Fáciles de cultivar, los pensamientos son plantas de la familia Violaceae particularmente apreciadas por los aficionados a la jardinería. De hecho, cuando reciben el mantenimiento adecuado, estas pequeñas plantas (que pueden ser cultivadas como anuales, bienales o vivaces) florecen de la primavera al invierno, embelleciendo así jardines y terrazas con sus colores brillantes. Poco exigentes, los pensamientos necesitan simplemente una buena exposición al sol y un suelo adecuado para poder crecer bien.

Cuando florecen en la primavera, los pensamientos dan flores que son muy similares a las de las violetas (que también pertenecen al género Viola). Sin embargo, gracias a la disposición de sus pétalos es muy fácil distinguir una especie de otra, ya que los pensamientos tienen cuatro pétalos hacia arriba. Se trata además de flores que tienen mucho éxito cada año, y esto se debe principalmente a la gran variedad de sus colores. En efecto, gracias a sus tonos rojos, violetas, amarillos o blancos, los pensamientos aportan magníficos toques de color a los espacios adonde crecen. Ideales para las jardineras que cuelgan de las barandillas de los balcones, también pueden ser plantados en la tierra para mejorar los rincones más sosos y desabridos del jardín. Con ese objetivo, y para lograr un efecto más espectacular y menos uniforme, es aconsejable variar los tonos y combinar los diferentes colores. A pesar de que se los asocia tradicionalmente con la primavera, los pensamientos florecen con la misma facilidad en invierno. Gracias a su cultivo particularmente fácil convienen perfectamente a los jardineros aficionados, que podrán plantar sus plántulas obtenidas por la germinación de semillas de la primavera al otoño, con el fin de obtener floraciones que se extiendan durante varias estaciones.

Plantación de pensamientos

Los pensamientos son plantas anuales que florecen al principio de cada estación. Para una floración de primavera (por el mes de mayo), las semillas deben ser sembradas a principios del invierno, en un suelo enriquecido con compost. Una vez terminada la operación, las semillas deben ser cubiertas con una capa de perlita y luego mantenerse en frío durante una semana. Durante los 15 días siguientes, el suelo debe mantenerse a una temperatura constante de 18 grados. Cuando las plántulas ya estén bien formadas, será suficiente con trasplantarlas a un suelo húmedo, fresco y más bien rico. En cuanto al grado de exposición al sol, los pensamientos son plantas que crecen mucho mejor en espacios ligeramente sombreados. Para lograr un efecto de mayor densidad e intensidad, será mejor no dejar más de más de tres centímetros entre las plantulas: de esta forma, cuando los pensamientos florezcan usted obtendrá una magnífica alfombra de flores de vivos colores. Para conseguir una floración más tardía (en otoño e invierno), se pueden plantar las plántulas obtenidas por germinación de semillas al final de la primavera, teniendo cuidado de repetir todas las operaciones descritas anteriormente.

Mantenimiento de los pensamientos

Los pensamientos son en principio plantas que no requieren ningún mantenimiento específico. Por supuesto, será conveniente regarlos con regularidad para que la tierra no se seque, ya que hay que recordar que se trata de plantas que se desarrollan particularmente bien en tierras húmedas. También será necesario quitar regularmente las flores dañadas con el objetivo de obtener una floración más abundante y más larga. Por otra parte, incluso si los pensamientos no temen al frío será conveniente mantenerlos a salvo de las heladas y el mal tiempo para que estén mejor protegidos. Sin embargo, si usted vive en una zona donde el invierno es menos duro no será necesario preservar tan drásticamente sus plantas del frío. En cuanto a las enfermedades, el principal enemigo de los pensamientos es el mildiu, un hongo peligroso que destruye la totalidad de la planta con bastante rapidez. Para reducir el riesgo de contaminación al mínimo, será necesario regar los pensamientos por la mañana temprano para evitar el exceso de humedad. Si sus plantas ya están afectadas, será posible limitar la proliferación mediante la eliminación de todas las partes enfermas. Finalmente, para un resultado más eficiente se puede utilizar un fungicida adecuado que permitirá eliminar el hongo de forma permanente.

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Publicado en Plantas vivaces por Alejo el 02 Aug 2011