La siempreviva es una planta crasa nativa de Europa que pertenece a la familia Crassulaceae. En su estado natural se la encuentra cubriendo el suelo o en rocallas, con sus ramos de hojas carnosas y sus hermosas florecillas rosadas. La técnica de multiplicación es simple, ya que la planta se propaga a partir de la extracción de renuevos. Posee hojas en forma de roseta (dispuestas circularmente y a la misma altura), y a una de sus especies más conocidas se la llama de hecho \”alcachofa de gatos\”.

Nativa de Europa, las siemprevivas existen en muchos cultivares, ya que estas plantas se cruzan fácilmente entre ellas. El nombre de este género, Sempervivum, proviene de los términos latinos semper (\”siempre\”) y vivus (\”viviente\”), bien atribuido porque estas plantas pueden resistir un largo período de sequía sin agua. Este carácter vigoroso se extiende incluso a las semillas, cuyo poder de germinación se conserva durante unos diez años. Existen unas cuarenta especies de siemprevivas, cuyo denominador común es su capacidad de adaptación a la luz y su resistencia a la sequía. Las especies más conocidas son la Sempervivum montanum, de follaje gris-azulado, la siempreviva de telarañas (Sempervivum arachnoideum) y la Sempervivum stenopetalum y otras variedades de hojas rojas. El periodo de floración de la planta es en el mes de julio, y ofrece un espectáculo decorativo sobre las paredes o en una maceta. Dependiendo de la variedad, los colores de las hojas varían desde tonos de amarillo hasta matices del rosa, pasando por el marrón rojizo oscuro y el verde. La siempreviva de arañas (Sempervivum arachnoidenum), por su lado, tiene hojas plateadas cubiertas de un entramado blanquecino de muchos pelos (tricomas), mientras que la barba de Júpiter, siempreviva mayor o alcachofa de gatos (Sempervirum tectorum) posee un follaje rojo purpúreo.

La técnica de cultivo y el mantenimiento de las siemprevivas

Las siemprevivas crecen bien en suelos ligeros, calcáreos y con buen drenaje. La multiplicación se puede hacer en primavera mediante la germinación de semillas, que se venden en los centros de jardinería. El cultivo de este género de plantas puede realizarse directamente en el suelo, asociándolas con otras especies que se adapten a suelos secos como el sedum, la salvia y algunas gramíneas. El objetivo es lograr un jardín rocoso florecido que no requiera mantenimiento. Las siemprevivas también se pueden instalar en jardineras en terrazas con una buena exposición, o en muretes.

Tres años después de comenzar el cultivo, las plantas madres emitirán brotes en forma de rosetas secundarias. Estos brotes se pueden utilizar para la propagación de la especie. Para ello alcanza con extraer las rosetas secundarias, que se cultivarán directamente en macetas con arena gruesa y tierra de jardín. Otra técnica consiste en la plantación de plántulas en macetas que contengan un sustrato pobre compuesto de arena, tierra de jardín y un poco de compost. Los productores especializados en el cultivo de plantas vivaces ofrecen una gran diversidad de cultivares. El trasplante de maceta se realiza en primavera y otoño.

El cultivo de siemprevivas en jardineras

Una jardinera es muy decorativa para adornar un rincón de su jardín o terraza. En una bandeja ancha y poco profunda hay que colocar un lecho para las siemprevivas, compuesto de elementos recuperados como tejas huecas, una tina de zinc o latas de conserva. El conjunto tiene que estar recubierto por una capa de grava de 1 a 3 cm y un fieltro de drenaje. Complete el contenido con tierra de jardín y bolas de arcilla, puzolana o gravilla.

Las siemprevivas se pueden cultivar asociándolas entre ellas o con especies de otros géneros que tengan la capacidad de soportar la sequía. Sin embargo, el cultivo de cada especie en macetas individuales permite crear un efecto de colección y formar un hermoso mosaico de colores.

Los consejos a seguir para lograr plantas hermosas

Las siemprevivas mueren después de la floración, por lo que es inútil volver a plantar rosetas florecidas porque son estériles. Las distintas especies de Echeveria pueden ser confundidas con siemprevivas, pero son plantas anuales de la subfamilia Echeverioideae. Reconocidas por su resistencia, las siemprevivas no deben ser expuestas al frío y tampoco deben permanecer de manera prolongada en un medio excesivamente húmedo. De hecho, el exceso de humedad estancada puede favorecer la aparición de roya y hasta la putrefacción de la planta. Además de su uso en ornamentación, las siemprevivas también tienen propiedades medicinales. En efecto, la aplicación de hojas machacadas sobre la piel puede aliviar las picaduras de insectos. El mucílago de las hojas se prescribe para la eliminación de durezas y callosidades. En lo que respecta a las enfermedades, este género de plantas puede desarrollar una forma de roya que le es propia, causada por el hongo Endophyllum Sempervivi. El tratamiento consiste en la eliminación de las plantas infectadas, ya que hasta el momento no se conoce ningún remedio adecuado.

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Publicado en Suculentas por Alejo el 17 Aug 2011