Las anémonas son plantas perennes que pertenecen a la familia Ranunculaceae. Vienen en diferentes variedades y se plantan en diferentes estaciones, y se las aprecia por su facilidad de cultivo y la precocidad de la floración. La anémona, llamada a veces \”flor del viento\”, es un género de plantas que crecen muy bien en macizos, jardines rocosos y borduras, y contribuyen a crear un entorno muy agradable gracias a sus muy diversos colores.

El período de plantación de las anémonas varía en función del período de floración deseada y de la variedad. Las anémonas tienen flores en forma de copa, lo que las hace muy elegantes. Pero, aparte de la estética, el cultivo de anémonas tiene otras ventajas. En primer lugar, su floración es muy larga y puede durar desde marzo a octubre, y por otra parte sus bulbos permanecen bajo tierras durante varios años. La anémona produce igualmente raíces tuberosas, a partir de las cuales se pueden producir otras plantas. Además, se puede elegir entre diferentes variedades. La anémona de jardín (Anemone coronaria), por ejemplo, está compuesta de una raíz tuberosa plana de color negruzco, con un tallo coronado por flores coloreadas. La anémona \”simple de Caen\” (también hay doble) es una variedad vigorosa con un largo tallo que lleva en su extremo grandes flores y colores brillantes. La hepática (Anemone hepatica), por su lado, es una variedad de raíz fibrosa con pequeñas flores solitarias de color blanco, azul o rosa.  Sus hojas de un verde brillante se componen de tres lóbulos y persisten hasta el mes de noviembre. La anémona japonesa forma matas que se desarrollan ampliándose. Sus tallos pueden alcanzar un metro de altura, y sus bellas flores son de color blanco, rosa o rojo. La pulsatilla, por último (Anemone Pulsatilla o Pulsatilla vulgaris, según los botánicos, aunque la segunda denominación, que la separa de las anémonas, está más extendida), es una planta muy rústica, con una raíz gruesa y follaje velloso. Su tallo floral, de 25 centímetros de largo, tiene hermosas flores de color púrpura en forma de campanilla.

Preparación del suelo

Las herramientas básicas necesarias para la plantación de anémonas son una horca, un rastrillo y un plantador de bulbos. También hay que contar con bulbos tuberosos, que se venden en tiendas especializadas y serán plantados a intervalos de 25 cm. Las anémonas se desarrollan bien en suelos bien drenados, ricos en humus y expuesto a la luz del sol. Para preparar el suelo, laye la tierra a unos 15 cm de profundidad, diez días antes de la plantación. Limpie el terreno quitando piedras, raíces y hierbas. A continuación agregue compost a la tierra, teniendo cuidado de alisar bien la superficie con un rastrillo. Para facilitar el crecimiento de las raíces tuberosas, es aconsejable sumergirlas previamente en agua hasta que estén completamente empapadas. La propagación de determinadas especies, como por ejemplo la hepática, se realiza por división de mata. Lo mejor es cultivar la planta en otoño, alrededor del mes de septiembre.

La técnica de plantación de anémonas

Se debe comenzar por la identificación de la ubicación de cada bulbo, colocándolos en tierra poniendo en tierra en cada punto de plantación. Luego, una vez listos los hoyos de plantación, coloque un bulbo en cada uno y asegúrese de que las raíces están bien planas. Proceda luego a tapar cada agujero sin apisonar demasiado la tierra. Para facilitar la identificación del lugar de plantación de cada planta, se recomienda colocar postes en cada emplazamiento. Termine la plantación regando abundantemente el suelo. Si utiliza plantas de semillero, opte por los ejemplares provenientes de una germinación de semillas realizadas en el mes de mayo. En el caso de la floración de anémonas plantadas en verano y el otoño, es mejor ponerlas en semi-sombra y en un suelo rico en humus. En cuanto a las especies que florecen en primavera, es mejor preferir los terrenos más expuestos al sol y suelos arenosos con buena permeabilidad. Para una floración primaveral, la cosecha debe realizarse desde principios del otoño. Para una floración veraniega, en cambio, la plantación tendrá lugar más tardíamente, hacia el mes de marzo.

Algunos consejos para el cultivo exitoso de las anémonas

Los bulbos deben dejarse en agua un máximo de 24 horas antes de la plantación, que debe realizarse inmediatamente después. Al hacer los agujeros con el plantador de bulbos, asegúrese de no compactar la tierra del fondo del agujero para facilitar la penetración de las raíces. Por otra parte, las anémonas que florecen en primavera no se deben regar en verano para evitar que se pudran, ya que la temporada de calor coincide con su período de latencia. Por su lado, las anémonas que florecen en verano y otoño pueden ser plantadas con otras plantas que crezcan bien con sombra como los helechos o el acónito. Por último, cabe señalar que las principales enfermedades de las anémonas son la roya, el mildiu y la Antracnosis. La roya y el mildiu pueden ser combatidos con un producto antifúngico, mientras que para la antracnosis se recomienda la mezcla de Burdeos.

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Publicado en Bulbos de verano por Alejo el 17 Jun 2011