Las plantas del género Pericallis (antiguamente incluidas en el género Cineraria, reducido ahora a un grupo de plantas de Sudáfrica) son fáciles de cultivar y proporcionan una floración primaveral hermosa pero muy efímera. Es común colocarlas en maceta para alegrar una mesa o decorar una entrada. Si se las cultiva en una tierra ligera y humífera crecerán relativamente rápido y no requerirán ningún mantenimiento especial. Las Pericallis crecen idealmente en lugares con sombra y no pueden soportar la luz solar intensa.

Las Pericallis pertenecen a la familia de las Asteráceas o Compuestas y son nativas de las Islas Canarias o de las Madeira. Se trata de plantas perennes que tienen una floración anual o bianual dependiendo de la especie, y su follaje es persistente.

Características de las Pericallis

Las Pericallis son plantas muy pequeñas que en la edad adulta no miden más de 20 a 50 cm, y forman pequeñas matas bien tupidas. Sus hojas son de color verde oscuro, redondeadas, onduladas, acanaladas, ligeramente dentadas y peludas. Sus flores suelen tener tonos pasteles, pero también pueden ser rojos, azules, púrpuras o malvas. Su forma es parecida a las de las margaritas, y se agrupan en corimbos abombados o extendidos. La floración de las Pericallis es a veces tan densa que llega a ocultar la mayor parte de las hojas, lo que constituye un espectáculo floral impresionante. Las flores suelen aparecer en primavera, pero por desgracia sólo duran unas pocas semanas. Sin embargo, es posible extender la floración eliminando sistemáticamente las flores que comiencen a marchitarse.

El cultivo y mantenimiento de Pericallis

El cultivo de Pericallis debe realizarse en un lugar más o menos iluminado pero al abrigo de la luz solar directa. Para la plantación, es recomendable mezclar un poco de mantillo con arena para aligerar la tierra. Estas plantas se desarrollan particularmente bien con temperaturas frescas de entre 10 y 18°C. Esto puede sonar extraño, pero sucede que en las Islas Canarias crecen normalmente en altura. Las Pericallis no soportan el exceso de agua, así que si se las cultiva en macetas es importante que no haya agua estancada en el platillo. En cambio, una buena humedad ambiente contribuye significativamente a prolongar la floración. Teniendo en cuenta esto, será una buena idea cultivar las Pericallis sobre un platillo con agua lleno de bolitas de arcilla o de gravilla. Esto permitirá evitar que la maceta entre en contacto directo con el agua, proporcionando al mismo tiempo una buena humedad a la planta . Es muy importante mantener un buen equilibrio en lo que respecta al riego: un cepellón demasiado seco puede ser fatal para la planta, mientras que demasiada agua puede pudrir las raíces. Durante el período de floración, el mantenimiento consistirá en eliminar las flores y hojas marchitas en forma gradual. También es recomendable fertilizar el suelo suministrando fertilizantes cada 15 días, desde que la planta comienza a florecer.

El cultivo de otras plantas relacionadas

Vale la pena mencionar otras asteráceas antiguamente incluidas en el género Cineraria junto a las Pericallis, ya que su cultivo también reviste interés, como por ejemplo la cineraria gris (Jacobaea maritima). Se trata de una planta originaria de los países de Europa, que se cultiva principalmente por su follaje plateado perenne. Se la puede hacer crecer en macetas en interiores, pero también al exterior para adornar macizos y jardines rocosos. Su follaje vigoroso la ayuda a ser particularmente resistente a la exposición a la luz directa del sol, la sequía o los aerosoles marítimos, ya que puede crecer en la costa. Su tamaño en la edad adulta oscila entre 40 y 60 cm. A diferencia de sus \”primas\” las Pericallis, la cineraria gris se desarrolla muy bien en suelos pobres con muy buen drenaje y se planta normalmente en primavera. Se puede proceder a la germinación de semillas, preferentemente en semillero antes de realizar el primer trasplante y poner finalmente las plántulas en la tierra en mayo. Al hacerlo, es importante mantener una distancia mínima de 30 cm entre los plantas si hay varios ejemplares. También se puede realizar un estaquillado en septiembre con una mezcla de mantillo y arena. Los esquejes enraizados deben permanecer en interiores durante el invierno. Asimismo, la propagación de cinerarias grises puede llevarse a cabo dividiendo las matas en primavera u otoño.

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Publicado en Flores de otoño por Alejo el 16 Sep 2011