgones, cochinillas, ácaros, y moscas blancas. Para combatirlos se pueden utilizar tratamientos a base de sustancias poco contaminantes como aceites blancos y bacterias Bacillus thuringiensis, productos a base de mancoceb con benomilo o de oxicloruro de cobre, o acaricidas.

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Publicado en Casos especiales por Alejo el 15 Jun 2011