El cultivo de cebollas y chalotes o chalotas no requiere competencias particulares: alcanza con respectar el calendario de cultivo, preparar bien el suelo, utilizar bulbos sanos y llevar a cabo un mantenimiento regular. Se trata de plantas de la misma familia, las amarilidáceas (unos pocos botánicos las incluyen todavía dentro de las liliáceas), y del mismo género, Allium, y la chalota se distingue de la cebolla por su bulbo pequeño con varias divisiones. Crudas o cocidas, estas hortalizas son muy usadas en gastronomía.

La cebolla y el chalote se han ganado su lugar en casi todo huerto. Además, aquellos que no disponen de parcelas de cultivo pueden perfectamente hacer crecer estas plantas bulbosas en bandejas o macetas en un huerto de balcón, ya que además se cultivan fácilmente y no requieren un mantenimiento tedioso. La chalota, rica en magnesio, vitamina B6 y potasio, tiene además virtudes antibióticas y propiedades aperitivas.

Cómo cultivar cebollas

Como la cebolla no es muy sensible al frío, es posible plantarla inmediatamente después de los períodos de fuertes heladas (allí donde se produzcan), o sea a mediados de marzo. Para las cebollas blancas de crecimiento rápido, la siembra o plantación de bulbos debe realizarse en otoño. Al igual que la chalota, la cebolla se desarrolla bien en un suelo bien drenado, enmendado si hace falta con abono viejo (la tierra puede haber sido estercolada el año anterior pero no después), y conviene evitar los suelos ácidos.

El primer paso consiste en labrar la tierra a unos diez centímetros de profundidad; las cebollas a plantar deben estar sanas y tener un diámetro que no supere los 3 cm. Cada bulbo debe colocarse de manera oblicua en un hoyo de plantación, respetando una distancia de 10 cm entre las plantas. Al realizar la escarda, hay que evitar el uso del azadón o la azadilla, que pueden dañar los bulbos; no hay nada mejor que un deshierbe manual.

Cuando las hojas tomen un matiz marrón, será el momento de proceder a la cosecha. En general, los bulbos maduran entre junio y septiembre. Es importante secar bien los bulbos antes de guardarlos en un lugar lo suficientemente cálido, oscuro y bien ventilado. Con respecto a plagas y parásitos, la cebolla puede ser víctima de las larvas de la mosca de la cebolla y la polilla del puerro, y también es sensible a la anguílula, un gusano minúsculo. Los tratamientos naturales son siempre preferibles.

Cómo conseguir chalotes grandes y de buena calidad

La chalota se desarrolla bien en suelos arenosos, con buen drenaje y sin humedad estancada. Esta última condición es esencial porque esta planta se pudre muy fácilmente. Por la misma razón no hay que enmendar el suelo (no hay que utilizar compost, estiércol u otros fertilizantes). Sin embargo, como las raíces del chalote no penetran en profundidad, es necesario que la tierra esté un poco más húmeda en verano. Una semana antes de la plantación hay que trabajar el suelo en profundidad, asegurándose de eliminar las malas hierbas. En caso de necesidad, si el suelo es muy pobre, se puede lo enriquecer con estiércol viejo. Durante el crecimiento, un suministro continuo de nitrógeno es recomendable.

El chalote rojo se planta de febrero a marzo, mientras que el gris se cultiva entre octubre y enero. De todas formas, sea cual sea la subvariedad cultivada, la chalota crece bien en compañía de lechugas y zanahorias, pero no así de judías y guisantes. Con respecto a la propagación, es posible el cultivo de chalotas a partir de semillas, pero se acostumbra enterrar los dientes, las divisiones del bulbo. En este caso, es importante asegurarse de que los dientes tengan el mismo tamaño para que las plantas crezcan en armonía. El primer paso es introducir los dientes en el suelo dejando unos 15 cm entre cada planta. Utilice un rastrillo para nivelar la tierra y evite apisonarla. Las chalotas no necesitan ser regadas, excepto en casos de extrema sequía. Las flores deben ser suprimidas a medida que aparecen para que los nutrientes se concentren en los bulbos. La cosecha se realiza entre 90 y 120 días después de la siembra.

Con respecto a las plagas y enfermedades que atacan a las plantas de chalota, corresponde mencionar a la larva de la mosca de la semilla, que causa estragos en el follaje, al mildiu, al trips y a varias enfermedades bacterianas. En vez de utilizar productos químicos para el tratamiento, es mejor recurrir a métodos naturales, que son baratos y menos dañinos.

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Publicado en Hortalizas de raíz por Alejo el 03 Oct 2011