Si aprecia la belleza y la fragancia de las rosas, no necesita tener un jardín para poder cultivarlas: un balcón puede servir como espacio de jardinería para el cultivo de rosas en maceta. Además, un rosal bien mantenido decorará su balcón durante varios años. La elección incluye distintas variedades, que se pueden poner en sendas macetas si se dispone de un balcón amplio.

Independientemente de la variedad de que se trate, el cultivo de rosas en maceta requiere muchos cuidados. Para mantenerlas bien se debe garantizar un seguimiento regular, lo que requiere sobre todo de un amor por la jardinería. Efectivamente, si no se proporciona la atención adecuada se corre el riesgo de que las plantas se enfermen y hasta se sequen. Sucede que el rosal es una planta particularmente susceptible a las enfermedades y los parásitos cuando se cultiva en macetas. De todos modos, los rosales así cultivados pueden vivir hasta diez años, y proporcionarán una satisfacción completa si reciben un cuidado regular. Una buena exposición al sol permitirá un florecimiento abundante.

Elección del rosal para el balcón

Las variedades ideales para un cultivo en macetas son los rosales en miniatura, que necesitan menos espacio debido a su pequeño tamaño. Además, las flores de los rosales en miniatura sobresalen particularmente en superficies limitadas. El tipo Meillandina, con su floración espesa que forma un espléndido ramo cultivado en macetas, es perfecto para el balcón. También se puede optar por otros cultivares enanos, que tienen la ventaja de ser resistentes. En general, los rosales modernos se adaptan más fácilmente a las bandejas. Sin embargo, es mejor no inclinarse por las rosas pequeñas utilizadas en ramos por los floristas, ya que muchas no prosperan cuando se las cultiva en macetas. De manera general, el principal factor a considerar en este tipo de cultivo es la sequía. Contrariamente al cultivo en el suelo, las plantas sólo podrán vivir de la humedad contenida en la bandeja. Si no hay humedad suficiente en el suelo en el interior del contenedor, la rosa no será capaz de ir buscarla en otros lugares. Por ello es mejor preferir las plantas menos vigorosas. No se aconseja cultivar rosales trepadores en maceta en un balcón, ya que las raíces necesitarán una superficie en la que extenderse a medida que los rosales vayan creciendo. Por otro lado, si usted aprecia particularmente los tipos de rosales más antiguos, pida consejo en el centro de jardinería. La adaptación al cultivo en maceta depende de cada especie. De todos modos, elija siempre las variedades menos vigorosas.

Tipos de macetas para el cultivo de rosales en el balcón

Para crecer bien, el rosal necesita un recipiente con suficiente espacio, que permita que las raíces respiren, por lo que quedan descartadas las bandejas de plástico o de fibra. Prefiera en cambio idealmente macetas de terracota, y si no de madera. También es posible optar por bellas vasijas decoradas de manera artística o por bandejas con un diseño moderno, lo cual acentuará el esplendor de las rosas en su balcón. Si su balcón es espacioso, no dude en elegir un recipiente grande y profundo. Para permitir que el rosal se desarrolle, es necesario un tamaño mínimo de 30 centímetros de diámetro y altura. Si es posible, elija un recipiente con 60 centímetros de diámetro, lo que permitirá que la planta se arraigue bien y prospere. Hay que agujerear el fondo de la maceta si viene sin hoyos para permitir la evacuación del exceso de agua durante el riego. De lo contrario, las heladas debilitarán el rosal durante el invierno.

Plantación del rosal

Es necesario prever un adecuado drenaje del rosal para evitar que se pudran las raíces. Para ello, coloque en el fondo del recipiente una capa de 5 ó 6 centímetros de grava o bolas de arcilla. A continuación, prepare la plantación mezclando antes mantillo, compost y tierra de jardín. Utilice cantidades proporcionales. Luego proceda a la plantación del rosal, teniendo cuidado de separar bien las raíces. Preste especial atención a que el punto de injerto quede justo a la altura de la superficie del suelo. Si se desea cultivar un rosal tradicional, por lo general hay que podar las ramas a la mitad antes de la plantación. Esto facilitará la recuperación de los arbustos. Luego ponga una capa de mantillo hasta el nivel del injerto. Hay que dejar al menos 2 centímetros entre el borde de la maceta y el nivel del suelo, para asegurar el buen riego del rosal. Luego riegue generosamente para facilitar el enraizamiento.

Mantenimiento del rosal en maceta

La regularidad del riego es esencial para el cultivo en macetas. Cuando hace calor hay que regar el rosal 2 veces por semana. Es importante que la tierra tenga tiempo de secarse entre riego y riego. El rosal necesita un riesgo abundante, cerca de 4 litros de agua por una maceta o bandeja de 20 litros. En invierno hay que limitar el riego a una frecuencia mensual, y suspenderlo en período de heladas. Corte las flores marchitas de forma sistemática para estimular nuevas floraciones. Garantice un seguimiento y tratamiento regulares del rosal, ya que es una planta particularmente vulnerable a los ataques de plagas y enfermedades. Se lo puede proteger ya desde plantación con un fungicida. Realice anualmente un emparejado del suelo, reemplazando la capa de tierra superior de la maceta.

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Publicado en Los rosales por Alejo el 15 Jun 2011