El puerro es una hortaliza que está presente todo el año. Se trata de una planta rústica y sólida resistente al frío y las heladas. Además de utilizarse en muchos platos como guisos, tartas, sopas y ensaladas, el puerro es una planta que posee numerosas virtudes medicinales y dietéticas. En efecto, esta liliácea tiene propiedades anti-cancerígenas. Por todas estas cualidades, el puerro es muy popular entre los aficionados a la jardinería.

El puerro, de nombre científico Allium ampeloprasum var. porrum, es una de las variedades cultivadas de la especie Allium ampeloprasum, al igual que el ajo elefante y el kurrat. Es una planta originaria de Oriente Medio de la que existen muchas (sub)variedades, que se dividen en semilargas y largas. Los cultivares semilargos incluyen principalmente los grueso de Rouen, Birlette, verde de Niza, Amarillo de Poitou, verde de Carentan, Elephant, Erda, gigante de Saulx, Malabare, azul de Solaize y ártico; entre los largos pueden mencionarse los largo de Gennevilliers, largo de Mezieres, largo de Bulgaria, Kilima, Helvetia, Bluvetia y Alaska. En cuanto a su forma, el puerro es un vegetal con largas hojas de color verde y bulbo alargado blanco.

El procedimiento de la cultura de puerro

Es importante saber qué tipo de suelo es propicio para la plantación de puerros antes de comenzar los procedimientos de cultivo en sí. El puerro es una planta exigente en término de nutrientes, por lo que el suelo debe ser rico en humus, profundo y bien fresco. Un suministro periódico de fertilizante es indispensable para que el vegetal reciba los nutrientes que necesita. Para esto no hace falta complicarse la vida, ya que los recortes del césped pueden ser suficientes. Por otra parte, es bueno saber que el estiércol reacciona negativamente al cultivo del puerro, así que no hay que emplearlo jamás.

Después de elegir un suelo adecuado o de haberlo preparado, revuélvalo desmenuzando los terrones para formar tierra fina. Siembre las semillas en este suelo acondicionado y luego cúbralas ligeramente con una capa de tierra e 0,5 a 1 cm de espesor con la parte lisa de un rastrillo. A continuación hay que apisonar suavemente (también con el rastrillo) la parte sembrada y regada. Es necesario asegurarse de que el suelo conserve una buena humedad hasta que las plántulas emerjan de la tierra. Entre la siembra y el despunte pasarán entre dos o tres semanas. Hay que esperar que las plántulas crezcan un poco y alcancen el grosor de un lápiz antes de trasplantarlas. Sin embargo, tampoco hay que transferirlas directamente una vez que estén listas para el trasplante: primero hay que cortar 5 cm del follaje y 1 cm de la punta de las raíces. Por otro lado, bajo ningún punto de vista se debe arrancar bruscamente las plantas del suelo. Lo ideal es utilizar un trasplantador para levantarlas y dejarlas en el lugar entre 24 y 48 horas para que no haya polillas del puerro. A continuación se podrán recortar las hojas y las raíces de puerro antes de trasplantarlo usando el trasplantador. El suelo de destino debe estar preparado de antemano, y la tierra debe de ser tan rica como el suelo utilizado para la siembra.

Para proceder a la plantación hay que cavar hoyos de 15 cm de profundidad cada 10 cm a lo largo de una línea bien trazada. El espacio entre hileras debe ser de 30 cm. Mientras espera que los puerros crezcan y maduren, no dude en aclararlos y trasplantarlos si están demasiado apretados. Si la plantación es de permacultura hay que controlar bien la humedad bajo la paja gruesa, ya que la sequía es favorable a las polillas del puerro. También es recomendable cubrir los puerros con hojas secas o paja antes de las heladas. Tenga en cuenta que el período de crecimiento del puerro tiene una duración de entre 5 y 7 meses.

Luego del cultivo propiamente dicho hay que cuidar las plantas hasta su madurez y hasta el momento de la cosecha. El riego debe realizarse de manera regular, y también es indispensable un suministro de purín de ortiga o abono foliar, que debe rociarse sobre las hojas. El abono orgánico también es muy útil para los puerros. Por otro lado, como estas plantas requieren una gran cantidad de nitrógeno para crecer, se recomienda realizar dos aplicaciones de fertilizantes nitrogenados, una antes del trasplante y otra antes del primer binado. A título indicativo, un terreno de plantación de 10 m² requiere de 300 a 400 gramos de este fertilizante.

El calendario de plantación de los puerros

Un buen horticultor piensa en la continuidad de su cosecha; en el caso específico del puerro, esto implica comenzar la plantación sembrando en enero, lo cual puede extenderse hasta junio. Sin embargo, la siembra en semillero o en un área protegida y específica puede llevarse a cabo en otro período que entre enero y junio, como por ejemplo a mediados de agosto para algunas variedades. Para poder planificar el calendario de cultivo hay que tener en cuenta la duración de las diferentes etapas de cultivo. Hay que calcular unas 2 semanas entre la siembra y el despunte, y hay que prever tres meses después de la siembra antes de poder pasar al trasplante. La cosecha puede empezar entre 5 y 6 meses después de la siembra. Así, la siembra a mediados de agosto permitirá el trasplante para el mes de noviembre y la cosecha entre abril y junio. Para una siembra convencional en abril, el trasplante se llevará a cabo en julio y la cosecha comenzará en invierno. Para un cultivo apresurado en febrero, el trasplante debe realizarse en mayo y la cosecha comienza en agosto. A fin de no confundirse, lo más importante es recordar que se cosecha en invierno la siembra de abril y mayo, en otoño la de marzo y abril y en verano la de febrero o marzo. Por último, prevea una rotación de cultivos cada cuatro años.

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Publicado en Hortalizas de invierno por Alejo el 05 Sep 2011