Con sus hermosas tonalidades rojas y anaranjadas, el arce japonés es un arbolillo único que sorprende y encanta a la vez. Desde los primeros días de otoño, este arbusto perenne de hoja caduca ilumina realmente los jardines con sus suntuosos colores . También conocido con el nombre latino de Acer palmatum, el arce japonés también puede cultivarse en macetas para realzar el aspecto de terrazas y balcones con sus bellos tonos otoñales.

Originario de Asia (principalmente Japón y Corea), el arce japonés es un árbol pequeño que raramente supera los 4 metros de altura. Muy apreciado por sus hojas coloridas y su porte elegante, este arce palmeado decora magníficamente los jardines japoneses. Ideales para hacer bonsáis, las especies menos grandes como Acer palmatum \’Beni Tsukasa\”o Acer palmatum \”Carminium\” son las mejor adaptadas para los apartamentos, ya que pueden ser cultivadas en macetas. Si usted tiene la posibilidad cultivar su arce japonés en la tierra, asegúrese de colocarlo como bordura de macizos para que resalten los bellos colores que tomará en otoño. Para variar los tonos y formas, se puede plantar el árbol cerca de flores de colores vivos como azaleas o rododendros. Muchas de las subespecies y cultivares de arce japonés son resistentes, pero para que lo sean aún más hay que proporcionarles un cuidado constante y regular.

Cómo plantar un arce japonés

Para tener éxito en el cultivo de su arce palmeado, primero debe asegurarse de plantarlo en un espacio húmedo, fresco y con sombra. Efectivamente, estos árboles pequeños no soportan bien ni la luz directa del sol o ni el calor excesivo. Del mismo modo, es de una gran importancia asegurarse de que el arce esté siempre al abrigo del viento y de las corrientes de aire frío. Como el arce japonés a menudo puede ser muy frágil, es mejor elegir un área bien protegida antes de plantarlo.

En lo que respecta al suelo, hay que asegurarse de que no sea calcáreo ni compacto, ya que estos dos elementos no permitirán que el plantón se desarrolle bien. Lo mejor entonces es elegir una tierra silícea rica, fértil y bien drenada. También hay que tener en cuenta que el arce palmeado se desarrolla igualmente bien en suelos más bien ácidos, como la tierra de brezo.

De todas formas, para tener éxito en el cultivo de su Acer palmatum es mejor esperar a principios del otoño para plantarlo. Para ello, alcanza con cavar un agujero de algunos centímetros, ya que las raíces del arce japonés apenas se extienden en profundidad. Si desea plantar varios árboles a la vez, no obligue dejar siempre mucho espacio entre los plantones para que ninguno de ellos impida el desarrollo de su vecino al crecer.

En lo que respecta a las especies enanas destinadas a apartamentos, es posible cultivarlas en grandes macetas, que hay que conservar por supuesto protegidas del sol y el viento. Al elegir las macetas, es mejor optar por aquellas que permitan que la tierra esté bien drenada. Por último, en lo que respecta a la propagación, es importante saber que no se puede proceder por estaquillado: el arce japonés sólo puede propagarse a partir de la germinación de las semillas caídas en otoño.

Precauciones a adoptar para el cultivo del japonés

En términos de riego, será necesario encontrar un justo medio porque el arce palmeado no soporta ni los humedales ni las tierras muy secas. Por lo tanto, el exceso de agua y la sequía son dos elementos especialmente perjudiciales para el desarrollo de estos árboles. Si les falta agua, las hojas del arce tenderán a contraerse. Para restaurar su vigor, alcanzará con regar bien la tierra para que absorba toda el agua posible.

En invierno es aconsejable proteger el árbol del en frío devastador de los árboles por medio de un acolchado adecuado. Nunca se debe realizar un acolchado o mulching a base de corteza de pino, ya que este tipo de pajote favorece aparentemente la aparición de enfermedades graves en los arces palmeados.

Con la llegada de la primavera, considere la posibilidad de podar el árbol para devolverle fuerza y vigor. Esta delicada operación también puede realizarse en otoño; cuando no se debe nunca llevar a cabo la poda es en verano. Con respecto a las enfermedades, es útil saber que el Acer palmatum es un árbol más bien resistente que no atrae a menudo parásitos e insectos.

Por último, es particularmente importante asegurarse de que la tierra donde crece el árbol sea siempre fresca, rica y fértil. Su arce japonés será así aún más espectacular en la próxima floración y volverá a deslumbrarlo gracias a sus maravillosos y vivos colores.

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Publicado en Arboles y arbustos por Alejo el 10 Jun 2011