Tener un frutal en su jardín es una excelente manera de aprovechar el jardín. El ciruelo forma parte de estas plantas, y embellece el paisaje con sus delicadas flores blancas al tiempo que ofrece frutas fragantes. Se trata además de un árbol relativamente fácil de mantener y plantar que puede traer mucha frescura al jardín y que es apto para una gran cantidad de suelos y no es demasiado exigente en términos de recursos.

El ciruelo es un árbol de 6 a 7 metros de altura cuyos frutos son de color violáceo y del cual existen diversas variedades obtenidas por los agricultores a través de injertos y cruces con el fin de lograr mejores frutas. Los mayores productores de ciruelas de la Unión Europea son Rumania, España e Italia (datos de 2009). Las ciruelas se utilizan para numerosos fines, entre ellos para postres, para pastelería y para diversas recetas dulces y saladas. Así, numerosas personas se han lanzado a la plantación de este árbol, no sólo por las múltiples virtudes de sus frutos como sus propiedades antioxidantes, sino también para disfrutar de la atmósfera refrescante que crean sus flores.

Las características del ciruelo

Originario de Asia, el ciruelo es una planta que ha atravesado los siglos y los continentes. Actualmente existen diversas variedades, que difieren en sus regiones de origen y sus formas de cultivo. El fruto de la variedad más común, el Prunus domestica o ciruelo, se puede consumir fresca, seca o preparada de diversas formas y según distintas recetas. Otra variedad es la mirabel, más pequeña y de color amarillo. También pueden mencionarse las ciruelas de Damasco y las ciruelas de Ente o Agen. En cuanto a las flores, pueden ser blancas o rosadas, dependiendo de la variedad. Las formas de reproducción del ciruelo son muy variadas: por estaquillado, por germinación de semillas y por estacas de raíz. Se trata además de un árbol sobre el que se pueden realizar injertos, con el fin de obtener frutas más grandes, jugosas o carnosas. Es por esta razón que cada país o región puede tener una variedad diferente. La floración se produce entre marzo y abril, y la cosecha se realiza desde el mes de septiembre. Su altura puede alcanzar los 6 a 7 metros, y su cultivo necesita un ambiente soleado, más allá de que se trata de un árbol considerado como resistente. De todas formas, el ciruelo no tolera las heladas. Así, es necesario tomar las medidas necesarias para protegerlo.

La plantación del ciruelo

En primer lugar, la plantación de un ciruelo se realiza a partir del mes de octubre. Por otra parte, aunque se trata de un árbol relativamente fácil de plantar, hace falta respetar algunas condiciones para obtener buenos resultados. Así, lo ideal es disponer de un suelo rico, húmedo y bien drenado, pero en su defecto se puede agregar una buena cantidad de fertilizante para facilitar el crecimiento de la plantas, por ejemplo mezclando la tierra de cultivo con abono o estiércol. Se recomienda optar por abono orgánico o estiércol con fosfato. Cada ciruelo necesita una superficie de 40m², y se debe prever un hoyo de unos 50 cm para cada ejemplar. Luego sólo tendrá que plantar su arbusto.

El mantenimiento del ciruelo

En cuanto al mantenimiento, se debe efectuar un riego regular y frecuente durante el primer año. Durante el período de floración, se suele suministrar un suplemento de abono para fertilizar el suelo y mejorar la producción de frutas. También es importante saber que determinados factores pueden perjudicar el desarrollo del ciruelo, por ejemplo insectos y enfermedades como la roya, las causadas por hongos, la lepra y mal del plomo. La utilización de antimicóticos puede prevenir estas enfermedades. Los insectos más comunes que amenazan el ciruelo son los pulgones, los gusanos y las cochinillas. Para eliminarlos se recomienda el uso de insecticidas. Por último, la poda se realiza al final del año de plantación. Para proceder hay que cortar las ramas de más de 30 cm; cuando el arbusto alcance la madurez se podrán cortar las de más de 50 cm. La operación puede efectuarse durante el período en el que desciende la savia, que es en el mes de septiembre, para facilitar la curación de los árboles.

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Publicado en Vergeles y árboles frutales por Alejo el 14 Jun 2011