Ya sea que se las plante en un huerto o en un jardín, las lechugas no tienen estaciones específicas para crecer y florecer, por lo que se las puede cultivar a lo largo de todo el año. Las etapas de plantación son en general sencillas, siempre que se respeten las condiciones necesarias para el buen desarrollo y mantenimiento de estas hortalizas de hoja.

Las lechugas y otras hortalizas de hoja para ensaladas son plantas herbáceas de la familia de las asteráceas con pocas ramificaciones y raíces profundas. Se trata de hortalizas anuales, y las diferentes variedades se cultivan en distintas estaciones. Pueden tener diferentes formas y colores y plantarse a cubierto o al aire libre. Algunas de las variedades más cultivadas son la lechuga Batavia y la achicoria; y las lechugas cultivadas al aire libre pueden ser coloradas, verdes o rubias. Si el espacio del que se dispone es limitado, es útil saber que algunas variedades son ideales para el cultivo en balcones: se trata de las lechugas de hoja suelta. Las cintas de semillas pueden adquirirse en los diversos centros de jardinería.

Las principales etapas de la plantación

Tanto para el principiante como para el agricultor con experiencia, el primer paso esencial es la adquisición de plántulas de la variedad elegida. Para optimizar el cultivo, conviene privilegiar las matas con cepellón a las plantas de raíz desnuda. Antes de la plantación deben respetarse algunas condiciones relacionadas con la calidad del suelo y con el lugar elegido para la plantación. Así, para evitar que temperaturas extremas puedan afectar la floración hay que elegir un medio aireado y de preferencia soleado. El paso siguiente es preparar el espacio elegido para la siembra. Para ello hay que trabajar la superficie del suelo y cavar un pequeño hueco de 5 a 10 cm de profundidad. Para asegurar resultados óptimos conviene además añadir compost, salvo que el suelo ya sea muy rico, en cuyo caso sería contraproducente. Por último, coloque la mata enterrándola hasta 2/3 de su altura. Cada mata de lechuga debe plantarse a una distancia de 25 a 30 cm de las otras. La cosecha se realiza generalmente 3 meses después de la siembra.

Mantenimiento de lechugas

Una vez plantadas, las lechugas deben ser regadas con regularidad pero moderadamente. En verano, cuando el sol seca el suelo, el riego debe hacerse en la mañana antes del amanecer y más abundantemente. Si las plantas son todavía jóvenes, deben recibir una cantidad de agua de 3 a 4 litros por metro cuadrado. Durante la fase de desarrollo de los cogollos, la cantidad de agua debe aumentar hasta llegar a 10 litros por metro cuadrado. Además, en paralelo con el riego, el deshierbe debe igualmente ser sistemático. Así, lo mejor es escardar para obtener cogollos tiernos y sabrosos.

El desarrollo de la lechuga y sus principales enemigos

Para que la formación del cogollo se desarrolle de manera satisfactoria, la planta necesita un fotoperiodo asociado a una variación concreta de la temperatura. Incluso si la cosecha se ve favorecida por la presencia del sol, asegúrese de que las plantas de lechuga no sufran un calor excesivo, ya que esto puede causar la aparición de las flores, lo que da un sabor amargo a la lechuga. Por otro lado, el cultivo de lechugas se opone al de otras hortalizas, que plantadas cerca afectan negativamente su desarrollo. Por ello, hay que evitar plantar las lechugas en el suelo junto a rábanos, guisantes, repollos y judías. En cambio, las lechugas crecen mejor si se las planta junto a las zanahorias, pimientos, tomates, berenjenas o melones. En los que respecta a sus enemigos, hay que mencionar a los pulgones, las babosas y los caracoles. Las reacciones a estas plagas son diferentes. Debido a que la cosecha se debe hacer después de 3 meses, algunos horticultores no tratan los cultivos infestados, mientas que otros recurren a productos especializados para el tratamiento de las verduras. Una tercera posibilidad consiste en el uso de métodos naturales como instalar trampas con cerveza o esparcir ceniza o viruta fina en torno a las lechugas.

Calendario de cultivos de la lechuga y otras hortalizas de hoja para ensaladas

La siembra en el mes de enero se realiza con variedades particularmente resistentes a la aparición de las flores, y la recolección podrá realizarse a partir de abril. Las variedades para cultivar en verano son más numerosas, e incluyen a la lechuga de Batavia, la achicoria de Batavia mejorada y las lechugas de hoja suelta. Para el cultivo de otoño son más indicadas achicorias coloradas como la Cornet de Loire. La siembra se efectúa a partir de noviembre, a comienzos del invierno, y como se dijo arriba sus hojas tienden al rojo.

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Publicado en Hortalizas de verano por Alejo el 06 Oct 2011