Para mantener un seto bien formado, es importante conocer las principales técnicas de poda. Aparte del período adecuado para la poda, la manera de proceder, la forma de recortar las ramas y las técnicas de trenzado son otros elementos que se deben conocer para evitar que la base ralee o que el arbusto tome formas irregulares. El aporte de estiércol es también un factor importante para obtener una plantación más densa.

El seto natural es una asociación natural de especies de árboles o arbustos que, utilizadas en jardinería, permite obtener composiciones estéticas. Además de esta función decorativa, el seto natural tiene muchas ventajas, ya que fija el suelo en los bordes de los taludes y ayuda a luchar contra la contaminación. Para mantener estas múltiples funciones, es esencial mantener el seto. El mantenimiento varía en función de los tipos de seto, que pueden ser libres o formales.

La poda, principal operación de mantenimiento del seto

La poda es la operación básica de mantenimiento del seto, ya que le da su forma definitiva. Teniendo en cuenta el ciclo vegetativo de las plantas, el período más adecuado para la poda se extiende alrededor de los meses de mayo y junio por un lado y de finales de agosto hasta principios de octubre por el otro.

El seto libre colocado en el medio de un gran jardín consiste en dejar que la planta crezca libremente. El mantenimiento se limita simplemente a quitar las ramas muertas o enfermas y a cortar las ramas supernumerarias.

En el caso del seto formal, la poda se realiza de manera regular, teniendo cuidado de mantener la parte superior más estrecha que la parte inferior. Para llevarla a cabo se utiliza una cuerda tendida con el fin de mantener la altura correcta; el corte debe realizarse desde abajo, podando los costados y procediendo progresivamente hacia arriba.

La poda del primer año se realiza sobre los ramos excepto en el caso de las conífera, a las que se les debe dar la altura deseada. La poda del segundo año tiene como objetivo dar al seto un ancho de unos 70 centímetros y una altura de 1.50 metros. Para los años siguientes, se debe privilegiar la poda piramidal con el fin de minimizar el crecimiento en altura de las plantas.

El mantenimiento adicional del seto natural

Puede ocurrir que las ramas crezcan perpendicularmente al seto. En ese caso, el trenzado permite enderezarlas para que se desarrollen a lo largo atándolas con una cuerda. El trenzado ofrece la ventaja de aumentar la densidad del seto natural y fomentar la instalación de la vida silvestre.

Al crecer y con el tiempo, la base del seto natural comienza a ralear. La poda de ramos es una medida correctiva que consiste en cortar los tallos a una altura de entre 30 centímetros y 1 metro. Esto promueve un nuevo crecimiento más vigoroso en la base, que permitirá cubrir los intersticios. Para evitar una base completamente raleada, también hay que podar anualmente una quinta parte de la altura de los setos naturales. Esta poda de ramos se efectúa para el mes de noviembre.

En los setos de más edad, los ramos se cortan a 25 centímetros del suelo. Las plantas muertas o débiles se sustituirán por nuevas plantas vigorosas. La poda debe hacerse con regularidad durante dos años para contener el crecimiento de las plantas, y darles un aspecto original después de 4 años.

El abonado consiste en esparcir estiércol o compost entre los arbustos en la primavera. Las plantaciones densas necesitan más estiércol, ya que las necesidades de nutrientes de los setos vivos son más importantes. Para frenar el rápido desarrollo de ciertos setos vivos, como los compuestos por ligustros o álamos negros, se recomienda delimitar las raíces enterrando una tira de plástico o de papel asfaltado a lo largo de una zanja profunda a 40 centímetros del seto natural.

Los materiales de mantenimiento esenciales

Para proporcionar el mantenimiento correcto, es necesario tener el equipo básico adecuado. Las herramientas a utilizar varían dependiendo de la altura y el largo del seto. Las tijeras de podar permiten hacer pequeños ajustes y facilitan los cortes en el centro del seto natural, pero el material clásico consiste en las cizallas. Sin embargo, su uso se limita a pequeños trabajos de mantenimiento, ya que su manipulación puede ser cansadora y el rendimiento bajo.

Para operaciones de mantenimiento más grandes, se puede optar por el cortasetos eléctrico o térmico. La versión térmica tiene la ventaja de ser más poderosa, pero requiere un mantenimiento más intensivo. Antes de hacer su elección entre el cortasetos eléctrico o térmico, es recomendable hacer pruebas comparativas, lo que puede llevarse a cabo alquilando cada herramienta por un día.

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Publicado en Setos por Alejo el 10 Jun 2011