Las begonias son plantas que florecen cada año de principios de verano hasta las primeras heladas. Ideales para adornar parterres, macizos, jardineras y macetas, estas plantas originarias de las regiones subtropicales de Asia, África y América del Sur pueden ser anuales, perennes o tuberosas según la especie. Aunque son fáciles de cultivar, las begonias deben recibir un mantenimiento adecuado a su especie, su tipo de follaje y su resistencia. 

Las begonias son un género de plantas con numerosas especies (alrededor de 150 se utilizan en la jardinería), que a su vez pueden dividirse en tres tipos: anuales, vivaces y tuberosas. Las Begonias vivaces y anuales son plantas perennifolias ideales para macizos de flores, parterres y arriates sombreados de los jardines. Menos populares, las begonias tuberosas son magníficas plantas caducifolias de interior que convienen también para el cultivo en jardines en terrazas. Valoradas por su abundante floración, su follaje de color verde brillante y sus reflejos plateados, las begonias pueden ser de muchos colores brillantes e intensos. Muy floríferas, iluminan jardines, balcones y apartamentos con sus hermosos tonos de rosa, rojo, amarillo y blanco cuando llega el verano. Si usted quiere hacer cultivar begonias en interiores, opte sin dudar por begonias de raíces tuberosas como el híbrido Begonia x cheimantha o la Begonia hiemalis, que por su forma y tamaño son mucho más adecuadas para macetas pequeñas. En cambio, para una terraza conviene optar por especies rastreras, que darán magníficas cascadas de flores colocadas en jardineras colgantes. Para jardineras colocadas en las barandillas de los balcones es mejor elegir preferentemente especies enanas, que tendrán menos tendencia a extenderse. Finalmente, para los espacios más grandes opte por especies con raíces fibrosas originarias de América Latina como la \”Begonia semperflorens\” por su floración abundante y sus tonos armoniosos. 

Plantación de begonias 

Con respecto a las begonias anuales, la siembra debe comenzarse a mediados de invierno (en semillero). Luego de que las semillas hayan germinado, se trasplantarán las plántulas a macetas principios de primavera, y se las pondrá permanentemente en tierra en mayo. Las begonias vivaces, por su lado, deben ponerse en tierra ya en abril para lograr una floración estival. En cambio, las begonias de raíces tuberosas deben cultivarse a partir de bulbos que pueden adquirirse en los centros de jardinería. Estos bulbos debe ser colocados en contenedores llenos de tierra para macetas, teniendo cuidado de orientar el lado cóncavo de cada uno hacia arriba al enterrarlos. Hasta la primavera la tierra debe ser humedecida con regularidad, y el recipiente se debe mantener en una habitación iluminada pero lejos de la luz directa del sol. Cuando por fin aparezcan pequeños brotes carnosos se podrá hacer el trasplante en macetas llenas de tierra, asegurándose de humedecer la tierra con moderación. Como las begonias son plantas relativamente sensibles al frío, será mejor esperar hasta que la temperatura aumente de manera significativa antes de llevar las macetas al exterior. Para crecer bien, independientemente del tipo del que se trate, las begonias requieren un suelo humífero y bien drenado. En lo que respecta a la exposición al sol, lo mejor es hacer la plantación en un espacio ligeramente sombrío, protegido de la luz directa del sol. De hecho, las begonias se benefician más bien de los primeros rayos del sol y de la luz primera menos intensa del crepúsculo. 

Mantenimiento de begonias 

Las begonias no son plantas particularmente difíciles de mantener. Sin embargo, como crecen muy bien en tierras húmedas conviene regarlas a menudo para que mantengan un cierto nivel de humedad, necesario para su crecimiento. En cuanto a las begonias cultivadas en macetas en interiores, asegúrese siempre de evitar cualquier acumulación de agua en los platos para evitar la pudrición de raíces. Para florecer bien, las begonias también necesitan una tierra muy rica, regularmente enmendada con abono orgánico. Para que sus plantas permanezcan bellas durante toda la estación, usted podrá además eliminar con regularidad las flores marchitas y las hojas secas. Cuando llegue el invierno será conveniente llevar las jardineras a interiores con el fin de proteger las plantas del frío y las heladas. En efecto, las begonias son particularmente sensibles a los vientos helados y las temperaturas muy bajas. Los tubérculos de begonias de raíz tuberosa, por su lado, podrán conservarse durante toda la duración del invierno para ser replantadas cuando regrese el buen tiempo. En cuanto a las begonias de tipo perenne plantadas directamente en la tierra, alcanzará con protegerlas de la humedad excesiva y del frío con un acolchado vegetal. En la primavera, una vez que hayan pasado las últimas heladas se podrá sacar de nuevo las plantas y replantar aquellas cuyas raíces sean ya demasiado extensas. Si desea obtener nuevas plantas debe saber que las begonias son plantas que se propagan por esquejes a partir de tallos sanos (para la begonia de interior) y de hojas (para las especies que no tienen tallos). Con respecto a los cuidados sanitarios, un mantenimiento regular evitará que las plantas estén expuestas a enfermedades. Sin embargo, en caso de oídio (moho polvoriento) puede aplicarse un tratamiento a base de un fungicida adecuado, evitando los riegos muy abundantes que favorecen el exceso de humedad.

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Publicado en Flores anuales por Alejo el 15 Sep 2011